Un Simple Contrato Matrimonial.

Narra Francisco:

El trayecto de regreso fue incómodo por así decirlo. No logro entender cómo debo de hacer para acercarme a Cristal, parece que todo lo que digo es incorrecto y es mucho peor si lo hago. Porque me tengo que enfrentar a ver su cara decepcionada o de disgusto por cada cosa que yo intento hacer por ella.

Lo que comienza a sacarme de quicio total, ya que últimamente Cristal no sale de mi cabeza por este motivo. Porque ella es un misterio indescifrable para mí.

Intento mantener la concentración en el camino hasta que vi quien era la persona que me estaba llamando. Sin dudarlo frene y me baje de inmediato para responder..

📱Constanza de verdad eres tú.

📲 Por supuesto que soy yo Francisco quién más podría ser. Me enteré de lo que sucedió, llamaba para saber si estabas bien.

📱Dime por favor que todo fue una mentira de ese tipejo, asegúrame de que no te involucraste con esa clase de hombre.

📲 Solo puedo decir que estaba borracha, y que todo pasó antes de que me diera cuenta. ¿Es verdad que estás casado?

📱.....

📲 No lo podía creer cuando Mark me lo comentó, incluso pensé que era una mala broma de él para molestarme, pero ahora que no escucho tu respuesta me queda claro de que todo era verdad.

📱No es lo que piensas, mi familia arregló el matrimonio.

📲 Eso no cambia el resultado Francisco me alegra saber que estás bien y que ahora hay alguien en tu vida para cuidarte, así que por favor no sigas haciendo esta clase de locuras.

📱 Constanza no cuelgues por favor... Yo todavía te amo.

📲 Lo mejor que nos pudo suceder a los dos fue acabar Francisco. Nosotros no podíamos estar juntos, y eso ahora es un hecho irremediable. Adiós.

No maldición no cuelges, todavía hay tantas cosas que quiero decirte. Por favor Constanza no me dejes otra vez solo, yo no sé cómo vivir con tu ausencia.

Extraño tu sonrisa alborotada, tu cabello desalineado por la mañana, tu cuerpo caliente junto al mío. No quiero perderte.

Me quedo sentado a la orilla de la carretera observando la llamada finalizada en la pantalla del celular mientras unas cuantas lagrimas caen. Cuando por fin vuelvo en sí subo al auto nuevamente, y veo a Cristal durmiendo.

Me gustaría odiarla con todas mis fuerzas, ya que esto es su culpa por aceptar este matrimonio, pero de cierta forma no puedo hacerlo. Aunque en este momento sí estoy muy enojado con ella por el simple hecho de que existe, y de qué es la usurpadora del puesto de Constanza.

Me quitó la chaqueta y la cubro un poco mientras vuelvo a iniciar el camino de regreso a casa. Al llegar me doy cuenta de que tal vez esto ya no tenga arreglo, de que quizás Constanza esté mejor lejos de mí, y que yo al igual que ella debería de seguir adelante dejando el pasado atrás.

Tomo entre mis brazos a Cristal quién parece estar en coma, y la llevo hasta su cuarto mientras la meto a la cama me dejó caer a su lado, y por un instante cierro los ojos intentando descifra qué es lo que tengo que hacer a continuación.

▪▪▪▪

Apenas y logro despertarme antes de que la alarma de su mesita de noche suene, me quedé dormido en profundidad junto a ella sin darme cuenta.

Me levanto despacio y salgo sin hacer ruido o estoy seguro de que se volverá loca pensando lo peor de mí.

- Buenos días, señor.

- Olga acaso quieres matarme del susto.

- Lo lamento, pensé que me vio venir. Ya tengo su licuado listo, y ya prendí las máquinas en la sala de ejercicio.

- Gracias, dentro de unas horas vendrá un jardinero a arreglar todo afuera, por favor atiéndalo.

- Entendido, señor.

- Y por nada del mundo dejes que Cristal vea lo que está haciendo.

- Cómo usted lo ordene.

- ¿Puedes prepararle un desayuno abundante? Anoche casi no comió nada, y también estaba muy cansada.

La veo sonreír ampliamente antes de comenzar a bajar las escaleras. - No sé preocupé, yo cuidaré bien de su esposa.

De seguro lo malinterpretó todo, pero tampoco estoy de ánimos para explicarle que entre Cristal y yo no sucedió nada de lo que su cochina mente está imaginando.

De seguro mi madre estaría muy feliz si supiera esto porque también pensaría cosas inapropiadas, menos mal no está aquí.

Narra Cristal, 30 minutos después:

Siento la alarma sonar insistentemente y un fugaz recuerdo viene a mí. Se suponía que yo estaba durmiendo en el auto. ¿En qué momento llega a casa y me metí a la cama? Por alguna extraña razón esta se siente más desordenada de lo habitual, y con un perfume que claramente no me pertenece a mí.

Me levanto y luego de un baño bajo a la cocina para encontrarme a Olga con la mesa llena de comida.

- Buenos días.

- Señora ya tengo su desayuno listo.

- ¿Por qué tanto de repente?

- Su esposo así lo pidió.

Mientras me siento escucho los pasos de Francisco atrás de mi espalda.

- Buenos días, Cristal.

- Buenos días. ¿Tú me llevaste a mi cuarto anoche?

- Quien más podría. ¿Olga?

- Si tomo en consideración qué abusas de su buena disposición y la mantienes corriendo de un lado para otro en las noches.. Sí tal vez fue Olga.

- Ja ja ja De verdad no lo dejarás pasar nunca.

Eso sí que dio miedo, no sé si fue una sonrisa de alegría o de amenaza.

- Bueno ya me voy, nos vemos en la noche, y si no es mucho pedir me prepararías otra vez ese guiso de res por favor.

Miro a Olga y de regreso a Francisco. ¿Acaso esto es un sueño y todavía no despierto? O puede ser incluso más tétrico. ¿Qué tal si sufrimos un accidente automovilístico y ahora estoy en coma?

- ¿Lo puedes hacer o no?

- Si puedo.

- Gracias.

Me abofeteo ambas mejillas intentando reaccionar. - Olga tú escuchaste bien lo que dijo Francisco pidió.

- Le pidio que hiciera el estofado de res nuevamente.

- ¿Pero me lo pidió a mí?

- Efectivamente, señora.

Hoy sin dudas va a ser un día de locos.