Frontera Roja

El agente que ayudó a Klea a capturar la secuestradora, conduce a Victoria en condición de arrestada hasta la oficina del juez de menores, quien estaba emitiendo unos documentos por correo electrónico. Fue interrumpido, pues el agente entró con la secuestradora sin tocar la puerta.

- ¿No te enseñaron a tocar la puerta? - está molesto por esa actitud.

- Lo lamento su señoría, pero Victoria Burga ha sido arrestada en modo infraganti por secuestro de menores.

- ¿Cómo? – le suena imposible – señorita Burga ¿Es eso cierto? ¿Tiene idea del problema en que se ha metido?

- Ese hombre está loco, yo no he hecho nada. – se defiende.

- Su señoría, la policía antisecuestro está a escasos minutos de aquí, ellos fueron notificados por los padres de la intendente Vergara. Ella fue al hospital para llevárselo.

- ¿Secuestro de menores en un hospital? – le suena aún peor – Agente Moreno ¿Dónde está Klea?

- En el hospital, el niño debe reanudar su tratamiento.

- ¿Quién es el niño? – con severidad pregunta al agente, no quiere escuchar ese nombre

- El menor es identificado como Kader, su señoría.

- El menor está bajo mi tutela por su condición de migrante, si lo que dice es cierto tendré que procesar Victoria Burga por el delito de secuestro de menores.

- La intendente Klea ha dado instrucciones, ella ordenó que la arrestada debe permanecer aquí, bajo mi custodia hasta que la policía antisecuestro aparezca.

- De modo que tú estás encargado de entregar a la señorita.

- Sí, su señoría.

El juez de menores, no lo cree, jamás hubiera pensado que ella fuese capaz de haber cometido semejante delito. Mientras respira hondo en modo de asimilación de la noticia, los agentes especialistas en secuestros llegaron para llevarse a la detenida. De los tres hombres uno es quien habla.

-Buenas tardes, - se identifican los tres con sus credenciales – somos del área antisecuestro. Interpol nos ha notificado que aquí tienen bajo arresto a Victoria Burga por secuestro de menores.

- Pasen. – contestó el agente que está de turno haciendo guardia.

En el interior la policía saluda a los migrantes y pide información a los agentes.

-Buenas tardes, estamos buscando a Victoria Burga ¿Dónde la tienen?

- En la oficina del juez de menores. En la planta superior.

- Suban. – dio la orden a sus hombres.

En la escalera se cruzan con Alejandro, se saludan, pero él ignora por completo la presencia de los uniformados. El jefe busca la puerta y lee el letrero “Juzgado de menores”, tocó la puerta y enseguida el juez le abre la puerta.

-Señores, ¿en qué le puedo ayudar?

- ¿Dónde está Victoria Burga?

- Pasen – ya no hay nada que se pueda hacer, al juez se le cae la cara.

- ¿Agente Moreno?

- Sí, señor. – se reporta.

- Está de aquí ¿Es la arrestada?

- Sí, señor.

- Levanténla. – ordenó a sus hombres.

Los otros obedecen de inmediato, pero la detenida se opone.

- No me toquen… suélteme… le voy a decir a mi novio para que sean despedidos.

- Usted está detenida por el secuestro de menores. Fue arrestada infraganti, todo lo que diga será usado en su contra.

- Tengo mis contactos… esto es un abuso de autoridad… mi novio me sacará de aquí, ya verán. Mis padres son amigos de los jueces, quedarán en ridículo… porque no saben quién soy.

- Tenemos las pruebas, y todo lo que diga será usado en su contra, no lo olvide.

La detenida es sacada a la fuerza. Ella se está hundiendo sola, pese a la advertencia de que todo lo que diga será usado en su contra, está revelando de lo que es capaz de hacer con tal de salir limpia. El juez de menores tiene un mal concepto de Victoria, pensó que era inteligente y posesiva, pero no pensó que fuera tan tonta. El agente Moreno también sacó sus conclusiones.

Ella hacía escándalo, todo el mundo veía el gran espectáculo de Victoria Burga, la tóxica dejará de molestar por un rato.

Victoria grita, intenta zafarse del agarre de los agentes, como si le despellejaran viva grita el nombre de Alejandro.

-Alejandro, ayúdame… Alejandro me llevan… sácame… Alejandro ven, Alejandro ayúdame.

Alejandro escucha esos gritos, sabe que se trata de Victoria, pero su celular suena y el juez de menores le escribió: “cometió delito de secuestro” al ver en la pantalla el mensaje, no se mueve, dejó que la policía haga su trabajo.

Ante los ojos del mundo, por así decirlo, se supo del delito, Victoria pasará a ser llamada Vencida Burga, ella quedó expuesta y con ella también su familia, muy pronto lo sabrá todo el país, fue capturada por la policía antisecuestro, por órdenes de interpol, porque su protegido fue secuestrado.

En estos momentos, todos miran a Alejandro, como quien diría ¿Qué vas a hacer? Tu novia ha secuestrado a un niño protegido por Interpol. Ese tipo de secuestro tiene más peso que cualquier otro secuestro, no es un huérfano kurdo de por allí, no es un hijo de un empresario, es un protegido, ese título de por sí ya es fuerte, ahora se le agrega la entidad de Interpol, mucho más.

El asunto no solo es grave, sino delicado, el niño está con un cuadro depresivo, está con traumas de un largo viaje migratorio ilegal. El niño solo pronuncia la palabra mamá en su idioma, tantos días sin ver a su verdadera madre lo enfermó.

Alejandro sube las escaleras, se siente atacado con tantas miradas encima, su homólogo fue a verlo en su oficina.

- ¿Qué sientes Alejandro? – se preocupa.

- Todo el mundo me pone los ojos encima, siento una enorme presión.

- ¿Qué piensas hacer? Ella se metió con mi protegido y con Interpol, la policía tiene pruebas.

- ¿Tu protegido? – no entendió.

- Se metió con mi protegido, Kader, el niño kurdo, es mi protegido y está enfermo, se metió con Klea, y meterse con Klea es meterse con Interpol. En resumen, ella está dos veces jodida. Ahora responde a mi pregunta ¿Qué piensas hacer?

- Si la policía dice que hay pruebas, que hagan lo que tengan que hacer.

- O sea que si no hay pruebas… - lo somete a presión

- Los ayudo a encontrarlas. Delito es delito, si Interpol lo dice, se hace.

- Klea la va a destruir. Son némesis declaradas a muerte, y la intendente no va a desperdiciar esta oportunidad.

- Eso va a perjudicar a su familia, Victoria ha caído muy bajo. Siempre la he visto como una tonta, pero nunca imaginé que fuera tanto.

- Si el caso es llevado al tribunal, tendré que abogar por el niño, es mi protegido, tengo el deber de defenderlo. Es una víctima. – está última frase se la recalca.

- ¿Cuántos años de cárcel estamos hablando?

- Lo mínimo ocho años, siempre y cuando colabore, pero como es tonta, puede fácilmente llegar a veinticinco años de prisión efectiva, Klea va a atacar de manera que jamás salga de prisión.

- Klea no es madre de Kader. – habla con calma, hablar de Klea lo pone neutral.

- Ella lo está cuidando, el niño está enfermo y te digo algo más que me informó el agente Moreno, ella ha presentado refuerzos desde Madrid, ese refuerzo son sus padres.

- Ese niño está blindado. – concluye Alejandro – no solo Interpol y tú en el ámbito legal, sino que la familia de la tutora temporal también va a atacar.

- Tú lo has dicho. Está blindado, es intocable.