Simple Deseo Insaciable

Mila: No le temo en sí a la oscuridad, si lo sé dé antemano estaré bien, solo cuando pasa de repente, algo que no puedo controlar. Al no ver nada de repente, siento miedo y ganas de huir.—

Eiden: ¿Quieres contarme?... Lo que sucedió—ella lo mira para suspirar quedando en un breve silencio por unos instantes.

—Mi madre dice que es importante decir lo que sentimos. Aunque sea doloroso nos ayuda a limpiar esas heridas, para que puedan cicatrizar, así con el tiempo solo quedarán cicatrices que nos recordarán lo fuertes que hemos sido y las batallas que hemos librado. — Dice Eiden escuchándo de fondo el sonido del sereno con unos leves truenos.

Mila: (En un tono suave. Pero esta vez se sienta en la cama) .

—Tu madre es una mujer muy sabia, pero hay algo que no entiendo me dijiste que tu madre murió porque sigues hablando de ella en presente— Intrigada

Eiden la imita sentándose igual que ella, pero se recuesta a la pared. Mientras ella hace lo mismo quedando uno al lado del otro.

Eiden: Sí es cierto, pero Déjame explicarte: Mi madre biológica era una mujer hermosa cabello rubio, ojos azules, su nombre era Nicole era el primer amor de mi padre... Ella murió de cáncer cuando yo tenía 4 años, pero al morir mí madre Nicole me dejó a cargo a Karol, la segunda esposa de mi padre. Mi padre aún no sabía de mi existencia, porque mi padre y mi madre biológica fueron separados por sus padres. Él la buscó por

años...

Hasta que por cosas de la vida tuvo que volver a casarse tomando por esposa a Karol lo cual él no pudo evitar caer en la tentación de enamorarse de ella, pero Karol es una mujer extraordinaria, maravillosa, inteligente y amorosa y jamás me trató diferente a pesar de no ser su hijo biológico— un poco pensativo, para sonreír.

Mila: Ahora todo tiene más sentido, para mí, pero debe ser lindo y maravilloso tener el amor de una madre. Sabes te envidio un poco porque tú has tenido a dos: Una que debe estar cuidándote donde quiera que esté y una mujer que en la forma en que te refieres a ella se ve que te ama y es una gran mujer. —Mostrando una leve tristeza él trata de decir algo, pero no alcanza a decirlo cuando ella empieza a hablar de nuevo.

—Yo nunca he sabido que es tener una madre o saber cómo es, a veces pienso que ellos no han dejado de buscarme, pero a veces pienso que tal vez ellos jamás me quisieron son muchas probabilidades, para saber la verdad... siempre creí que había nacido en uno de los países más bellos y alegres con gente, cálida que está dispuesta a ayudar sin esperar nada a cambio, un país que me hizo enamorarme de su música, su gente, su ambiente, su clima infernal... Desde que empecé a crecer eso fue lo que conocí a Colombia crecer en la costa Caribe, llena de sol y siempre para ser bronceada y al mediodía morirte por las inmensas calores mientras el sol estaba en todo su esplendor eso es lo que recuerdo de ese lugar...— Eiden toma su mano.

— Solo tenía a mi padre Julián un hombre amable que siempre estuvo para mí, pero un tanto extraño a veces lleno de reglas absurdas que debía cumplir.

Mi padre tenía muchas reglas al principio me dijo que era un juego: La primera nunca debía de llamarlo padre, al frente de los demás. Solo cuando estábamos a solas podía llamarlo papá.

Dos: No podíamos darle información de nosotros a nadie que preguntará y jamás dejar entrar a alguien a la casa... Para todos debía decirles que él era mi tío y yo era su sobrina y mis padres habían muerto en un accidente y él sé hacía cargo de mí. Nunca entendía por qué lo hacía, pero cuando fui creciendo me di cuenta que él y yo éramos diferente pues yo era ojos verdes, cabello castaño claro y él un hombre de tez oscura y ojos negros, pues éramos como agua y aceite... Él tenía hábitos que debía respetar, él me enseñó a defenderme y a pelear todos los días me hacía levantarme temprano me decía que el día que le pasará algo debía seguir ciertas instrucciones. Hasta cumplir los 9 años mi padre se había vuelto paranoico pasaba asomado en la ventana decía que nos observaban, nunca entendía lo que él se refería por más que preguntará, él no me daba explicación alguna, me dejó de mandar a la escuela porque decía que no era seguro. Yo le preguntaba que si sé estaba volviendo loco, pues eso parecía estaba tan paranoico y pasaba siempre armado. Pero yo estaba demasiado furiosa con él en ese día le grité tantas cosas por no dejarme ir, a la escuela.

"Odio ser tu hija... Yo solo quiero ir a la escuela y tener amigos y tú no me dejas, te odio, te odio" . Lo empuje cuando él trató de consolarme, solo quería decirle que no es verdad nada de lo que dije, pero sin saber que esos eran nuestros últimas momentos juntos.— ( Llora abrazando sus rodillas con en esos momentos en su mente tan vívidos como el día que sucedieron).

