MATRIMONIO ARREGLADO.

'Sam'

¡ESOS MALDITOS ESTÁN ACABANDO CON MI PACIENCIA!

Aun me cuesta comprender lo que puedan querer, pese a que él dinero sea lo que motive a personas como ellos a hacer este tipo de cosas.. se que aquí hay algo más.

No voy a permitir que arruinen mi día ni mucho menos los planes que tengo preparados para esta noche.

Luego de que Diana terminará de curarme, tome las cosas de su escritorio y le pedí que viniera a trabajar conmigo a mi oficina, que desde ahora en más ella estará a mi lado sin importar nada más.

Una ves hice instalar un escritorio en mi oficina, Diana se puso a trabajar allí bajo mi atenta mirada.

*Si solo supieras que no me he olvidado de nada, si solo supieras que quiero darte una grandiosa sorpresa.*

Se bien que desde esta mañana ha estado esperando a que la salude por nuestro aniversario pero he optado por darle una sorpresa, quería que ella misma viera con sus ojos lo enamorado que estoy y lo dispuesto que estoy a hacerla completamente feliz.

Luego de dos horas allí, le digo a Diana que es momento de ir a casa, pues ya eran pasadas las 7 de la tarde y mi sorpresa ya estaba lista.

Ambos nos ponemos de pie y salimos tomados de la mano. Quizás para Diana paso desapercibido el actuar de Susy mi secretaria, pero para mi no.

Nos vio a ambos como si no se creyera de que luego de la presencia de Mía ambos pudiéramos estar bien, lo que me lleva a pensar que ella tuvo algo que ver con todo esto.

Deje para mañana mi cuestionamiento y seguimos hasta llegar a mi carro, lugar donde uno de los regalos que tenia para mi esposa ya estaba esperando por ella.

Luego de que ambos nos montaremos, volteo a la parte trasera de mi carro y tomó un paquete de allí para luego entregárselo.

- Amor, necesito que al llegar a casa te pongas esto, tenemos que ir a un lugar y es muy importante para mi de que lo lleves puesto.- comenté y ella muy confundida tomo el paquete para luego asentir y verlo sin comprender.

Seguimos el camino a casa en sumo silencio, ella parecía estar pensando en algo triste, pues su mirada entristecida me lo confirmaba.

Al estacionar el carro frente a nuestra casa, me volteo a ella y la tomo de sus mejillas para luego besarla con ternura, tratando de transmitirle en ese beso la tranquilidad que parecía faltarle.

Bajo del carro y lo rodeo para luego abrir su puerta y extenderle mi mano, la cual ella toma y de esa manera la ayudo a salir.

Entramos a casa y cada quien se va a su habitación, me arreglo lo más que puedo para luego volver a la sala y buscar aquel ramo de rosas que pedí dejaran en la cocina, una ves lo tengo en mis manos, me dirijo a el sofá y espero allí a que ella bajara lista.

me pierdo por un momento en mis pensamientos hasta que el ruido de unos tacones me despierta y evento mi mirada para luego sonreír al ver a mi hermosa esposa luciendo el hermoso vestido que compré para ella.

- Estas verdaderamente hermosa cariño, exceptuando por tu rostro que no luce muy feliz.- Dije mientras caminaba en su dirección y le entregaba el ramo de rosas. - ¿*Que sucede?

- No es nada amor, gracias por el vestido y las rosas*.- Respondió fingiendo una sonrisa pero aun así la tomé por su barbilla y la obligue a que me viera a los ojos.- ¿*Que?

- Anda, dime que sucede o no saldremos de casa*.- Respondí y ella suspiro para luego caminar a un florero vacío, el cual anteriormente tenía las flores que le había enviado hace un mes, las cuales por lo visto ya había tirado porque de seguro se marchitaron.

- ¿Tenemos alguna reunión de trabajo o algo así? - preguntó mientras acomodaba las rosas en el florero.

- ¿Crees que te pediría llevar un hermoso vestido para alguna reunión de trabajo? - pregunté mientras caminaba a ella y la tomaba de su cintura.- Amor, te dije que desde el momento en el cual me dijiste que me amabas.. íbamos a empezar a tener citas y esta es una de esas noches en las cuales quiero que tengas la mejor cita de todas.- Ella voltea a verme.

- Sam, sabes que..- acaye sus palabras con un beso y luego la tome de su mano para dirigirla fuera de casa y conducirla hasta nuestro carro. Sabía que iba a preguntarme si sabía que era nuestro aniversario pero si le decía que si.. mi sorpresa no sería una sorpresa y si no decía nada, ella pensaría que en verdad me olvide de nuestro aniversario.

Una ves ambos estuvimos en el carro comencé a conducir en dirección a donde todo ya estaba listo y organizado para esta hermosa noche.

No planeaba hacer nada que ella no quisiera, solo deseo pasar una noche más a su lado en la cual tenga que verla despertar acurrucada en mis brazos.

Seguimos el camino en silencio, ella veía por la ventanilla del carro sin decir nada y yo la veía de reojo mientras conducía y sonreía al ver cuan inocente era, pues cualquier mujer en su lugar o hubiese sabido que era una sorpresa o me hubiese abofeteado por no haberla saludado por nuestro aniversario.

*Definitivamente mi hermosa Diana es una mujer distinta.*

Llegamos a uno de los hoteles más caros en el lugar y sin decir nada bajo del carro, lo rodeo para luego abrir la puerta de el acompañante y extender mi mano la cual ella toma sin rechistar.

