Volver A Amar

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...Daniel...

...Cristopher...

Valery, Sofi y Alba observaban sus reflejos en el gigante espejo que decoraba una pared de la sala de estar.

Val llevaba el pelo suelto en ondas. Un vestido ceñido hasta la mitad de los muslos de color negro con matices en tono dorado. El escote de corazón resaltaba sus abundantes senos, y los pies enfundados en sandalias con tacón. Su maquillaje era ligero pero sexy.

Sofi ató su pelo en una coleta alta, lucía un atrevido vestido de cuero color rojo vivo con forma de strapless en la parte superior, y la mini falda deja ver sus espigadas piernas. Sus labios destacaban con un intenso tono carmín.

Alba se veía al espejo con una sonrisa incómoda, sus amigas la forzaron a llevar un vestido en tono azul cobalto ajustado hasta las caderas resaltando su cuerpo. Con escote en "V", y con una falda que resultó ser más suelta en la parte de abajo. Por lo que pudo respirar aliviada. A simple vista no se veía tan osada como sus amigas.

—Esta noche triunfaremos —chilló la pelirroja extasiada, hace bastante que no tenía noches de placer.

Alba la miró con ojos abiertos como platos.

~{Yo solo quiero que esto pase rápido}~

—Vamos ahora sí no queremos llegar tarde —acotó Valery, cada una tomó sus bolsos, y salieron hasta el auto.

Quince minutos después llegaron al estacionamiento del club nocturno llamado "La Santa".

—¿La Santa? —pregunto Sofi —. ¿Se supone que voy a beber agua bendita? ¿Y confesarme antes de f*llar?

Las chicas la miraron de reojo y negaron con la cabeza.

—Arderé en el infierno—susurró para sí misma.

Unos minutos después se hacían paso entre un grupo de jóvenes para llegar a donde estaban estaban sus compañeras de trabajo.

—¡Aquí!—gritó Barbara, una linda y amable castaña. Profesora de Historia encargada de los cursos de más alto nivel.

—¡Holaa! —saludaron a las mujeres que en ese momento de encontraban alrededor de una mesa bebiendo de pequeñas copas.

—Mi hermana Sofi.

—Mucho gusto —dijo Barbara, mientras que las otras la miraron de los pies a cabeza con recelo y solo correspondieron con asentamientos de cabeza.

—¿Y a estás que les pasa?—preguntó la pelirroja al oído de Alba.

—Competencia. Eres una competencia potencialmente poderosa. Te dije que venían tras Daniel, y de Aiden también.

—¿Y dónde están ellos? —indagó Sofi observando a su alrededor.

La castaña que casualmente escucho la última parte respondió acercándose a ellas —. Están en la barra pidiendo tragos, pero se precavida, que estas tontas no te escuchen preguntando por ellos, o te harán la noche imposible —bebió un sorbo de su copa.

Sofi levantó ambas cejas —. ¿A ti no te importan?.

—¿A mí?, no. Tengo un maravilloso esposo que me espera en casa.

La pelirroja sonrió con cariño, se volteó hacia Val que veía su celular con el ceño fruncido —. ¿Que piensas?

—Quiero llamar a Rita, ¿Cómo estarán los niños?

—Estan bien, preocúpate de ti y de pasarla inolvidable. ¿Hace cuánto que no salíamos juntas a beber?

—10 años.

—Ya ves, es demasiado tiempo. Ahora deja que todo fluya.

De pronto unas voces masculinas irrumpieron la conversación y toda la atención de las féminas se evocó a ellos.

Sofi podía sentir el olor a celo que emanaban las profesoras.

Cuando levantó su mirada vió frente a ella a tres hombres, tres preciosas y perfectas creaciones de la naturaleza, pero uno, uno en especial la dejo mordiéndose el labio inferior con fuerza.

Su pelo más corto en los costados y largo en la parte superior, una creciente barba redonda, y unos ojos marrones ligeramente rasgados. ¡Caray!

Vestía una polera negra ajustada a su cuerpo y unos jeans rasgados.

~{Que sea Daniel, que sea Daniel}~

El reciente objeto de su deseo reconoció a Valery y Alba, pero no a la candente colorina que estaba entre ellas, ¿Quién era?

Sin ningún decoró o vergüenza la observó con detenimiento. ¡Sin duda alguna sería su nueva conquista esta noche!

