La historia se centra en 12 personajes que descubren que poseen poderes especiales y que son la clave para salvar al mundo. Estos personajes tienen que aprender a controlar sus poderes y luchar contra fuerzas oscuras. La historia se desarrolla en el marco de "La Sociedad de Poder", donde los personajes deben enfrentarse a diversos desafíos y peligros.
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16. ¿Tessier?
EL ABUELO:
Bebí un trago de agua de la botella que me habían servido en el desayuno, antes de contemplar el vacío. Me incorporé, estiré y me acerqué a la pared. Tomé la cuchara con la que había comido, y la clavé con fuerza en la pared, verticalmente.
Llevo ocho días recluido en este sitio. Cada día me siento más deprimido y exhausto. Estoy seguro de que, en algún momento, la tristeza me vencerá, más que cualquier espada de un capitán.
Una voz resonó en el aire:—¡Atención a todos los capitanes, tenientes y miembros de la Sociedad del Poder!—. La voz me sacó de mis pensamientos. Anunciaba que un grupo de intrusos había penetrado en la Sociedad del Poder, y pedía a todos que, de ver a alguien sospechoso, se pusieran a salvo y alertaran a un capitán o teniente. Se comprometieron a solucionar el problema lo antes posible.
Fruncí el ceño, regresando a la cama. ¿Quiénes eran esos insensatos que se atrevieron a infiltrarse en la Sociedad del Poder? Cualquier persona cuerda habría huido despavorida. Pero estos individuos se metieron aquí por alguna razón… ¡qué necios!
TAURO:
Habíamos caminado largo rato sin rumbo fijo. Piscis se había recuperado y podía caminar con facilidad, mientras que Virgo comenzaba a fatigarse, acercándose a la misma situación que la chica.
¿La buena noticia? Sobrevivimos una hora sin sufrir ataques ni heridas, pero intuía que nuestra buena racha no duraría eternamente.
—¿Cómo eran?—inquirió una voz a nuestras espaldas.
—Calculo que eran unos diez jóvenes—respondió un hombre—. ¿Unos quince, quizás?
Todos nos dimos la vuelta al mismo tiempo. Era el mismo grupo que nos había atacado una hora antes, conversando con un joven de unos veinticinco años, cabello castaño y ojos grises. Tenía una expresión decidida, como si estuviera dispuesto a acabar con la injusticia del mundo entero él solo.
—Han hecho un trabajo excelente—afirmó el joven—. Si ven algo inusual de nuevo, no duden en avisarnos—les pidió.
—¡Gracias, Capitán Tessier! —le agradecieron al unísono.
El chico se giró y comenzó a alejarse. Su mirada estaba ausente y su ceño fruncido, como si estuviera sumido en profundos pensamientos. Me quedé paralizado cuando pasó a mi lado, pero me serené al comprender que era invisible.
De pronto, el capitán se volvió de golpe, mirando a través de nuestros cuerpos, como si intentara averiguar quién estaba ahí. Solo después de unos segundos se dio la vuelta y se alejó, murmurando algo ininteligible que sonaba a "creía que había alguien ahí".
—Es Tessier—aclaró Hector a una distancia suficiente para que el chico no nos escuchara.
Parágrafo 3:
—¿Tessier? —pregunté, frunciendo el ceño—. Su nombre es más inusual que el de Hiroshi.
Hector se encogió de hombros, dándome la razón.
—La mayoría de la gente que vivió o vive en la Sociedad del Poder tiene un nombre japonés—explicó el chico—. Por eso es probable que te encuentres con más de una persona con un nombre "poco común"—Hector hizo comillas con los dedos.
—El nombre de Tessier significa "creación y transformación"—añadió Hugo, mirando hacia donde se había ido el capitán—. Su nombre le queda perfecto. Él es el capitán 8, Tessier.
—¿A qué te refieres con que su nombre le va a la perfección?—preguntó Cáncer.
Hector intentó responder, pero Ofiuco gritó, atrayendo nuestra atención.
—¡Grita más fuerte, que no te escucho desde el otro lado del mundo!—le reprendió Hugo, con una mirada gélida.
—¡Miren!—exclamó, señalando a lo lejos—. ¿Esa no es la entrada a la Sociedad del Poder?—preguntó—. Me refiero a donde tienen encerrado a mi abuelo.