- Ven por aquí amor.- Digo mientras la guió dentro de el lugar. - Buenas noches, soy el señor Evans y vengo por mi recordación.- Dije a la mujer de administración quien asiente con una sonrisa y me extiende unas llaves para luego rodear el lugar y guiarnos.

- Sigame por aquí señor, su cena está lista.- contestó y asentí mientras llevaba a Diana junto a mi.

Su cara de sorpresa al ver el hermoso lugar fue y será el recuerdo más bonito que siempre guardare en mi corazón.

- ¿Y ? ¿Que me dices? - pregunté mientras la abrazaba desde atrás. - ¿Te gusta nuestra cita?

- ¡Sam! ¡me encanta! - contestó mientras se giraba a mi y me abrazaba envolviendo sus brazos en mi cuello.- Es la primera ves que alguien hace algo como esto por mi.

- Pues prepárate amor, porque esta es una de las 3 sorpresas que te tengo.- Respondí viendo su cara de sorpresa y sonreí para luego dejar un casto beso en sus labios.

Camine a una de las sillas y la corrí para que ella se sentará, luego rodee la mesa y me senté frente a ella para luego tomar sus manos y besarlas.

- Quiero decirte de ante mano que deseo pasar toda esta noche contigo.- La veo sorprenderse y sonrio.- No me mal entiendas, solo deseo que duermas a mi lado y amanezcas entre mis brazos una noche más.

- Esta bien, no tengo problemas con ello.- Respondió sonrojada y sonreí para luego ver como llegaban los camareros con nuestra cena.

Disfrutamos de nuestra cena juntos mientras hablábamos de temas triviales en los cuales muy pocas veces tocábamos el asunto laboral, luego de cenar y comer un rico postre, me pongo de pie y le extiendo mi mano.

- Señora Evans, ¿podría acompañarme por favor? - pregunté viéndola y ella sonríe para luego tomar mi mano y ponerse de pie.

- Será todo un placer acompañarlo, señor Evans.- Respondió y sonreí para luego dirigirnos dentro de el hotel y tomar el ascensor. - ¿Pasaremos la noche aquí? - preguntó y asentí.

- Quería que lo hiciéramos en casa pero la verdad es que te hubieras dado cuenta de mi sorpresa.- Respondí mientras la envolvía con mis brazos.

- ¿Y cual es la sorpresa? - preguntó viéndome y sonreí.

- No comas ansias cariño, ya lo veras con tus propios ojos.- Respondí y ella bufo para luego sonreír y asentir.

Las puertas se abrieron en el pasillo donde se encontraban las habitaciones Vip y caminamos por el llegando a la mejor habitación que tenía el lugar.

Me tome mi tiempo para abrir la puerta y luego darle el pase a mi hermosa esposa, quien luego de entrar comienza a ver el lugar.

- ¿*Que te parece?

- Es bonita*.- respondió para luego girar a verme.- *Pero aun creo que no es necesario que gastes en estas cosas.

- Cielo, somos dueños de grandes empresas que recorren el mundo, no podemos dejar de darnos los gustos que deseamos y pese a que esta es mi sorpresa para ti, no quiero ser la clase de esposo que prefiere guardar el dinero a utilizarlo en la persona que ama, invertire cada centavo que te ha y mi tiempo en ti, porque eres la mujer a la que amo y a la única que quiero consentir*.- Respondí y ella sonrió para luego negar y volver su mirada a todo el lugar.- Ven conmigo.- Dije tomando su mano para luego guiarla a la habitación.

Una ves estuvimos frente a la puerta, me giré a verla y le sonreí para luego darle lugar a que entrara.

- Sam..- La escuche decir y aun más satisfecho me acerque a ella envolviendola con mis brazos desde atrás.- *Yo creí..

- Jamás olvidaría esta fecha, la cual es especial para ambos*. - Respondí dejando un beso en su mejilla mientras ella seguía paseando su mirada por el lugar.

- Ame esta sorpresa. - Respondió y reí.

- Cielo, este es tu obsequio de aniversario, no la segunda sorpresa que tengo para ti.- Respondí y ella giró a verme. - Mira, esta es mi segunda sorpresa.- comenté mientras caminaba a la mesita de noche y sacaba de allí un papel para luego extenderselo.

- Es el contrato.- Respondió mientras lo leía.- *Lo.. lo anulaste.

- Si mi amor, lo hice desde que supe que entre tu y yo había mucho más que un simple contrato*.- Respondí y ella me sonrío para luego acercarse a mi y besarme con ternura.- Quiero que lo conserves como una muestra de mi amor por ti.- Añadí luego de romper el beso pero sin romper la distancia.

- *Gracias amor, es la mejor muestra que me has dado hasta el momento.

- Pero no es la última*. - Respondí viéndola sorprenderse y sonreí para luego inclinarme delante de ella y sacar de mi bolsillo la pequeña cajita que había comprado.- La primera ves que dimos este paso, lo hicimos bajo el contrato que mi padre nos obligó a firmar, pero ahora.. quiero que me respondas con la sinceridad de tu corazón y poder darte la maravillosa fiesta que te mereces.- comenté para luego abrir la caja y dejar a su vista el anillo más bonito que escogí para ella.- Amor, ¿Quisieras ser mi esposa?

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