El cielo no puede ser mas azul que ahora, ni la sangre mas espesa y roja, asi como un cadaver no puede oler a rosas.
Mori cuando apenas comenzaba a vivir mi vida, aunque no puedo decir que tenia una gran vida, pero al final del dia me pertenecia, era mia.
Las circunstancias del mundo en aquel entonces, no eran las mas favorables para nadie, las naciones estaban en constante disputas y un solo error basto para desatar la gerra.
Supongo que de alguna maner deberíamos de estar agradecidos por seguir vivos, pero el ser humano siempre se lamenta por lo que no tiene, maldice por lo que le quitaron y pocas veces agradece por lo que le ha sido dado.
El mundo parece mas grande ahora que en ese entonces, ¿Y como no? si quedan muy pocos sobrevivientes.....
NovelToon tiene autorización de Paola Lorenzana para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
............................................................................
Capitán
Estamos a seis horas del siguiente refugió, hasta el momento no hemos encontrado a ningún zombi lo cual es bastante bueno, pero no debemos confiarnos.
Respiró hondo mientras conduzco el tráiler principal, Roy está sentado a mi lado viendo por la ventana y terminando con lo que queda de mi comida.
El chico tiene buena pinta y ya es mucho decir para ser honestos, la herida de su pierna no solo se limpió sino que también se cerró, dejando apenas una fina línea como seña de lo que hubo antes ahí.
Ninguno de nosotros podemos explicar lo que sucedió con el chico, pero lo que si podemos asegurar es que está limpio, como si nunca hubiera sido infectado.
Nadie ha vuelto a intentar quitar el cuchillo del parabrisas, volvió a su tamaño normal en cuanto se incrustó en el vidrio, las descargas eléctricas que da son fuertes, pero no como la primera vez.
Algunos están asustados, mientras que otros parecen bastante contentos con la situación. Saben que perdieron su hogar, pero con ello parecen tener un aló de esperanza, pues pareciera que la cura para la infección finalmente la encontramos.
Claro que no estamos seguros de como funciona realmente, este extraño método.
Marcus quiso deshacerse del camión en cuanto yo desperté, pero no se lo permití. Esa niña donde quiera que este va a volver por lo que le pertenece, sé que lo hará, ella es fuerte.
Tengo una sensación de ahogo en el pecho, un nudo en la garganta que se alojó ahí desde que partimos y no me deja respirar en ocasiones. Llevamos cuatro días de viaje, y de verdad me aferro a la posibilidad, no soportaré si ella no vuelve.
-¡Ella volverá!- me giro para ver a Roy, él sigue viendo por la ventana-Es fuerte, muy fuerte-dice como si intentara consolarme.
Casi como si supiera lo que pienso. Vuelvo la vista al frente y suelto todo el aire que no sabía que estaba conteniendo, mientras el chico termina con el último trozo de carne seca que llevaba conmigo.
Lo miro de soslayo y sonrió a la interminable carretera frente a nosotros. No hay más que pueda hacer por ahora, excepto mantener a toda mi gente a salvo, o por lo menos tan a salvo como se pueda.
Más tarde, cuando vuelva a verla voy a devolverle lo que me dio hasta el día de hoy, desde el instante en que nos conocimos. Cualquier cosa, que ella me pida, no dudaré en dárselo.
Disminuyo la velocidad, alas afueras de la ciudad existen unas bodegas que solemos usar como refugio cuando viajamos por suministros, aunque a estas fechas, ya prácticamente nada sirve. Pero la sal entre otras pocas cosas suelen ser de utilidad.
Antes de seguir avanzando, necesitamos estar seguros de que no hay moros en la costa, aparco afuera de una de las cuatro enormes bodegas, nos costó bastante limpiarlas y mantenerlas de esa manera ha resultado difícil; sin embargo, un hombre prevenido vale por dos, por tres, por cuatro y por muchos.
Roy baja primero dando un buen salto, lleva consigo su arma, yo bajo después manteniendo el motor encendido, miro en todas direcciones posibles, de los tráiler van descendiendo dos de cada uno.
Los conductores se mantienen en sus lugares avanzando lentamente, los que ya bajaron se dirigen a las diferentes bodegas para inspeccionar, yo me mantengo en mi lugar a la espera de cualquier señal de peligro. Los minutos son preciosos y por cada uno que pasa, siento mi corazón bombear con fuerza toda la sangre de mi cuerpo.
Después de unos minutos de revisión a conciencia y de una par de vueltas por parte de los tráileres, los demás dan señal de que todo en orden y finalmente me relajo un poco. Subo a mi vehículo y meto el monstruo de metal en la bodega más grande.
