NovelToon NovelToon
Proyecto STELA

Proyecto STELA

Status: Terminada
Genre:Completas / Autosuperación / Cambio de Imagen / Mujer despreciada
Popularitas:9.7k
Nilai: 5
nombre de autor: Luna de Tinta

Luna siempre fue la chica invisible: inteligente, solitaria y blanco constante de burlas tanto en la escuela como en su propio hogar. Cansada del rechazo y el maltrato, decide desaparecer sin dejar rastro y unirse a un programa secreto de entrenamiento militar para jóvenes con mentes brillantes. En un mundo donde la fuerza no lo es todo, Luna usará su inteligencia como su arma más poderosa. Nuevos lazos, rivalidades intensas y desafíos extremos la obligarán a transformarse en alguien que nadie vio venir. De nerd a militar… y de invisible a imparable.

NovelToon tiene autorización de Luna de Tinta para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

La última oportunidad

La sensación de haber cruzado una línea sin retorno me llenaba mientras salíamos de la sala de control. Las palabras del hombre de la chaqueta de alto rango aún retumbaban en mi cabeza: “O se someten al entrenamiento o abandonan el campo”. Ya no podíamos ir atrás. Estábamos comprometidas, más que nunca, a completar lo que habíamos comenzado, aunque eso significara enfrentar lo peor.

Eliza caminaba a mi lado, su rostro serio y decidido. No había miedo en sus ojos, solo una determinación silenciosa que me daba fuerzas. Sabía que ambas habíamos tomado la decisión correcta, pero las consecuencias de esa elección todavía no eran claras.

Cuando salimos del edificio, el aire parecía más pesado que nunca. La niebla había desaparecido, dejando paso a un cielo gris y pesado. El campo de entrenamiento estaba desierto, como si el mundo entero hubiera quedado en suspenso. Pero sabía que no podíamos quedarnos ahí, sin hacer nada. Nos estaban observando, y las siguientes horas serían clave.

De repente, un sonido interrumpió mi pensamiento. Un estruendo a lo lejos, seguido de gritos que atravesaron el silencio. Eliza y yo nos miramos rápidamente, ambas entendiendo al instante lo que eso significaba. Algo había sucedido. Algo grande. Y no podíamos quedarnos ahí esperando respuestas.

Sin mediar palabra, comenzamos a correr en dirección al ruido. La adrenalina volvía a dispararse en mi cuerpo, empujándome a moverme con más rapidez, sin dudar. Mis pies parecían no tocar el suelo, y solo la urgencia del momento me mantenía alerta.

¿Qué estaba pasando? ¿Quién había causado esos ruidos? ¿Y por qué el campo de entrenamiento parecía de repente tan caótico?

A medida que nos acercábamos al origen del sonido, la visión se volvía cada vez más clara. Vimos a varios miembros del equipo, corriendo también, con expresiones de sorpresa y confusión. Algunos intentaban comunicarse a través de radios, pero la interferencia parecía hacer que todo fuera aún más confuso.

—¿Qué está pasando? —le grité a uno de los soldados que pasaba cerca.

Él no se detuvo, pero levantó una mano en señal de que algo estaba mal. Parecía que nadie sabía lo que estaba sucediendo, o peor aún, que nadie estaba dispuesto a explicar.

Finalmente, llegamos a un área más abierta, donde se encontraba un grupo de instructores, cada uno mirando alrededor con una expresión tensa. De entre todos, el hombre de la chaqueta de alto rango nos vio de inmediato y se acercó con paso firme.

—¿Qué hacen aquí? —preguntó, su tono autoritario como siempre. Sin embargo, había algo diferente en su mirada. Había una preocupación palpable que no habíamos visto antes.

—Oímos los gritos. —Respondí, sin dudar, porque no pensaba esconder nada—. ¿Qué está pasando?

El hombre no contestó de inmediato, como si estuviera eligiendo cuidadosamente sus palabras. Finalmente, suspiró y, con un gesto, nos hizo seguirlo hacia una especie de zona de observación. La niebla de antes se había desvanecido, y ahora podíamos ver a lo lejos lo que realmente estaba ocurriendo.

Al fondo, entre las montañas que rodeaban el campo de entrenamiento, una gran columna de humo negro se elevaba al cielo. Algo había explotado, y la magnitud de la destrucción era evidente incluso a esa distancia.

—Eso es lo que ustedes han estado entrenando para evitar. —El hombre comenzó a explicar, su tono sombrío—. Esto no es un simple ejercicio. Estamos simulando una amenaza real. Y, por lo visto, los resultados de su entrenamiento han sido insatisfactorios.

Las palabras del hombre me golpearon como una bofetada. ¿Insatisfactorios? ¿Acaso estábamos entrenando para enfrentarnos a un ataque real? La idea de estar en medio de una guerra real, sin ser realmente conscientes de lo que implicaba, me hizo sentir aún más vulnerable.

—¿Qué significa todo esto? —preguntó Eliza, su voz un poco más alta, como si también estuviera tratando de comprender lo que nos estaban diciendo.

El hombre nos miró fijamente antes de responder, su rostro ahora mostrando signos de tensión.

—Una facción externa ha infiltrado nuestro campo de entrenamiento. —Su voz era grave, y el peso de sus palabras no pasó desapercibido—. Estamos bajo ataque. Pero ustedes no están aquí solo para ser observadores. Están aquí para ser parte de la defensa.

