En el corazón de la bulliciosa ciudad de Buenos Aires, Valeria, una talentosa diseñadora de modas, ha pasado su vida persiguiendo sus sueños y construyendo una exitosa carrera. Sin embargo, su vida personal es un caos, marcada por relaciones fallidas y un constante sentimiento de vacío.
Todo cambia cuando conoce a Marcos, un encantador y enigmático arquitecto que parece tenerlo todo. Su encuentro fortuito en un evento de caridad desata una chispa entre ellos que ninguno de los dos puede ignorar. A medida que Valeria y Marcos se conocen, descubren que ambos han estado llevando vidas solitarias y llenas de secretos.
Valeria, quien siempre ha sido independiente y fuerte, se encuentra abriéndose a Marcos de maneras que nunca imaginó. Por su parte, Marcos guarda un doloroso pasado que amenaza con destruir la conexión que han comenzado a construir. Mientras luchan por superar los obstáculos y los fantasmas del pasado del pasado, ambos deben aprender que el amor verdadero requiere confian
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Capitulo 18: Momentos Robados
La noche había llegado con un manto estrellado, y Valeria y Marcos se encontraban en una situación especial. Habían decidido aprovechar la calma de un fin de semana para disfrutar de un tiempo a solas en su apartamento. La rutina diaria y los compromisos de la vida les habían dejado poco tiempo para disfrutar de su relación de manera relajada.
Después de una cena sencilla pero deliciosa, prepararon una película para ver juntos. Se acomodaron en el sofá, con mantas y almohadas alrededor, creando un ambiente acogedor y cálido. La luz tenue de la sala y el sonido suave de la película creaban una atmósfera íntima que les permitió desconectar de las preocupaciones diarias.
Mientras la película avanzaba, Valeria y Marcos compartieron risas y susurros, disfrutando de la tranquilidad y de la compañía mutua. Sin embargo, hubo un momento en particular que capturó la atención de ambos: un suave toque en la mano de Marcos por parte de Valeria.
—¿Sabes? —dijo Valeria, rompiendo el silencio con un tono reflexivo—. Estos momentos robados son los que realmente aprecio. A veces, entre el caos y las responsabilidades, olvidamos cuánto significan estos pequeños instantes juntos.
Marcos la miró con una sonrisa tierna, sintiendo una profunda conexión.
—Tienes razón. Estos momentos simples, cuando estamos solo nosotros dos, son los que nos mantienen unidos y nos recuerdan lo importante que es disfrutar del presente.
Valeria se recostó contra él, sintiendo la calidez de su abrazo.
—A veces, los pequeños detalles y las conversaciones simples son los que más importan. Estos momentos robados son un recordatorio de que, a pesar de todo, podemos encontrar felicidad en lo cotidiano.
Marcos acarició su cabello, agradecido por la sinceridad y el amor que compartían.
—Estoy de acuerdo. Cada momento que pasamos juntos es especial, y valoro cada instante que tenemos para disfrutar y para fortalecer nuestra conexión.
La película continuó en el fondo, pero Valeria y Marcos estaban inmersos en su propio mundo de emociones y sentimientos. Disfrutaron de la cercanía y de las pequeñas charlas que surgían de manera natural, apreciando la oportunidad de simplemente estar juntos sin distracciones.
Cuando la película terminó, decidieron salir al balcón para observar las estrellas. La noche estaba clara, y el cielo estrellado proporcionaba un telón de fondo perfecto para su conversación.
—Es hermoso aquí —dijo Valeria, mirando hacia arriba con asombro—. A veces, los momentos más simples son los más significativos.
Marcos asintió, rodeando su cintura con un brazo.
—Sí, estos momentos robados son los que nos permiten reconectar y recordar lo que realmente importa. Me alegra que podamos disfrutar de estos instantes juntos.
Mientras se acurrucaban bajo el cielo estrellado, Valeria y Marcos se sintieron agradecidos por la oportunidad de compartir esos momentos especiales. La noche se llenó de promesas y esperanzas para el futuro, y ambos supieron que estos pequeños instantes robados serían siempre una fuente de alegría y fortaleza en su relación.
Al regresar al interior, Valeria y Marcos se acomodaron nuevamente en el sofá, sintiendo una mayor cercanía y un renovado aprecio por la simplicidad de estar juntos. La noche había sido un recordatorio de que, a pesar de los desafíos y las demandas de la vida, siempre había tiempo para disfrutar de los momentos más valiosos que ofrecía el amor.