Poco a poco nos acomodamos entre las dos bodegas más grandes y que además están conectadas, las otras dos las mantenemos cerradas. Finalmente, esta noche podremos descansar un poco y estirar las piernas.
No podremos salir el resto del día, seguramente si algún topo está cerca ya deben estar viajando en nuestra dirección, esos infelices son capaces de sentir las vibraciones y tres tráiler junto a dos camiones torton, no pasan desapercibidos para esos desgraciados.
Maria, Marcus, Roy, Adam, Roger y yo juntamos todas las municiones para saber con qué contamos, a partir de ahora las cosas se podrán algo difíciles. Elena y los otros mutados se acercan para dar su apoyo, aún son jóvenes, pero no podemos ignorar la situación en la que nos encontramos.
Toda ayuda es buena.
Kebec
-¿Qué encontraste?- pregunta Maya. Levanto la cabeza para verla a la cara, ella me mira fijamente sin mucha emoción.
Algo me dice que no le agrado ni un poco, aunque en realidad no se porque.
-Ella pasó por aquí, va a pie así que si nos damos prisa podremos alcanzarla pronto.-digo levantándome
Maya sonríe a modo de burla y tuerce su boca aun lado-Ya antes dijiste eso, pero el hecho de que ella vaya a pie no garantiza nada- dice girando se para subir al auto.
Miguel me sonríe de manera burlona y siento una imperiosa necesidad de romperle la cara. El auto pasa por delante mío y el único que veo sonreír es a Saúl quien agita su mano desde el jeep.
Respiro hondo, bastante fastidiado, en primer lugar yo no les pedí que vinieran. Fue mi decisión seguirle el rastro a Doluma y no recuerdo haber pedido compañía.
Comienzo una carrera lenta detrás del jeep, despues de unos minutos corro a la par de ellos, se que ya han pasado varios meses, pero esta vez la siento más cerca. Por alguna razón que desconozco algo la esta haciendo ir mas lento que antes, lo cual es bueno.
Tal vez la haga cambiar de opinion cuando la encuentre, podremos volver con Maya y los otros y llevar una vida más tranquila.
Todo esto que a pasado en los ultimos cien años, me tiene en verdad agotado. Aunque no parece igual para ella. Mientras yo solo quiero vivir una vida comun y corriente, ella parece siempre buscar el caos.
Todo indica que sin el caos no puede vivir.
Estoy tan sumido en mis pensamientos que no noto en que momento el jeep se detiene, hasta que ya no logro ver sus siluetas borrosas cerca de mí.
Giro la cabeza para ver que sucede y me detengo de golpe al ver el auto parado con el motor en marcha. El rostro de Patricio y los otros parecen fuera de lugar, normalmente esos cuatro no se asustan con nada.
O podría decirse que con casi nada, solo hay un ser que les provoca tal terror que bien podrían orinar sé en los pantalones. La cara de Maya es una mezcla entre horror y preocupación, me giro lentamente para verlo cara a cara.
**¿Cómo demonios nos alcanzaron tan ponto?** pienso mirando con sopresa lo que esta frente a nosotros.
En automatico me pongo a la defensiva, mis garras brotan, mi visión se vuelve roja y me pongo en posición de ataque.
Los miro a ambos, tal cual como un humano común mira a una serpiente de cascabel. Ellos parecen tranquilos, como si llevaran mucho tiempo esperando a nuestra llegada.
El sonrie maliciosamente, da dos pasos adelante separando las piernas en posición de ataque, me mira con soberbia y gruñe por lo bajo con evidente diversión.
Ella esta quieta, mira el auto y sus ocupantes, mira en todas direcciones, como si buscara algo.
-Ella no esta aquí-digo sabiendo que busca a mi compañera.
Ninguno de los dos estan nada contentos con Doluma, les ha dado una gran pelea. Hasta hace no mucho los estaba persiguiendo con demasiada desesperación.
De pronto una mañana cambio su rumbo, dejando a este par tranquilos, deberian sentirse aliviados, pero por el contrario parecen molestos.
-Bien, ¿Que esperan para atacar?- digo retadoramente. La bestia en mi interior esta contenta por pelear, ya que no lo hace muy a menudo.
Ella gruñe suavemente y su compañero de pronto se relaja, lo que pasa a continuación es algo que en definitiva no esperaba, de hecho ninguno de nosotros.
Asi que hablo por todos cuando digo, que nos congelamos en nuestros lugares.
...****************...