HELL CITY

Fue cuestión de medio segundo para que una fuerte explosión se escuchara hasta donde estaba Leon, quien había comenzado a colocar los explosivos en la planta baja. Escuchando aquel estallido cerca de su posición, corrió suplicando en su interior que nada le hubiera pasado a Claire.

No obstante, lo único que pudo ver fue a Sara saliendo de la galería tras una nube de polvo. Corrió para sostenerla, antes que se cayera, y la colocó en una pared mientras ella seguía tosiendo.

—¡Sara! ¿Qué ocurrió?—preguntó nerviosos—¿Dónde está Claire?

La oficial de policía, quien estaba luchando contra el pitido que tenía en sus oídos, pensaba en una explicación. Fue así que, en medio de su aturdimiento, usó el hecho de un poseído "especial" el cual las atacó en la galería y que al momento de dispararles estalló.

Leon frunció el ceño, incrédulo ante lo que estaba escuchando. Si bien había poseídos especiales, jamás había visto o escuchado uno que explotara ante los impactos de bala. Desesperado, ingresó a la galería; sin embargo, no pudo llegar muy lejos.

—¡Claire!—gritó moviendo algunos escombros—¡Claire! ¡Joder!

Con ayuda de su linterna, intentó mover los escombros para buscar a la madre de su hijo; sin embargo, terminó por cortarse la mano. Sara lo sacó como pudo de allí e intentó hacer que él reaccionara.

—Leon...—susurró tomando sus mejillas en sus manos—recuerde a su hijo, debemos salir de la ciudad y volver con su bebé. No puede arriesgarse por Claire.

Leon, fastidiado, se separó de Sara y comenzó a caminar de un lado a otro, mientras agarraba con fuerza su cabello. Su alma no estaba preparada para perder por segunda vez a la única mujer que había amado realmente, al amor de su vida que defraudó por su gusto hacia las mujeres fáciles.

Fue así que una idea se cruzó por la mente de él, recordando una de las conversaciones que había tenido con el arquitecto que ese mismo mes tenía planeado empezar algunas remodelaciones en la comisaria y que para eso necesitaba la autorización del comandante.

Según recordaba, debido a los años que tenía el edificio donde estaba la comisaria, el piso de madera presentaba fallas y debilidades. Incluso se corría el riesgo de que todo colapsara y de haber un sismo, gran parte del primer piso iría a parar a la primera planta del parking subterráneo.

—¡Bien!—se animó sobándose sus sienes—iré por ella... Claire es fuerte, seguro aún está viva.

—¡No!—gritó enojada Sara.

Sara estaba no solo enojada, sino indignada. Aun cuando la situación era de vida o muerte, aun cuando sabían que había criaturas más peligrosas que los simples poseídos dentro de la comisaria, aun cuando ya era probable que Claire hubiera muerto, en lo único que pensaba Leon era en ella.

Aun si intentaba usar la grave situación de salud de su hijo, Leon se negaba a dejar atrás a Claire. Su corazón le dolía, no solo la había perdido una vez por su idiotez, sino que ahora se enfrentaba a perder por la segunda vez y esta vez por no haber ido con ella a buscar a sus compañeros.

—¡Suéltame!—gritó jalando su mano—¡Iré con o sin ti! Ya dejé instalados los explosivos, solo unde el botón del detonador.

Aventándole el pequeño dispositivo, se dio la vuelta y empezó a correr rumbo a la entrada del parking subterráneo. Tenía una semana de plazo para ir al lado de su hijo y aunque entre más pronto lo hiciera era mejor, no se iba a ir de allí sin antes de haberlo hecho todo por la mujer, quien ahora era dueña de su corazón.

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En medio de algunos escombros, del primer nivel del parking subterráneo, se encontraba Claire semiinconsciente. Sus piernas estaban aplastadas por varios restos de madera y techo; sin embargo, lo más doloroso era que, en medio de su conmoción, podía escuchar la voz de Oliver al otro lado de la radio.

"¡Ayuda!...¡Atrás!...¡Atrás!...¡Oh Dios!... comandante, Claire, no me dejen solo...¡Ahgg!"

Agonizante, mientras estaba luchando contra Derek ya convertido, terminó falleciendo por culpa de las demás criaturas, mientras su muerte era transmitida de manera lenta y cruel por la radio. La culpa agobiaba a Claire, quien lloraba con amargura al no haber podido salvarlos.

—Lo siento—susurró antes de desmayarse.

Un fuerte mareo y un dolor de cabeza comenzaron a martirizarla, y aunque se pudieran asociar al dolor por la caída que tuvo a causa de la explosión, aquella sensación le hacía familiar.

Desde hacía años había sufrido por algunos momentos de extraños sentimientos de déjà vu; no obstante, aunque intentaba ignorarlos, ahora era imposible.

Mientras su alma se sumergía en el mundo de los sueños, a medida que dejaba un segundo, aquella realidad llena de gritos y sangre, tuvo un sueño raro como si fuera un recuerdo olvidado.

En su sueño, Claire se encontraba corriendo por múltiples pasillos de lo que parecía ser las alcantarillas de la ciudad. No obstante, cada cierto tiempo revisaba su celular y observaba la imagen de su hijo para motivarse a seguir corriendo.

No entendía por qué en ese sueño que le parecía más familiar, como si de un recuerdo se tratara, estaba corriendo; sin embargo, mientras observaba su alma como su yo del sueño estaba escondida bajo la mesa de una oficina de control allí abajo, escuchó el grito monstruoso de un ser infernal.

"Leon...¡Es mío!"

Claire frunció su seño, reconocimiento levemente la voz, aunque no pudiera hallar a la persona que le perteneciera; sin embargo, quedó fría al notar como un tentáculo largo se dirigía hasta donde ella estaba escondida y la arrastró de su tobillo.

Aturdida por el movimiento fuerte, Claire observó como en aquel sueño era mordida por un Poseído que se encontraba desmayado en animación suspendida en el piso. El sueño acabó allí, antes de despertar de golpe de aquella extraña visión.

Su corazón latía con rapidez, mientras sus lágrimas salían rebeldes de su interior. Si aquello era una pesadilla, se sentía tan real. Usando sus manos libres, alcanzó su celular. Pese a que tenía la pantalla rota, podía aun ser utilizado.