Mi mente dio vueltas a esas palabras. Parte de la defensa. ¿Nos habían entrenado para esto sin que lo supiéramos? ¿Nos habíamos preparado para una situación de emergencia real sin darnos cuenta de lo que eso implicaba?

¿Nos estaban utilizando como carne de cañón?

—¿Y qué se espera de nosotras? —pregunté, mi tono serio, porque necesitaba respuestas claras.

El hombre asintió lentamente.

—Se espera que utilicen todo lo que han aprendido. —Dijo, señalando el paisaje que se extendía ante nosotros—. Van a ser enviados a una de las zonas más afectadas para ayudar a contener el ataque. Si fallan, todo el campo caerá. Y si todo el campo cae, este será el final de todo lo que han entrenado hasta ahora.

El silencio que siguió fue pesado. Eliza y yo intercambiamos miradas. Sabíamos que habíamos pasado de ser simples cadetes en un campo de entrenamiento a ser soldados en medio de una guerra real, con el destino de todo lo que conocíamos en nuestras manos.

—¿Estamos listas para esto? —preguntó Eliza, casi como si estuviera hablando más para sí misma que para mí.

¿Lo estábamos? ¿Realmente estábamos listas para enfrentar una situación así?

—No hay vuelta atrás. —Respondí, mi voz firme, aunque sabía que mis palabras no eran solo para Eliza. Eran para mí también. —Lo que aprendimos hasta ahora nos ha traído hasta aquí. Y si no estamos listas, lo seremos cuando lleguemos allí.

Eliza asintió, aunque sus ojos mostraban una mezcla de incertidumbre y resolución. Al igual que yo, no sabía qué esperar de lo que vendría, pero algo dentro de mí me decía que ya no había forma de escapar.

El hombre de la chaqueta de alto rango nos indicó que nos uniéramos a un grupo de soldados que se preparaban para partir hacia la zona afectada. Cada uno llevaba equipo de combate avanzado, y la tensión en el aire era palpable. Todos sabían lo que estaba en juego, pero nadie hablaba. La única comunicación era el sonido de las botas marchando al mismo ritmo.

La caminata hasta la zona de despliegue fue más larga de lo que pensaba. La ansiedad me corroía por dentro, pero la adrenalina seguía siendo la fuerza que me empujaba hacia adelante. Sabía que este era el momento que definiría todo: si fallábamos, nuestras vidas, y las de todos los demás, estarían en peligro.

Al llegar a la línea de frente, nos detuvimos en una pequeña elevación, donde pudimos ver el alcance de la destrucción. El ataque era más grande de lo que imaginábamos. Había equipos trabajando para contener la situación, pero había algo más. Algo no estaba bien. El paisaje, antes familiar, ahora parecía irreconocible.

De repente, la radio de uno de los soldados sonó, rompiendo el silencio.

—Atención, equipo. La amenaza ha tomado una nueva dirección. Prepárense para lo inesperado. —La voz del comandante era grave, llena de urgencia.

Una sacudida recorrió mi cuerpo. Esto ya no era una simulación. Era la verdadera prueba.

Eliza y yo nos miramos. Sabíamos que este momento había llegado. Ahora, éramos parte de la defensa. Y no íbamos a fallar.

1
Moraima Eglee Castillo vargas
wuaoo me gusta esta novela
Yolanda estella Ochoa
Excelente
Elizabeth Muñoz
muy buen libro muy interesante, la historia atrapa!
silvia lobo de heredia
Excelente
Marcela González
Me enganché en esta historia, tengo que trabajar y no puedo dejar de leer esta historía maravillosa 👍💕...Para mí es buenísima 💯
Paola Coria
excelente novela
Martha Patricia De la O
Excelente
Adriana Romero
Por lo menos un aliciente, Mateo 🙌
Adriana Romero
Interesante esta forma de ir cambiando a las personas, desarrollando habilidades y mejorando las estrategias 👍🏻
Marcela González
Excelente
Marcela González
👍💕💕
Maritza Suarez
Excelente
Adriana Romero
Eliza, debe observar más, no todo el tiempo somos buenos en todo, en otras soblresalimos en algo, lo que no se sabe se aprende, y con respecto y tolerancia 😉 hacia los compañeros donde cada uno es fuerte en algo, se aprovecha, se lidera y ejecutas, que bueno que te estás abriendo 😉, siempre necesitamos a alguien que nos haga ver nuestras falencias
Adriana Romero
Romperse!!! Vale y mucho, en mil pedazos, recogerlos y reconstruirse entendiéndose sin juzgarse.
Adriana Romero
A estos chicos les costará 😱😰 pero tienen que apostar a AVANZAR
Adriana Romero
Es una prueba que como única alternativa es saltar al precipicio, caes con todo para que te reinicies y que todo lo que hizo daño en tu pasado te de la fuerza para este nuevo presente
Adriana Romero
Una trama distinta a muchas, espero que otros se atrevan a leerla 👍🏻
Adriana Romero
Desde "cero", no hay vuelta atrás, a veces la vida realmente comienza con una idea, avanzar si ver atrás y cambiar para ti
Vikale5
¡Por favor, actualiza pronto! No te rajes! 🤩
Aono Morimiya
Esta historia es genial👏
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play