Daiana Anderson Greco es hija mayor de Alejandro Anderson y Sara Greco Alvarez , conoce a Dante Wesley en la mansión de su abuela como el hijo del jardinero .
En el primer momento en que se vieron se enamoraron tuvieron una relación pero la envidia y las mentiras de los demás .
Lograron que ellos se separaran , pero después de seis años por cosas de la vida se vuelven a encontrar el como un gran ceo y ella como la poderosa ejecutiva .
Dónde el amor está ahí vivo en cada uno de ellos , ¿ que sucederá cuando se vuelvan a ver ?...
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CAPITULO 17
—Lo malo de caer en las bajas pasiones es que te enredes en los brazos del hombre que amas.
Llegué a casa y todos están dormidos, voy a mirar a los niños y encuentro a Valeri despierta.
—¿Princesa?
—Mami, por fin llegas.
—¿Qué haces despierta?
—Mami mañana me llevas, a la empresa, por favor.
—No me hagas pucheritos, mi terremotico. ¿Quieres estar junto a tu papá mañana?.
—Sí, mami, me llevas mañana.
—Está bien, mi pequeña hermosa, pero tienes que dormir, tenemos que madrugar. Te amo, hija.
—Yo también te amo, mami. "Le doy un beso en la mejilla."Me arropas, mami.
—Hasta mañana, mi amorcito.
Salgo de la habitación de Valeri, llego a la sala, me sirvo una copa de vino y miro por la ventana.
Una sonrisa sale de mis labios. "Sigues siendo mi príncipe azul, Dante. Te amo, mi jardinero hermoso."
Sigues causando las mismas sensaciones desde que te conocí.
Son tantas cosas juntas que no sé qué hacer. Mis planes de hacerlo sufrir, creo que ya se desvanecieron. Lo amo con todo mi ser.
—Daiana ¿estás tan sumergida en tus pensamientos que no me has escuchado?.
Hablar y mucho menos escuchar lo que te pregunté.
—Mi vieja amiga yo pensé que estabas dormida.
—No, mi querida Daiana, te estaba esperando. La verdad es que estaba preocupada, nunca llegas a esta hora.
Daiana, sigues preocupada por la presencia del padre de los niños, por Dante.
—Suspiró con pesadez, no puedo negarlo más, Darla. ¡Yo amo a ese hombre!
Sabes, Darla , que me pidió perdón, que todo fue un malentendido.
—¿Qué piensa hacer, mi querida amiga?.
—Todavía sigo enamorada de él, pero no quiero dejarle las cosas fáciles y caer como una tonta en sus brazos.
Él me hirió, él me rompió el corazón. Tengo miedo de que me vuelva a dejar, que desaparezca. No quiero ver a mis niños sufrir.
—Daiana , solo puedo decirte que él te ama, tú lo amas. Los niños están locos por tener a sus dos padres juntos y con ellos.
Han estado separados por muchos años por culpa de una mentira. Ya han sufrido demasiado por estar separados. Dale una segunda oportunidad.
—Tienes razón, Darla, pero un poco de indiferencia no está nada mal.
Darla, no pude evitarlo, me acosté con Dante, por eso llegué tarde.
—En serio, loca, jajaja, por fin tu cueva está sin telarañas, jajaja—doy saltitos de alegría.
—Deja de saltar, te pareces a Valeri cuando anda feliz. Y no te burles. Fue maravilloso. Con eso me basta para darme cuenta de que nuestro amor sigue intacto. Yo diría que se fortaleció más.
—¿Pero? Daiana, te conozco, algo más pasa por esa cabecita. ¿Quieres otra copa de vino?
—Sí, dame más vino,—me siento en el sofá.
Darla, tengo miedo de salir lastimada de nuevo, de que esto sea un sueño donde él vuelva a desaparecer.
—Él te ama, Daiana. No te puedo decir que no tendrán momentos duros, pero tienes que luchar por tu familia, por el amor de ustedes. Además, quienes los separaron fueron unas personas que planearon las cosas.
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Mientras en otro lugar de la ciudad, Darius llega a un edificio junto a Dante.
—Te lo advierto, Dante, no le vas a decir a Daiana que la traicione por información.
—Entramos al edificio, con Dante. ¿Por qué tenemos que caminar por este pasillo?.
Escucho que le suena el celular a Dante.
—Hola, H.
—¿Dónde estás, Dante?
—Estoy saliendo al otro lado del edificio que me dejaste.
—Dos motos. Le preguntas a Darius si sabe manejar la moto.
—¿Dónde estás tú?
—Estoy en la otra esquina de la cuadra. Apenas pasen ustedes dos, los escoltamos.
—¿Tú y quién más, H?
—Mi melliza, H, mi hermana A.
—Ya salimos. Veo las dos motos. Gracias.
—No cuelgues. ¿Cómo está mi hermano?
—En luna de miel con tu amiga Darla. Yo creo que serás tía muy pronto. Jajaja.
—¡Idiota!
—¿Por qué me miras tanto, Darius?
—¿Con quién hablabas? ¿Por qué salimos a otra cuadra?
—¿Sabes manejar la moto, Darius?
—¿No me vas a contestar mis preguntas, Dante?
—No, lo sabrás cuando lleguemos. Responde, ¿sabes manejar la moto, sí o no?.
—Sí, sé manejar la moto.
—Entonces, sube y vámonos.
—Victoria, hija, ¿qué haces mirando por la ventana? Deberías estar durmiendo, es tarde, Vick.
— Mami estoy esperando al tío Dante, él me dijo que vendría con papa.
— Hija, ya es muy tarde y... mira, mami, llegaron dos motos. ¡Es papá, papá!
— Victoria, salgo corriendo detrás de ella. Victoria, hija, espera, no sabemos si tu tío Dante le dijo de ti. ¡Victoria!.
— Papá, papito, escucho los gritos de una niña. Me volteo y veo una pequeña corriendo ¿hacia mí?
— Es tu hija, Darius. Ve a saludarla. Me quedo en shock. Es hermosa. Entonces le abro mis brazos y me agacho para recibirla.
— Papi, no puedo ocultar mis lágrimas. Tengo a mi hija en mis brazos, mi pequeña. Doy vueltas con ella.
— Papi, por fin te conozco, Vicky. Escucho la voz de mamá. Entonces le digo a papá: es mamá.
— Volteo a mirar y ahí está la mujer que amo. Así que bajo a mi hija y abrazo a Janeth. Donde los dos nos abrazamos y lloramos. Perdóname, mi amor, por no cuidarte. Te pido perdón.
— No llores, mi cielo, no es tu culpa, Darius. Te amo, mi príncipe.
— Mía, eres mía, mi hermosa luz que brillas para mí. Me aparto un momento para mirarla. Estás más hermosa que antes. Te amo, mi reina.
La beso y ella me corresponde profundizando nuestro beso, olvidando que no estamos solos .
—Veo a mis padres abrazados, pero luego dándose un beso en la boca. ¡Guácala, papi, mami, los veo mirarme y sonreír!
—Me da pena interrumpir, pero tenemos que hablar. Así que todos van a la sala y Vick a dormir.
—Pero tía Helena.
—Pero, mi niña, es muy tarde.
—Tía Hanna, por favorcito.
—No te rías, Alma.
—Cálmate, hermanita.
—Ángel, hermanito.
—Yo no sé nada, Helena.
—¡Traidores!.
Helena
Hanna
Alma
Ángel
—Ustedes son los hermanos de Hernán y los primos de Daiana...
Continuara...
En qué mundo de crío esa mujer 😡😡😡😳😳😳⭐