Desde Que Llegaste, Mi Vida Cambiaste

Tres días después

Las vacaciones de todos seguían sin ningún problema, Matteo no dejaba de trabajar, aunque no como siempre, pero sí tenía responsabilidades que no podía dejar a un lado.

En esos tres días, Arturo y Roberta no paraban de tener esos encuentros en todo lugar posible, una aventura de dos amigos siendo amantes, Arturo estaba cada vez más enganchado a ella.

Los revoltosos y traviesos niños, se ganaban el corazón y el amor de todos en ese lugar, no había amigos de la familia que pensarán que de verdad eran hijos de Matteo, para todos era pura coincidencia.

_Solo lo hago por Frederick y mi abuela, pero es obvio que a esa señora no le agrado para nada._

Roberta y Andrómeda se sentaron a su lado.

_Oye, ¿crees que esa chiquilla esté en la cena?_

Roberta ya tenía muchas ideas en la cabeza.

_No empieces, no estamos en nuestro territorio._

Hablo Andro en tono amenazante.

_Pero si en el mío, así que pueden hacer lo que quiera._

Matilda no tenía problema en resolver cualquier problema causado por ellas, los Minutos pasaban y ya la familia Santos se dirigía a casa de la familia de Frederick, quien sudaba de los nervios, lo menos que deseaba era que su madre se portará mal con su amor.

_¿Oye, si mis niños dicen algo que no deben, sería grave?_

Pregunto Andrómeda en susurros.

_Cualquier problema que formen, yo lo resuelvo._

Matteo respondió y le dio un beso en el cuello.

_Este hombre solo me provoca._

Susurró Andro para ella, para luego seguirlo a la camioneta, mientras todos Iban pensando en cómo sería la cena de compromiso, Emma empezaba a idear sus travesuras, el escuchar conversaciones ajenas, tenía trabajo que hacer y su hermano era su cómplice, si o sí.

_Adelante Matilda, quise recibirte yo mismo._

El anciano habló emocionado, todos pasaron siguiendo a los ancianos, los mellizos se susurraban, Manuel peleando con su hermana por el plan que tenía.

Todos pasaron al comedor y justo como las chicas imaginaban.

_Buenas noches, perdón, no sabía que tenían reunión..._

Hablo Ana tímida y apenada.

_Hola Ana, disculpa mi niña, no quise..._

_Ya que llegaste Ana, siéntate, mi madre te ve como familia._

Hablo Frederick con una sonrisa fingida, la chica tomo asiento al lado de su madre, las miradas de las chicas chocaron.

La cena pasó entre chistes y anécdotas de la niñez de todos ellos, Ana no perdía tiempo, nombrando momentos de fred y ella, pero muy aparte de Mati molestarse, le seguía la corriente, logrando que se molestará ella.

_ Atención._

Hablo el abuelo de Fred.

_Agradezco mucho tu amistad y la confianza que tuviste con mi nieto, esta es una noche muy importante para mí._

Todos sonreían, menos Ana y la madre de Fred.

_Agradecida estoy yo, de poder tenerte como amigo y de saber que tu nieto cuida a mi nieta._

Matteo veía como su abuela lloraba y se llenaba de emoción.

_Solo espero no tener que venir seguido a secar las lágrimas de mi hermana y cortar una parte de tu cuerpo._

Hablo Matteo muy serio, pero igual hizo reír a todos.

_Tio Fred, ella es tu novia también? ¿Por qué ve tan feo a mi tía Mati?_

Emma interrumpió a los mayores dejando apenada a Andro y Robe con una sonrisa.

_Qué cosas dices niña, yo soy una amiga..._

_Pero odias a mi tía, quieres quitarle su novio._

Esta vez se unió Manuel.

_Emma y Manuel..._

Matteo la tomo por el brazo, para que los dejara hablar.

_Me parece una falta de respeto que estos mocosos hablen..._

_Más descarada que ustedes dos no lo creo mamá, te dije muy bien que esa cena era muy importante, donde les presentaba a Matilda como mi prometida y no perdiste tiempo en llamar a Ana para molestar._

Fred se levantó y salió para tomar aire, seguido por Matilda, Emma no se quedó tranquila y se acercó a Ana, tomo la copa de vino y se la echo encima.

_ No le vas a quitar el novio a mi tía Mati._

Matteo en ningún momento dejo que Andrómeda se metiera y ya estaba molesta, mientras que Arturo y Roberta aguantaban las risas.

Mientras la cena se convirtió en una discusión, Emma y Manuel fueron a consolar a Fred, poco a poco se fueron y para que los niños no fueran engañados y castigados, Matteo los mando con Mati y Fred.

_Ya no te molestes, con mis niños y esa mujer se lo merece._

Andro volteo con una sonrisa de burla.

_ No es gracioso, deben respetar a los mayores._

_Solo será esta vez..._

Matteo se acercó y tocó su mejilla, sus dedos tocaron sus labios, Andro cerró los ojos, ese hombre la tenía loca de ganas por besarlo y tenerlo todo.

Sus labios se unieron, pero como siempre, la llegada a su destino los obligó a detenerse.

_Juro que si me dejas con las ganas otra vez, no dudaré en buscarme al primero que encuentre y solucionar ese problema._

Andrómeda se bajó molesta, dejando a Matt celoso y molesto a la vez, al llegar a la sala, sus niños ya estaban dormidos, salvados por la campana de ser regañados y castigados.

Matilda decidió hablar con Fred y darle ánimos, ella siempre estaría para él, apoyándolo en la decisión que tomara.

La madre de Fred era regañada por el abuelo, si seguía en esa actitud, la sacarían de la familia, dejándola en manos de Ana, de esa manera se diera cuenta de que esa chica solo tenía una obsesión por Frederick.

Andrómeda hablaba de todo lo que estaba pasando con Matteo, la amenaza que le había hecho y su amiga solo reía, ya que eso nunca había sucedido, ninguna se moría por amar a alguien y mucho menos Andrómeda que el amor y la fidelidad, para ella solo eran sus tesoros.

_Mejor prepárate, estoy segura de que ese hombre no te perdona la próxima oportunidad._

_Ojalá amiga_

Respondió Andrómeda haciendo reír a Roberta, ellas siguieron con sus charlas, mientras Fred disfrutaba de su novia y futura esposa.

_Fred... Mi abuela._

_No puedo aguantar hasta la boda._

Eso de esperar a la boda, no era una idea que a él le agradara mucho, tener a Matilda a su merced, poder saborear cada parte de su cuerpo, era un verdadero placer.