Nuestro Destino

—Max: de verdad estás preocupada por mí. (Dijo sosteniéndole la muñeca con fuerza)

—Violeta: claro que no solo lo hago por mis hijos, no quiero que crezcan sin un padre. (Dijo tratando de soltarse del agarre de Max)

—Max: no seas dura conmigo, sé que me equivoqué, y antes de que esto pasara iba a hacer lo que debí hacer hace mucho tiempo. (Dijo tratando de contarle el porqué pasaron las cosas)

—Violeta: que ibas a hacer además de estar con Melissa. (Dijo tratando de contener lo enojada que se estaba comenzando a sentir)

—Max: ¿Violeta a caso sabes por qué Melissa me hizo esto? (Pregunto mirándola desconsolado)

—Violeta: no lo sé y tampoco me interesa. (Dijo soltándose del agarre y volviendo al sofá)

—Max: tengo varias semanas tratando de terminar mi relación con ella, pero no ha sido fácil, ella siempre me amenizaba con quitarse la vida si la dejaba. (Dijo tratando de explicar la situación)

—¿Violeta: y que quieres que haga con esa información? (Dijo tratando de desmontar desinterés)

—Max: solo escúchame y después me dirás que haces, pero por favor entiéndeme y ponte en mi lugar. (Dijo mientras se quejaba en voz baja por el dolor)

—Violeta: ya que quieres hablar y el tiempo sobra adelante te escucharé, pero por favor no alargues mucho el cuento. (Dijo acomodándose en el sofá y mostrándose más desinteresada)

—Max: hoy fui a terminar de raíz con ella y le dije que quería estar contigo, pero sacó su arma y como siempre me dijo que acabaría con su vida y le dije que esta vez no la iba a detener y terminó disparándome, solo pensé en mis hijos y en ti. (Dijo con sus ojos aguados)

—¿Violeta: en serio quieres que te crea eso? (Pregunto de burla)

—Max: por favor realmente no sé qué estaba pasando por mi mente cuando me quedé con Melissa, quizás tenía miedo a perderte en cuanto a la seguridad porque cuando te vieran conmigo o a mis hijos serían un blanco fácil. (Dijo tratando de redimirse por el daño que le había hecho a Violeta)

—Violeta: Max mejor cállate y descansa después de todo debes estar en reposo. (Dijo acomodándose en el sofá)

Esa noche transcurrió sin problemas Max se despertó quejándose del dolor en varias ocasiones, pero siendo medicado en cada a una de ellas por las enfermeras las cuales todas estaban atentas a él, al día siguiente Violeta salió a buscar algo de comer a lo que en la habitación había llegado una nueva enfermera.

—Enfermera: buenos días, señor soy la enfermera Andrea y estaré atendiéndolo junto a las demás, espero que podamos entendernos y poder darle las mejores de las atenciones. (Dijo amablemente)

—Max: muchas gracias que así sea. (Dijo tratando de sentarse en la cama)

—Enfermera: señor Max creo que debería descansar es mejor para usted estar recostado. (Dijo acercándose a él para acomodarlo)

—Max: porque todos me dicen eso, realmente me siento bien, no sé por qué están tan estresados, estoy harto de estar acostado, quiero sentarme ya. (Dijo casi enojándose)

—Enfermera: está bien, no se preocupe, yo lo ayudaré a poder sentarse y estar cómodo. (Dijo ayudándolo a sentarse)

—Max: muchas gracias señorita Andre es usted una enfermera muy servicial. (Dijo sonriendo)

Ellos se quedaron charlando después de todo Max es bastante atractivo él es muy educado, pero a la hora de comportarse como un hombre frío y despiadado le sale naturalmente, aquella chica se sintió muy atraída por Max por eso está haciendo siempre lo que él le ordena y ella muy complaciente lo hace.

—Violeta: uhuhu veo que estás a gusto. (Dijo entrando a la habitación y viéndolos reírse a carcajadas)

—Max: no, ella solo me hacía compañía hasta que volvieras. (Dijo sonriendo)

—Violeta: ya veo. (Dijo tratando de no verse celosa)

—Enfermera: buenos días, señorita, mi nombre es Andrea, usted debe ser hermana del señor. (Dijo estrechándole la mano)

—Violeta: haha si él te dijo que soy su hermana ajajá. (Dijo de forma burlona)

—Max: yo nunca dije eso. (Dijo extasiado por aquella escena de celos bastante obvia)

—Enfermera: ya me voy los dejaré para que el señor Max descanse, si necesita algo más puede llamarme y vendré enseguida. (Dijo mirando a Max sonriente)

—Violeta: yo la llamaré con gusto, y gracias por mantener sonriente al señor Max. (Dijo con ironía)

La enfermera salió de la habitación y como era de esperarse Violeta quedó algo molesta por la escena que había visto, pues, ella le estaba creyendo a Max, pero después de eso las cosas en su mente están tomando otro rumbo.

—Max: porque tienes esa cara, ¿no me digas que es por la enfermera, a caso estás celosa? (Dijo riéndose)

—Violeta: ya quisieras. (Dijo como si le diera importancia)

—Max: podrías ayudarme es que estoy algo incómodo. (Dijo moviéndose con supuesta incomodidad)

—Violeta: ahg ya que, te estoy cuidando, crees que tengo otra opción. (Dijo levantándose del sofá cama para ir a ayudar a Max)

Mientras Violeta le acomodaba la almohada, Max aprovechó y la acercó a él con fuerza, aunque aquel empuje le dio por su reciente herida estaba satisfecho, teniéndola así de cerca.

—Violeta: po po podrías soltarme por favor. (Dijo tartamudeando por aquel acto que hizo que su corazón comenzara a latir como un caballo indomable)

—Max: no pienso soltarte así, de cerca me gustas más, después de todo eres mi esposa. (Dijo acercándola más y dándole un fuerte beso el cual ella correspondió y sintió como una electricidad recorría su cuerpo y también como una llama comenzaba arder dentro de ella, siendo interrumpidos.

Toc toc

—Violeta: adelante. (Dijo apartándose rápidamente de Max)

—Enfermera: señor, ya es hora de su curación y cambio de vendajes, voy a necesitar que baje su cobija hasta la cintura y que retire su poloche. (Dijo acercándose a él mientras ponía todos sus utensilios en la mesa de noche que estaba a lado de la cama)

Max se quedó semidesnudo y aquella enfermera recorrió su rígido y fortificado abdomen además de su impecable piel, siendo esto observado por Violeta, algo que a ella aunque no quiera demostrar nada la incómodo.

—¿Enfermera: le duele, señor Max? (Pregunto mirándolo pícaramente)

—Max: no tranquila, soy más fuerte de lo que crees, además esta no es la primera vez que me pasa esto, así que tú sigue en lo tuyo. (Dijo con una disimulada sonrisa al ver el rostro algo celosos de Violeta)

—Enfermera: espere señor Max iré a buscar las vendas que se me quedaron en la enfermería, no se mueva, no quisiera que se lastime. (Dijo mientras le sonreía y salía de la habitación mientras hacía como que Violeta no estaba presente)