ERES MI ESPOSA! ME PERTENECES! : ENTRE LAS GARRAS DEL CEO

Cuando Thomas terminó de coger a Madeline eyaculando dentro de ella, le soltó las manos que tenían marcas Rojas por el tiempo y la presión con la que él la sostuvo de las muñecas.

Quitó él tapón de la bañera para que el agua se drenara, salió de la tina y se enjuagó la espuma en la ducha, dejándola sola en la bañera cubierta de pequeños moretones causados por sus agarres violentos.

Madeline se quedó sola dentro de la bañera, esperando a que Thomas saliera del cuarto para que ella recién pudiera salir.

Ella... no quería verlo denuevo..

Pasaron 7 minutos y desde el baño se escuchó un enorme ruido de un portazo que dió Thomas.

Ella se asomó y abrió un poco la puerta para verificar si realmente había salido. Lo menos que quería era toparse con él

Sin ver a nadie, ella salió envuelta en una toalla luego de enjuagarse, se secó todo el cuerpo y se huntó crema en la piel para deshacerse de los moretones, pero lo que le dolía más era su vientre y la cintura.

del clóset sacó un vestido que le llegaba hasta las rodillas, pues si se ponía unos pantalones, la parte de arriba le presionaria demasiado la cintura y le dolería aún más, o eso pensó ella.

Sacó también una chaqueta de cuero color negro, para que ocultara un poco las marcas y las muñecas

Dió un largo suspiro y antes de abrir la puerta vió la pulsera encima del joyero, se acercó a ella, la alzó y la tiró al piso, pisándola varias veces hasta romperla, dejando probablemente inservible él rastreador

..."No puedo usar algo que está roto"...

Satisfecha salió de la habitación y recorrió todos los pasillos, luego bajó al primer piso, donde una sirvienta se acercó para decirle "El señor Harrison no está en casa"

-No te preocupes, no estaba buscándolo, él debe estar ocupado- dijo sonriendo gentilmente- Iré a comprar algo, no tardaré.

Ella se dirigió hacia la puerta principal para salir pero uno de los asistentes de Thomas la detuvo, poniéndose delante de ella.

-Señorita Estela, usted no lleva su pulsera.

-*la maldita pulsera.. * La pulsera se ha roto, el broche no se sujeta bien, no puedo usarlo.

-No se preocupe Señorita Estela- sonrió mientras sacaba una cajita de su bolsillo con unos guantes blancos puestos- El señor Thomas tiene muchas más pulseras de reemplazo, en caso que se le rompiera, extraviara o se la robaran. Si le sucede alguna de estas situaciones, me la podría contar, estoy seguro que tendré una pulsera a su disposición.

-No se preocupe.... después de todo...

es bueno tener un esposo que se preocupe por mi- se expresó con una sonrisa.

Ella sostuvo la Caja y la abrió, simulando cariño hacia el regalo, al abrirlo, encontró una pulsera igual a la anterior, las mismas características, pero ésta era un poco más ajustada.

Obviamente éste también tenía un rastreador incrustado en ella. Madeline sabía que ese era el propósito de que tuvieran varias copias de esas.

El asistente le entregó una hoja a Madeline doblada a la mitad, ella lo abrió y en ella decía

..."Aunque rompas todas las pulseras existentes, siempre sabré lo que haces y dónde estás"...

Madeline arrugó la hoja y la tiró al piso, sacó la pulsera y se la puso.

..."Me alegra... saber que hay muchas de estas pulseras"...