PODERES EN GUERRA

VIOLETA

No se que me pasó, solo se que quería tocarlo desde que entró por la puerta. Estaba para comérselo completito, por cómo me quedaba la ropa deportiva. Estos cambios de humor me están matando, los antojos a media noche, tengo mucho sueño y desde que lo vi, tengo antojo... de él.

Caí recostada en su pecho cuando terminamos, intentando recuperar el aliento.

- Te advierto que ese tipo de antojos, solo puedes tenerlos conmigo.- Dijo con burla, yo solo solté una risita, tal vez en otra situación le hubiera hecho una escena por lo que me dijo, pero en nuestra situación, lo entiendo

- Supongo que eso aplica también para ti.- Le dije viéndolo a los ojos, estaba riéndose.

- De acuerdo, solo contigo. ¿Quieres más helado?- Me Preguntó.

- No, ya es suficiente. Tengo sueño.-

- Bien, me voy para que descanses.- Pero yo no me levanté, me sentía segura y protegida.

- ¿Te sientes mareada?- Negué con la cabeza. ¿Cómo se lo digo?

- Tal vez, ¿ Podrías quedarte, sólo por hoy?-

Me vio sorprendido y después me lanzó una sonrisa de esas que me derriten.

- La verdad no me apetece conducir a esta hora y ya casi amanece, así que podría descansar contigo.- Me vio de tal manera que me dijo que hoy no íbamos a dormir. Y yo estaba de acuerdo.

Subimos las escaleras y nos acomodamos en la cama, me abrazo por la espalda, mientras me besaba el cuello, sentí como su rastro de besos quemaban mi piel y nos pasamos lo que quedaba de la noche haciendo el amor hasta quedarnos dormidos, me enseñó tantas maneras de entregarnos que cuando llegue el momento de separarnos, creo que lo voy a extrañar.

Por la mañana, nos bañamos juntos, entre risas y besos parecía que nos conocemos desde hace mucho. Hicimos el desayuno y el se tuvo que ir, tenía que ir a cambiarse a su casa antes de ir a trabajar, pero prometió visitarme en la noche. Ya lo estaba esperando.

Mi tarde paso sin problemas, llame a la oficina, para ver cómo iba todo. También llame al ginecólogo para hacer una cita para el control prenatal. Salí a caminar un poco y regresé a la casa a preparar algo de cenar. Estaba pensando, como decirle a mi hermano que iba a ser tío. Pensé decirle que fue inseminación artificial y que había escogido a Santiago, por sus características tanto físicas como por su inteligencia, pero primero quiero consultarlo con el.

Por la tarde, recibí su llamada, preguntando si tenía algún antojó, le dije que quería fresas y el otro antojo cuando llegara se lo decía. El río de buena gana, me gustaba su risa, hacia que me temblaran las piernas aún por teléfono.

Colgamos e hice algo sencillo de cenar.

Cuando llegó, se veía un poco cansado, me sonrió y sentí algo en encenderse en mi inmediatamente.

Cenamos, reímos y platicamos de nuestras vidas.

- ¿Entonces tu hermana será diseñadora de modas? ¿ Le falta mucho para graduarse?- Le pregunté, era extraño saber que tenía una hermana casi 10 años menor que él.

- Solo un año, ya ha tenido algunas colaboraciones en mi empresa, así que, espero que trabaje conmigo.-

- Mi hermano es abogado, y quería formar un buffet conmigo y míranos, cada quien en una ciudad diferente, así que no esperes mucho de ella y no le cortes las alas de lo que ella quiera hacer.-

- La verdad, nunca lo pensé así, di por hecho que eligió esa carrera por estar conmigo.-

- Amigo, no todo gira al rededor de ti, despierta.- Le dije burlona y el soltó una carcajada.

- Ah no, que decepción. Y yo que pensé que mi encanto era irresistible.- Dijo mientras pasaba un dedo por mi espalda.

Me recorrió un escalofrío.

- Antes de que pasemos a otra cosa, hay algo que debo preguntar, ¿Cómo vamos a decirles a nuestras familias?.-

- Mmm, no tengo idea. ¿Algo en mente para decir por qué no vamos a casarnos?- Me preguntó.

- Pues, había pensado decir que fue un acuerdo mutuo, una inseminación artificial.- Le dije y el se rió y se acercó a mi oído.

-¿Vas a poner en tela de juicio mi efectividad?, me siento traicionado.- Me susurro al oído y sentí como mi cuerpo reaccionaba.

- Entonces ¿cómo vas a explicar, esto?- Le pregunté mientras me giraba hacia el para pasar las manos por su cuello.

- Nos gustamos, queremos un bebé, pero no estamos hecho para el compromiso.-

Sentí una punzada de dolor, en medio del pecho. Pero la ignore, diciéndome a mi misma que era verdad. No quería nada serio con este hombre.

- Me gusta más la idea de la inseminación.- Le dije bromeando.

- Haremos lo que pienses que es mejor para ti, ¿De acuerdo?.-

Sonreí y lo bese, me levantó en brazos y me llevo a la habitación... No sin antes llevarme las fresas.

Se quedó nuevamente, pero está vez dormimos más. Quería que el descansará.

Se fue a trabajar, está vez traía una muda de ropa extra.

Me puse a pensar en lo de ayer, es cierto que no quiero nada que ver con el, por qué siento tristeza al pensar que esto acabé.

Deben ser los cambios hormonales. Llamo a Benji y le cuento todo, esta que salta de felicidad.

- Yo sabía que entre ustedes había algo más.-

- Es solo algo temporal, hasta que nazca el bebé.-

-¡Ja! Temporal, si eso fuera temporal, el no habría salido de su casa a las 3 de la mañana, por qué la señorita quería helado.- Se mofo el.

- Por favor, es un acuerdo que tenemos, incluso diremos que es una inseminación artificial.- Le dije convenciendome más a mí que a él.

- Si Vi, como digas, al final te acordarás de mi.-

Colgué el teléfono y me quedé meditando. Era hora de llamar a mi hermano.

- Hola, Nicolás, ¿cómo están los niños?.-

- Violeta, ¿Que hiciste está vez?-

- Nada, que no puedo saludar a mi hermano mayor y su familia.-

- Lo siento pequeña, es la costumbre, los niños te extrañan mucho.-

- Yo también los extraño, ¿Y Andrea, como está?.-

- Muy bien también.-

- Nicolás, si tengo algo que decirte, pero no es malo, al contrario, yo estoy feliz.-

- Violeta,¿ que es lo que hiciste?.-

Estaba enojado.

- Estoy embarazada.- Le solté sin más.

- ¡¿Quien fue!? Voy a matarlo.-

- Tranquilo, tu bien sabes que no quiero un compromiso con alguien, así que decidí hacerme una inseminación artificial.

-¡¿Estás loca!? ¿ Que tienes en la cabeza?, ¿acaso crees que criar a un bebé es un juego?.- Demasiado enojado.

- No te preocupes, el papá me va a ayudar, es solo que nos conocemos y los dos queremos ser padres, pero no queremos un compromiso.- Cité las palabras de Santiago.

- ¿No me digas que Benji es el papá?-

- Claro que no.-

- ¿Cuando puedes venir o cuando quieres que yo vaya a verte?, tenemos que hablar.- Me dijo serio.

- Yo te avisó, cuídense, después hablamos.- Corte la llamada, eso no salió muy bien.