Matrimonio Hackeado

...Matías Blanco...

Ante las evasivas de Isabella decidí mejor ir a verla para saber que sucedió y saber para cuando será la boda.

Voy a verla y me abraza para luego besarme pero lo más llamativo además de su excesivo cariño es que lloraba como si hubiese fallecido alguien, tal vez hasta más.

Lo que me explicó a continuación me enojó muchísimo, estaba casada de un modo que no tenía lógica pero eso no era todo sino que por orden de un juez debía convivir con su esposo. Si así era ni yo como abogado podía ayudarle, un juez era la máxima autoridad.

Debí mostrar mi mejor rostro y mantener la calma. Cuando hallara una forma de solucionar ésto lo haría mientras ella viajara con el idiota ese.

Todo solo se estaba complicando más y más. Lo peor sería que tendría que seguir escondiendome de los investigadores que mi estúpido suegro tenía detrás mío.

Desde que se enteraron de que nos casaríamos así no estuvieran de acuerdo casualmente había alguien siguiéndome a cada sitio que fuera.

Debía ser extremadamente cuidadoso al verme con Rebeca y tener una intachable conducta profesional o mi única oportunidad se iría a la basura.

Me retiré después de verla y tranquilizarla. Me fui realmente furioso a casa de mis padres dónde Rebeca estaba esperándome porque sabía que siempre que veo a Isabella necesito que me calme como solo ella sabe hacer.

Entré y mis padres quisieron de inmediato saber cuándo era la fecha de boda pero cuando les dije que serían seis meses pusieron el grito en el cielo.

Rebeca se mantenía serena para saber que estaba pasando, tal como si no le interesara en lo más mínimo.

Cenamos todos en un silencio sepulcral dónde en un par de oportunidades mis padres dijeron que no servía ni para enamorar a una estúpida malcriada y lo incompetente que era, que se avergonzaban de tener un hijo tan inútil

Nos fuimos a mi cuarto que está en la planta baja Rebeca y yo mientras que mis padres fueron a su habitación en la planta superior. Allí comenzamos a besarnos para calmar mi frustración.

Ella me comenzó a masajear los hombros después haciéndome un masaje que acabó en parte con mi tensión acumulada y después culminó en un salvaje final feliz.

-Estoy cuidándome- me había dicho antes de ponerme protección la segunda vez

-Ya sabes las reglas, siempre me cuidaré, no quiero sorpresas

-No confías en mí luego de tanto tiempo

-Soy abogado cariño, hasta el más inocente resulta culpable más de una vez

Desperté temprano para mandarle un mensaje a mi millonaria, incluso busqué una canción súper romántica para enviársela. Ahora más que nunca debía enamorarla a como diera lugar para que en seis meses siguiera más que decidida a ser mi esposa.

Esperé obtener su respuesta hasta que se hizo tarde cuando finalmente los tildes aparecieron, seguro no tenía cobertura. Cuando aparecieron los tildes su respuesta no demoró en llegar profesando su amor con varios corazones y emojis de besos.

-Es una idiota- murmuró Rebeca comenzando a tocarme

-Y tú una sinvergüenza que quiere su merecido

-Siempre dispuesta para ti