Observé el lugar que señalaba, y a lo lejos vi una puerta enorme, incluso mayor que la primera. Esta vez, ocho guardias la custodiaban, con grandes espadas y miradas llenas de odio. Instintivamente me detuve, olvidando por completo mi invisibilidad.
—¿Cómo entramos?—preguntó Sagitario, con voz temblorosa.
—No podemos teletransportarnos, ni entrar sin luchar. ¿Qué hacemos entonces?—susurró Ofiuco, tocándose la barbilla.
—Ojalá alguien tuviera algo que nos ayudara—se lamentó Libra.
—¡Eso es!—exclamó el demonio, antes de tomar el brazo de la chica y salir corriendo.
Intercambiamos miradas, confundidos. Los guardias parecieron ignorar nuestro alboroto, ya que seguían mirando hacia adelante, sin notar nuestra presencia. Unos minutos después, escuchamos pasos detrás nuestro, y vimos a Tessier, el capitán, seguido de ocho capitanes más, acercándose corriendo.
—Síganlo—susurró la voz de Jax detrás nuestro.
—Guau—susurré—. Jax es tan poderoso que puede "lavarle el cerebro" a un capitán.
Caminamos despacio, la mirada fija en el capitán. El joven llegó a las puertas, antes de saludar a los guardias con una gran sonrisa. La mitad de ellos se alejaron de la puerta, mientras que la otra mitad abría con dificultad la enorme puerta.
—¡Entren!—susurró Jax, instándonos a apresurarnos.
Aceleré el paso y crucé la puerta al mismo tiempo que el capitán. Al principio, todo a mi alrededor era blanco, como si hubiese entrado en otro portal, pero mi visión se aclaró a los pocos segundos.
Nos encontrábamos en el mismo paisaje de antes. Seguían existiendo casas por todas partes, pero había muy poca gente afuera. El capitán, a pocos metros de nosotros, giró la cabeza y empezó a mirarnos, como si se diese cuenta de que estábamos ahí.
—¿Dónde están?—preguntó el chico, con voz ligeramente grave—. No los veo.
—¡Buen trabajo, Libra!—exclamó el demonio, palmeándome el hombro.
—¿Qué?—preguntamos todos al unísono.
No hubo tiempo para más preguntas, pues Tessier comenzó a cambiar al instante. Su cabello se alargó, su piel se oscureció ligeramente, y sus músculos desaparecieron, dejando paso al cuerpo de Libra. Segundos después, la chica estaba frente a nosotros, con una gran sonrisa.
—¿Entonces?—preguntó la chica, riendo—. ¿Les gusta mi segundo poder?
Asentimos todos sorprendidos, antes de volvernos para mirar al demonio, quien nos miraba avergonzado, rascándose la cabeza.
—Se me había olvidado decirles eso—se disculpó—. Todos ustedes poseen un poder, el de su madre o el de su padre. Cuando una pareja tiene un hijo, la madre puede usar el poder de su esposo cuando quiera, y viceversa.
—¿Y qué pasó con Libra?—preguntó Aries, sorprendida.
—Los hijos suelen heredar el poder de su padre o de su madre—explicó el joven—. Pero hay excepciones donde el hijo obtiene ambos poderes. Ese es el caso de Libra.
—¡Qué suerte!—exclamó Cáncer, sorprendido.
—No me importa tener uno o dos poderes—argumentó Libra—. Formo parte de vuestro equipo, y aunque no tenga poderes, haré todo lo posible por salvar al abuelo.
—¡Qué admirable!—exclamó una voz a nuestras espaldas—. Lamentablemente, hoy tendrán que morir.
Todos nos dimos la vuelta al mismo tiempo, encontrándome con un grupo de tres personas. El que parecía ser el líder era un joven muy musculoso, con cabello negro y ojos marrones.
Aquí tienes una paráfrasis de los párrafos, manteniendo un estilo similar al original:
Tenía una gran herida en la cara que inmediatamente captó mi atención: comenzaba sobre su ojo derecho, pasaba por él y terminaba al principio de la mejilla.
Al ver a esa persona, sentí un escalofrío recorrer mi espalda, pero la sensación empeoró al darme cuenta de que ya no éramos invisibles.