Tentación Prohibida

Pasaron un par de semanas más y el dejo de entrar en las madrugadas a mi habitación, por qué ahora ambos nos seguíamos a nuestras habitaciones después de la cena, en algunas ocasiones el me seguía a mi habitación o viceversa, siempre nos encerrabamos teníamos que ser precavidos para no ser descubiertos.

Todo estuvo bien entre nosotros esos días, pero tenía un problema aún no tenía el valor para dejar a Denis, y Alessandro pues eh intentado hablar con el sobre mi situación pero por algún motivo evade la conversación, no tenía ni la más mínima idea de lo que pasaba por su cabeza cuando me veía con Denis, y es que más de una vez lo a encontrado en casa conmigo, quisiera saber que es lo que piensa por qué sinceramente veo su rostro inespresivo y eso no se si sea bueno o malo. Luego cuando estamos solo el y yo quisiera que me dijeran algo pero no pasa solo me atrae a el y terminamos teniendo relaciones pero nunca tenemos una charla que deje las cosas claras entre nosotros, eso realmente me tenía anciosa todo el tiempo, como saber que significa esto para Alessandro eso pasaba por mi cabeza todo el tiempo, y es que yo sabía lo que significa para mí, era especial mi corazón estaba estallando de amor por Alessandro definitivamente no quería tener a nadie más en mi vida y pronto cuando terminara a Denis el sería el único hombre con quién querría estar.

Una mañana salieron Mauricio y mamá muy temprano a trabajar Alessandro aún estaba en casa entonces mientras yo desayunaba en el comedor llegó por mí espalda y beso mis labios embarrados por la mermelada del pan relamio sus labios y su carisma desaparició de pronto cuando su mirada se fijo en la entrada de la cocina, la cocinera nos había visto mientras el me besaba en los labios, Alessandro camino saliendo de ahí haciendo una seña con su mano ala cocinera para que lo siguiera y lo hizo con pasos lentos fue tras el, se encerró en el despacho con ella durante unos minutos y luego salió y detrás de ella salió el y como algo normal se acercó a mi y me besó frente a ella.

– Que paso, por qué volviste a besarme frente a ella.– dije un poco preocupada.

– La mujer no será problema, si quiere conservar su empleo tendrá que mantenerse callada nadie nunca sabrá sobre esto.

– Como que nunca? Alessandro yo voy a terminar con Denis podemos decir lo que pasa con nosotros pronto a nuestros padres – el se estaba marchando y yo caminaba detrás de el.

– Detuvo su paso y volteo a verme extrañado, frunció el seño y me habló. – Isabella no se que idea te hiciste con ésto pero... – hizo una pequeña pausa, mordió su labio con un gesto de preocupación y término la oración. – No debes hablar de esto con nadie y no puedes dejar a tu novio.

– Idea!!! a caso solo me usaste, nunca te importe cierto. – reí irónicamente esperando su respuesta.

– Claro que me importas te quiero pero a dónde crees que llegaría una relación como está, mírate y mírame Isabella eres una niña y yo un hombre que casi te dobla la edad.

– Eso no importa podemos estar juntos si nos amamos.

– Amor!!! yo nunca eh dicho que te amó Isabella, si me ciento atraído por ti me gusta estár contigo, pero de eso a amarte.

– Mi cuerpo estaba inmóvil y las lágrimas brotaron de mis ojos sin que yo pudiera evitarlo. – Entonces por qué no fuiste claro desde un principio, jamás hubiera continuado esto.

– Yo que carajos iba a pensar que te harías ideas tontas, tienes novio Isabella como podría creer que te terminarías enamorando. – grito furioso y yo grite más enojada que el.

– Intente decirte que iba a terminar con Denis.

– Frotó su rostro con las manos – Perdón, por no escucharte pero pensé que solo querías contarme sobre tu relación con el, a mi jamás me importó tu vida personal, como imaginar que me dirías que te habías enamorado y que lo dejarías.

– Eso ya no importa, igual que yo no te importo a ti.

–Es tarde tengo que irme, piensa un poco y hablamos por la noche.

Así sin más tomo sus cosas y se fue, solo me quedé mirando por la ventana, vi como su auto se alejó y entonces ahí me tiré de rodillas en el piso llore sin consuelo, la chica de la limpieza me miraba extrañada como pude me levanté del piso y corrí asta mi habitación.

Ahora ella sabía que Alessandro y yo teníamos algo pero no diría nada.

Me sentía tan mal que nisiquiera fui ala escuela no respondí los mensajes y las llamadas de Denis, estaba obscureciendo ya había dormido un poco pero mis ojos estaban hinchados de llorar, tocaron mi puerta era el estaba aquí para terminar de romperme.

– Entro lento y se sentó junto a mi en la cama. – Estás más tranquila, podemos hablar.

– Yo no quiero hablar. – Dije alejándome de él.

– Entonces puedo hablar yo.

– Basta ya, de que quieres hablar, ya dijiste todo lo que nesitaba Saber.

– Por favor no quiero que tú también me odies, déjame explicarte.

– Yo también, quién más te odia. – dije curiosa.

– Un gesto de diversión se hizo en su casa, un gesto que odie de inmediato por qué yo lo estaba odiando a el. – Quién más, todas las mujeres con las que eh estado.

– Da igual, digas lo que digas no cambiará que allas jugado con migo, me usaste Alessandro.

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