Al ver su coleta imaginó su puño en su pelo mientras la f*00llaba en cuatro. Esa boquita de cereza se le apetecía más que cualquier docente que se le cruzará en el camino o las mujeres que se le restregaran en la pista de baile.

Valery, por su parte, se había quedado sin aliento, Aiden lucía muy guapo, con una camisa de jeans ajustada con tres botones libres que deliberadamente dejaban al descubierto sus pectorales firmes y duros. Pantalones cafés ajustados a sus fornidos muslos.

~{El director es tan lindo}~

Este, a su vez, la miró recorriendo su cuerpo, se veía concentrado, relamió sus labios al ver el escote que dejaba a la imaginación los apetitosos botones que decoraban las abundantes montañas de Valery.

~{Carajo, es preciosa}~ se volteo rápidamente al sentir como su bulto crecía dentro del pantalón.

Alba consciente de la increíble tensión sexual que crecía entre ellos, habló —. ¿Nos presentarán a su acompañante o que?

El murmullo de las profesoras se hizo presente y todas chillaban —. ¡Siii!

Aiden carraspeó —. Él es Cristopher, nuestro buen amigo.

El aludido dió una media sonrisa y observó rápidamente a todas las féminas, pero sus ojos se detuvieron en ella, en Alba. La única que no lo miraba con ojos hambrientos.

Sin embargo, la rubia ignorante e incrédula de lo que podría causar en el sexo opuesto, sólo le obsequio una tímida sonrisa.

—Chicas, beban —interrumpió Barbara.

Las tres asintieron y cada una tomó una copa para luego beber el contenido de un sorbo.

Se sentaron en la mesa y cotillearon junto a las únicas que no las miraban como si fueran sus enemigas.

Aiden, Daniel, y Cristopher se sentaron una mesa más alejados, no obstante, sus miradas se iban hacia el gran grupo de mujeres.

—¿Quién es esa pelirroja?—preguntó Daniel.

—Debe ser una amiga —contestó Aiden.

—Es exquisita... no la miren que hoy se va conmigo —bebió de su trago —. ¿Y tú Cristopher, alguna que sea de tu gusto?.

Este negó con la cabeza —. Me obligaron a venir, ¿Qué esperas? ¿Que me acueste con la primera que conozca?.

—No seas pesado tío, no puedes seguir en tu casa entre canciones corta venas de Ricky Martin y películas lloronas. ¿Cierto Aiden?.

—Claro, si, si —confirmó sin dejar de comerse con la mirada a Valery.

—De todas maneras noté como observabas a la rubia, se llama Alba —Daniel le dió un suave codazo —. Es preciosa ¿cierto?. Pero no es para una noche, es una mujer increíble, así que si quieres algo pasajero, fija tus ojos en otra.

Cristopher alza las cejas —. ¿Desde cuándo preocupado por las mujeres?.

—Es enserio Cris —acotó Aiden—. Ella ha sufrido mucho, su esposo la dejo por su prima, y para rematar, la dejo embarazada casi de inmediato.

—Carajo, no lo sabía, es peor que lo mío.

—Lo tuyo fue un capricho no correspondido, nada igual a un matrimonio fallido.

—Eres un dolor en los huevos Daniel.

—Lo sé —siseo sonriendo de medio lado —. ¿Y en qué momento invitamos a bailar a semejantes diosas? por qué yo no aguanto las ganas de poner mis manos en esa cinturita tan pequeña.

—Vamos ahora —Aiden se levantó de la mesa, acomodó su pelo y caminó hasta ellas.

Daniel le guiñó un ojo a Cris —. Ve, anda por Alba.

—No, aún no puedo olvidar a Jess, ¿Cómo estar con otra?

—Eres un imbécil, ya han pasado seis meses dónde has berreado y llorado. Ya es tiempo de pasar página —se levantó y se aproximó a las chicas.

Cristopher se quedó sentado sosteniendo la copa entre sus manos, se reprendía por ser tan tonto, por haberse enamorado de un "imposible", por haber sido ese amigo que entro a la "Friend Zone" sin previo aviso.

~{Eres un tonto, ella ya se casó, y yo aquí, llorando por los rincones. No puedo seguir así}~

Soltó todo el aire retenido y dejo la copa en la superficie de la mesa. Se irguio y fijó sus ojos en Alba decidido a bailar con ella. Esperaba que la suerte estuviera de su lado y no recibiera un rechazo.

Holaaaaa... déjenme sus comentarios. Ansio leer su opinión acerca de este adelanto de la noche de nuestras babys 💗🥰....