Latentis

 —Mael cuáles son esos modales saluda a tu primo cómo se debe—pide el rey 

—Si abuelo—dice Mael, si por él fuera mandaría a desterrar a ese chico, pero no puede hacerlo porque sabe cuánto ha sufrido sus abuelos y padre intentando encontrar a la primera princesa 

—Sea bienvenido a Celestial primer príncipe Arthur—hace una reverencia un apenado Mael por tener que tragarse su propio orgullo 

—Muy bien hijo— le soba la cabeza a su hijo Mael, él sabe cómo es su hijo de caprichoso y el desprecio que les tiene a los humanos por lo que les pasó con su hermana la madre de Arthur que cayó en las garras de esos humanos

Daphne se acerca Arthur y le sonríe en señal de que ahora las cosas parecen ir bien entre él y Mael, pues ella no sabe cuál es lío que se trae el chico con los humanos, ya que desde que lo conoce siempre ha aborrecido a los humanos quizás sea por lo que le pasó a su tía Elysia.

Cada uno se fue a sus alcobas a descansar Daphne por su parte estaba frente al balcón observando el reino celestial desde ese lugar puede tener una hermosa vista, el viento sopla muy lento meneando su larga cabellera blanca, ella suspira absorbiendo ese delicioso aroma a flores de durazno.

—Señorita perdón por molestarla, pero llegó esta carta de parte de su hermano—dice Ava acercándose a ella 

—Gracias Ava y no interrumpes solo estaba observando el reino—señala al balcón 

Daphne pasa a sentarse en la cama al revisar bien la carta si tiene el sello de su hermano, sin perder tiempo abre la nota.

NOTA — Temo molestar por esto hermana, pero hoy en la mañana llegó esta carta sin remitente la abrí para saber qué es lo que decía o si de quién venía lo único que encontré fue un nombre raro nunca había escuchado ese nombre, cuidate hermana pronto nos veremos.

CARTA — No puedo creer que tan fácil hayas caído en su trampa y te dejará por la encantadora señorita Jasmín, después de todo si no te dejaba él ibas a terminar muriendo, pero que crees muy pronto visitarás los infiernos joven señora Fenty, sé dónde estás y pronto nos veremos en la frontera sur mi estimada.

Attt: Burney 

Daphne deja la carta debajo de la almohada, ella se acuesta en la cama con la cara mirando el techo mientras que innumerables pensamientos se mueven como un torbellino en su mente entre ellos “quién es Burney, con su mano se da golpecitos en la frente para tratar de recordar si reconoce ese nombre.

—No tengo enemigos como para que me amenacen—murmura pasó misma 

—Y si es la tal Jazmín—menciona Ava apareciendo cerca de ella 

—Ah—gritó Daphne asustada por qué no sintió a qué hora apareció Ava junto a ella 

—Tú crees que puede ser ella—le pregunta a Ava, saliendo del susto aunque si lo piensa mejor puede ser que sea ella, ya que algo que ha recordado ahora es que Daphne en la novela murió en la frontera sur porque ahí fue desterrada

—Si quizás ella aún teme que usted le quite al príncipe Theo—menciona Ava 

—Es cierto, pero si quisiera casarme con alguien lo haría con Arthur y lo ayudaría a recuperar lo que le pertenece el trono—dice Daphne sin pensarlo dos veces 

—Usted hace mejor pareja con el joven Arthur que con el príncipe Theo —dice Daphne 

—Ja, ja, ja ay Ava en serio lo crees, pues él no está nada mal, pero veremos que tiene el destino preparado para mí—dice Daphne recostándose en la cama otra vez 

Es probable que sus padres estén llegando en un par de días al palacio celestial, aún tiene que salir a buscar un vestido para la fiesta del príncipe heredero, aunque aún no tiene un vestido visualizado espera pronto encontrarlo.

—Oye Ava como va la cosecha de uvas en el archiducado—pregunta ella 

—Va muy bien señorita desde que usted se dedica a enseñar a los cultivadores las uvas han salido muy buenas y pronto será el tiempo de cosecharlas —le responde Ava

—Bien eso es grandioso, sabes se me ha ocurrido una buena idea de negocio—menciona Daphne 

—Puedo saber de Qué se trata —pregunta Ava 

—Es sobre diseñar vestidos —menciona Daphne 

—Eso suena interesante, en la frontera sur del imperio Lunne vive una prima mía que es buena costurera—menciona Ava 

Daphne iba a responder, pero por un momento se quedó pensando en si sería buena idea ir a la frontera sur.

—Contáctala y así nos reunimos—pide Daphne 

—Sí, verá que no se va a arrepentir—dice Ava antes de retirarse a su habitación 

Ya que estaba sola volvió a salir al balcón ahí se sienta en un sofá junto a la tigresa y al bebé tigre, este al verla se sube a sus piernas acomodando muy tranquilo.

—Eres tan adorable bebé—dice ella sonriendo y acariciando al tigre que parece un tierno gatito 

Se pregunta qué será de la vida de su hermana siempre lo hace, pero nunca encuentra respuestas, quizás a estas alturas su hermana la habrá olvidado por qué ya debe de estar casada y con hijos, pero lo que ella pasa por alto es que su hermana murió el día de la boda y su alma viaja entre dimensiones tratando de encontrar el alma de su hermana mayor.

—Vamos hay que descansar—pide Daphne al cachorro esté se acurruca más en las piernas de Daphne ella lo carga para llevarlo a la cama donde duermen los dos gatos 

No pasa ni media hora cuando Daphne ya está dormida, pero esta vez su sueño es diferente a los de antes donde veía su muerte, esta vez ve su muerte, pero en el cuerpo de Daphne se encuentra en un callejón sin salida siente un dolor punzante en su abdomen al voltear a ver y tocar esa área su mano se mancha de sangre asustada cae sentada al levantar la vista solo observa como la cabellera café de una chica se mueve con él miento, cierra los ojos sintiendo como su corazón se debilita, de su frente baja sudor frío al abrir los ojos siente como tiene abrazo algo al ver mejor es el pequeño tigre.