Luca pierde la cordura en un viaje de trabajo por California, al cruzarse en su vida con una joven mujer.
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Capitulo 17
Luca salió del lugar y se subió a su auto con rumbo a la casa de Zhavia, ya era entrada la madrugada, pensó que quizás podía llegar a encontrarla.
- Debo regalarle un teléfono, es lo primero que haré mañana.- Se dijo así mismo mientras manejaba algo apurado. Zhavia no tenía teléfono celular, por lo cual la única forma de contactarla era en su casa o aventurarse a dar con ella en la playa, pero al ser de noche y estar un poco fresco, seguro esa no era una opción en este momento. Luca condujo, y cuando estaba cerca de la dirección, recién ahí se tomó un tiempo para pensar.
- Qué estoy haciendo?. Qué mierda estoy haciendo?!.- Se dijo Luca a sí mismo en voz alta mientras bajaba la velocidad. Pensó que era una mala idea, ni siquiera sabía porque no había parado de pensar en Zhavia, ella no le había dado demasiada trascendencia al momento que habían compartido, o eso pensó él. Luca dudó entre dar la vuelta e irse al hotel o seguir el camino a la casa de ella, al final decidió ir, ya que estaba cerca. Paso bajando la velocidad, por el frente de la casa y vió todas las luces apagadas, dió por sentado que ella estaría durmiendo y no quería molestarla. Luego pensó que se vería muy desesperado yendo a la madrugada a buscarla y se arrepintió de haber ido hasta ahí, de haber dejado a la modelo de Victoria's Secret, y en ese momento recordó que antes de ella estaba con una morena. Un suspiro lo abandonó y dió la vuelta con el auto, en dirección al hotel.
Luca llegó y se acostó a dormir, solo quería que amanezca y comprarle un maldito teléfono a la mocosa hippie.
- Quién puede no tener teléfono hoy en día? Qué chica de 16 años no tiene teléfono hoy en día?!.- De decía a él mismo mientras estaba acostado con sus brazos cruzados detrás de la cabeza. El día llegó y quería hacer todo rápido, desayuno antes de que bajen Fabrizio y Bruno para poder irse sin tener que dar demasiadas explicaciones por lo de anoche y por qué se iba en se momento. Salió en su auto y busco un local de venta de celulares, compro el último modelo, el más caro y moderno y luego se dirigió rumbo a la casa de Zhavia. Era temprano en la mañana, pero bastante temprano como para que esté en la playa, por eso pensó en ir a su casa y seguro encontrarla allí.
Al llegar, se bajó y camino con paso firme por la acera, pasando aquella cerca de alambre y esa puerta que siempre estaba abierta Proque estaba rota, pensó que lo que menos brindaba era seguridad. Llego a la puerta de entrada y golpeó y se quedó esperando, se sintió algo nervioso. Luego recordó que ella no vivía sola, vivía con Arturo, le dio algo de pena que fuera él quien abriera y lo viera ahí en una actitud casi desesperada, pero las ganas de ver a Zhavia eran más fuertes que la vergüenza de que lo viera aquel chico. Se quedó firme y volvió a golpear. Luego de un rato la puerta se abrió y quién asomaba era una Zhavia completamente dormida, que se refregaba los ojos, e intentaba mirar con dificultad.
- Luca?.- Dijo ella algo perdida.
- Si, buen día..puedo pasar?.- Pregunto él ya que ella estaba como piedra en la puerta.
- Si, pasa.- Y ella entró dejando la puerta abierta para que él pase. Luca entro y cerró.
- Paso algo? Por qué viniste tan temprano?.-Dijo ella aún dormida. Luca la miraba y le parecía la cosa más hermosa que había visto. Estaba ahí toda despeinada, con una remera grande, y un short, descalza. Sus piernas eran perfectas. La remera denotaba que ella no llevaba brasier y podía ver sus pezon*s duros a través del algodón. Zhavia se quedó ahí quieta dejando que el la observe y luego le dió una sonrisa.
- Te quería ver, desde ayer quería verte. Vine en medio de la noche a tu casa, estaba todo apagado y supuse que dormías.- Le dijo él acercándose a ella.- Quería estar contigo, no sé porqué, no me lo preguntes, no tengo respuesta a eso.- Ella se acercó, y le dio un pequeño beso y él lo correspondió, y luego la tomo por sus mejillas con ambas manos y le dio un beso más profundo.- También vine a dejarte esto.- Y le dió una bolsa.
- Que es?.
- Ábrelo.- Ella lo miró confundida, y abrió la bolsa, sacó la caja y vió que era un teléfono.
- Un celular?.
- Si, necesito que lo tengas, es más fácil ubicarte de esa forma.- Ella lo miró, le aprecio raro lo que le dijo.- No quiero controlarte, solo poder ubicarte cuando quiera verte. Es una tortura no saber dónde estás, y vives demasiado lejos del centro solo para venir y que no estés.
- Y quien te dijo que quiero ser ubicada?.- Le dijo ella pícara.
- Sé que quieres que te encuentre para lo que quiero hacerte una vez que te tenga conmigo. Sabes que lo quieres.- Le dijo él pícaro acercándose y tomándola por la cintura.
- Cuánta confianza.
- Está mal que la tenga?
- No, me gusta que tengas confianza, a qué seas soberbio.- Le dijo ella y apoyo su cara en su pecho. Él acarició sus cabellos e hizo una mueca divertida con su cara por lo que ella le dijo.
- Bueno, en ése caso, me gusta cuando eres una chica tierna, mucho más a cuando eres una mocosa insolente.
- Quizás, al final , si puedas educarme.- Le dijo ella pícara. Lo tomo de la mano y lo sentó en el sofá, se sacó el short y sus bragas y se sentó a horcajadas en él. Luca se mordió el labio ante la escena. Le encantan que ella fuera quien tomará la iniciativa, que solo lo hiciera y no diera tantas vueltas. Era tan directa que hasta eso se le hacía sensual y sexi, no necesita un baile erótico para ir desprendiéndose de su ropa, lo hacía y listo y luego era ella quien marcaba el ritmo.
Ella se subió encima de él y empezó a besar su cuello, le daba pequeños besos y algunas lamidas, Luca sentía que su virilidad estaba prendida y ya no podía estar guardada, la tela del jean era lo único que le impedía no estar dentro de ella con lo duro que estaba. Sintió que mojaba su boxer de lo excitado que estaba, necesitaba ya estar dentro de ella, desnudo junto con ella, sentir su piel con la suya, sus caricias. La quería ya y de todas las maneras posibles.