—Esa él noche durmió en la sala en cierta posición que podía ver la calle, pero de la nada se oscureció todo, unos hombres llegaron y empezaron a irrumpir a nuestra casa, armados, mi padre me escondió en un lugar oscuro, le gritaba que me sacara de ahí, porque no entendía lo que pasaba… Pero él me encerró en ese lugar sin importar cuánto grité y lloré y le pedía que me sacara de ahí, él no lo hacía... Empecé a escuchar estruendos y recordé lo que mi padre me había dicho: "si llegas a escuchar disparos, solo quédate callada hagas, lo que hagas. No hagas un solo sonido". Solamente se escuchaban los disparos todo estaba oscuro, no podía ver nada. Únicamente una leve hendija por dónde entraba una línea de luz... Hasta que todo quedó en silencio. Yo estaba llorando estaba asustada, hacía frío, solo estaba en pijama y descalza... Hasta que él abrió ese sitio y me sacó lo recuerdo que lo abrazaba y lloraba. Pero su ropa estaba manchada de sangre me entregó una carta y una pequeña caja me dijo:

— Debe seguir las indicaciones... ¡Por favor! Has lo que dicen esta carta y ponte a salvo debe correr… ¡Sí¡ prométeme qué correrás— Yo solo me negaba moviendo mi cabeza…. ¿Cómo pensaba él en que lo dejaría ahí e irme sin él?... pero él me obligó a hacerlo estaba herido. Yo solo me aferraba a él. Mi padre me empujó bruscamente cayendo el suelo lleno de sangre con algunos muertos a mi alrededor.

"Papá, papá... No te pienso dejar, papá ven conmigo ¡vamos!", le supliqué arrodillada, Pero el me quito de su pierna y me empujó de nuevo, él me miró fríamente:

"No, me vuelvas a decir que soy tu padre, porque no lo soy, debes encontrar a tus verdaderos padres... Quiero que te largues de aquí.¡ Lárgate! y no quiero volver a verte... Mi peor error fue no deshacerme de ti cuando pude " yo solo lloraba en el piso mientras empuñaba el sobre y la pequeña caja que me había dado.

Me gritó:” ¡LARGO!". Yo solo empecé a correr por las oscuras calles, al instante que lloraba solo con la carta y la caja. Mientras que solo se escuchaba disparos que venían de esa dirección escondiéndome en una cuadra, pude ver como mi casa empezó a quemarse entendí que él solo quería que yo me fuera de ahí, para salvarme.

Yo solo lloraba y corrí no me importaba que dolieran mis pies, solo corrí por las calles en la oscuridad de la noche... Hasta llegar a un parque solo tenía miedo y frío, pero llorando guardé la cajita en mi bolsillo y abrí la carta. En la carta me decía:

Lo siento si estás leyendo esto ya habré muerto quiere decir que ahora está sola, traté de protegerte lo más que pude. Te amo aunque no soy tu verdadero padre, debía llevarte hace mucho tiempo con tu verdadera familia. Pero no fui capaz. Tal vez me a peque demasiado a ti tal vez este es mi precio por ser codicioso... Sigue estas indicaciones y encontrarás a tu familia. cuando estés frente a ellos muéstrales la caja. Ellos sabrán que eres su hija de ahora en adelante pon en práctica todo lo que te he enseñado

Lo siento. Te amo mi guerrera

Seguí las indicaciones hasta hallar un hombre llamado Héctor más conocido como "El coyote" le mostré la carta con las indicaciones, asi él me llevó por varios días a su casa, hasta que todo estuviera listo para el largo viaje el recorrido era demasiado largo a veces por montañas, selvas , se sentía el frío, el hambre, hasta llegar de polizones, pero al estar en ese barco fue la peor desgracia de mi vida... Cuando estaba a punto de llegar la policía naval empezaba a revisar eso hizo que nos arrojaran al mar para evitar de que ellos nos encontraran. muchos de los que venían conmigo se ahogaron, pero yo quedé atrapada en un pequeño contenedor que poco a poco se estaba llenando de agua, oscuro, solo quería salir de ahí huir sentía que me asfixiaba, gritaba que me sacaran de ahí, pero nadie lo hizo. El agua estaba por mi cintura, tenía mucho miedo, hasta que hubo una gran tormenta, el contenedor se empezó agitar con fuerza de un lado a otro, que cada movimiento hacía, tragar agua podía sentir el agua que entraba por mi nariz y boca sentí una sensación que me quemaba, pensé que iba a morir. Pero debido a la fuerza del agua, me arrastro hacia la orilla, prácticamente estaba muerta, deshidratada, llena de heridas y desnutrida fui encontrada por unos campesinos en los cuales no podía entender lo que ellos me decían estuve hospitalizada me llevaron a trabajo sociales porque no tenía nadie que me reclamará o viniera por mí... Había perdido la carta donde tenía las siguientes instrucciones para encontrar a mis padres por lo menos sabía que estaba cerca, pero no sabía ni por dónde empezar... Aunque había leído las instrucciones no podía recordar absolutamente nada de lo que decía la carta por más que lo intente, no puedo recordar nada.— Empieza a llorar al recordar, el dolor de la muerte de su padre Julián, sus miedos a estar metida en ese contenedor, lleno de agua hasta a punto de asfixiarse, pero Eiden, la abraza y ella llora por primera vez sacando todo ese dolor, por fin había sacado lo que por todos estos años había guardado en su corazón, lloró hasta quedarse dormida en los brazos de Eiden. El solo la observa mientras sus ojos estaban llenos de lágrimas y su nariz totalmente roja y ella dormía, pero no podía dejar de acariciarla sintiendo todo lo que ella tuvo que pasar pues, no puede ni imaginar como una chica había pasado por todo eso...