Un hombre llamado Zeiro vive completamente solo, sin familia. Se ha convertido en un vagabundo y mendiga para poder sobrevivir.
Un día, fue brutalmente acosado por sus compañeros que vivían con él debajo de un puente; tiraron todas sus pertenencias al río que no quedaba lejos del lugar donde dormían.
Su corazón estaba lleno de tristeza y se alejó sin rumbo fijo, tambaleándose sin destino. Finalmente, se detuvo bajo un árbol grande, y una rama cayó sobre su cabeza, dejándolo inconsciente.
Cuando Zeiro despertó, recibió un sistema súper avanzado que lo ayudó a volverse rico y a cumplir sus deseos.
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Capítulo 18
Zeiro se quedó en silencio al escuchar las palabras de Grizzla, tampoco podía hacer nada porque era una petición de los padres de Grizzla.
"Tú... sigue a tu corazón, porque tú conoces mejor tu corazón que tus padres, porque es una pena que tu adolescencia sea para comprometerte, luego terminas la escuela, te casas y te conviertes en padre", dijo Zeiro.
"Sí, tienes razón, no quiero que mi vida sea restringida, de nada sirve ser rica pero mi corazón está solo, algún día tendré envidia de otros adolescentes, no quiero mi vida sin color, porque ya la he pintado y también debo colorearla", dijo Grizzla.
"Pero aún debes ser buena con ellos, porque pase lo que pase son tus padres, seguramente quieren lo mejor para ti, solo que no saben qué es lo mejor según tú. Ten paciencia. Vamos a comer los bocadillos", dijo Zeiro tomando un paquete de kerupuk, abriéndolo y dándoselo a Grizzla.
"Ah, gracias", dijo Grizzla recibiéndolo.
Grizzla devoró su kerupuk y Zeiro también devoró su kerupuk mientras veía la televisión.
Sin darse cuenta, el reloj ya marcaba las 23:00, lo que significaba que era casi medianoche.
"Hm... eso, quédate a dormir aquí, porque si vuelves a casa a esta hora seguramente será muy peligroso, o... te llevo a casa", sugirió Zeiro.
"Me quedo a dormir aquí, no tengo ganas de volver a casa", dijo Grizzla.
"Oh, está bien, entonces guarda tu coche en el maletero", dijo Zeiro.
Grizzla salió acompañada de Zeiro, fue a abrir el maletero que estaba al lado de su Villa. Grizzla guardó su coche en el maletero y Zeiro también, guardó su moto dentro.
Regresaron a la casa y Zeiro cerró la puerta de su casa.
"¿Tienes sueño? ¿Quieres descansar?", preguntó Zeiro.
"Hm... sí", asintió Grizzla.
"Vamos, te llevo a la habitación", invitó Zeiro. Zeiro caminó primero, en su Villa hay muchas habitaciones, solo queda elegir la que más te guste.
"¿Qué habitación quieres?", preguntó Zeiro.
"Yo... quiero la habitación al lado de tu habitación, para que si pasa algo pueda llamarte", dijo Grizzla.
"Oh, así, entonces, tu habitación está a la izquierda, mi habitación está a la derecha", dijo Zeiro señalando la puerta de la habitación que estaba cerrada.
"Está bien", asintió Grizzla. Abrieron la puerta juntos.
"Zei", llamó Grizzla sosteniendo el pomo de la puerta mirando hacia Zeiro.
"¿Hm?"
"Buenas noches", dijo Grizzla con una dulce sonrisa.
"Eh, anu... hm... buenas noches", respondió Zeiro torpemente, rascándose la cabeza, realmente haciendo que su corazón latiera.
Entraron juntos en la habitación. Zeiro se dejó caer sobre la cama. Esa habitación era una habitación de invitados, mientras que la habitación principal estaba en el piso de arriba.
"Él es realmente bueno", dijo Grizzla sonriendo.
Cerraron los ojos para dormir inmediatamente.
¡Tririt! ¡Tririt Tririt!
La alarma del teléfono de Grizzla sonó, con los ojos cerrados Grizzla tomó su teléfono, sintiendo que la noche de sueño aún era insuficiente. Vio que el reloj de su teléfono marcaba las 06:00 de la mañana.
"Ughhhh... ¡Bi! ¡Bibi, dónde está mi ropa?", preguntó Grizzla levantándose de su cama frotándose los ojos. Trató de abrir sus ojos que aún eran pesados para abrir.
¡Cklek!
