En "Amor Ardiente," Valeria, una talentosa fotógrafa con un pasado complicado, y Daniel, un exitoso empresario con un oscuro secreto, se encuentran en una gala benéfica y sienten una intensa atracción inmediata. Desde su primer encuentro, sus vidas se ven envueltas en una espiral de pasión, drama y secretos.
A medida que su relación se desarrolla, se enfrentan a innumerables obstáculos: exnovios celosos, rivales sin escrúpulos y secretos familiares devastadores. Valeria, con su determinación y fuerza, y Daniel, con su inquebrantable amor y apoyo, deben luchar no solo por su amor sino también por su paz y felicidad.
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#Capítulo 15: El Regreso
Las semanas de separación habían sido difíciles para Daniel. Reflexionó profundamente sobre su vida y las decisiones que lo habían llevado hasta ese punto. Había trabajado incansablemente para resolver los problemas del pasado y demostrar que podía ser el hombre que Valeria merecía. Con la verdad sobre Julián revelada, y habiendo enfrentado sus propios demonios, Daniel decidió que era el momento de luchar por su amor.
Una noche, decidió ir a ver a Valeria. Se dirigió a su apartamento con el corazón latiendo con fuerza y una determinación renovada. Cuando Valeria abrió la puerta y vio a Daniel parado allí, su corazón dio un vuelco. No esperaba verlo, pero la intensidad en su mirada la conmovió profundamente.
—Valeria, sé que he cometido muchos errores, pero he trabajado para enfrentar mi pasado y mejorar. No puedo imaginar mi vida sin ti. Estoy aquí para luchar por nuestro amor, si todavía hay una oportunidad —dijo Daniel, con voz firme y sincera.
Valeria sintió una oleada de emociones. Había extrañado a Daniel más de lo que quería admitir, y verlo allí, dispuesto a luchar por ellos, tocó una fibra sensible en su corazón.
—Daniel, también he estado pensando mucho. He conocido a alguien, pero mis sentimientos por ti siguen siendo muy fuertes. Necesito saber que realmente has cambiado y que podemos superar esto juntos —respondió Valeria, con lágrimas en los ojos.
Daniel dio un paso adelante y tomó sus manos.
—Te prometo que he cambiado. Haré todo lo que esté a mi alcance para demostrarlo. Solo necesito una oportunidad para mostrarte cuánto te amo —dijo, con una mezcla de esperanza y determinación.
Valeria, movida por la sinceridad de Daniel, lo invitó a entrar. Se sentaron en el sofá, la tensión palpable en el aire. Las palabras fueron reemplazadas por miradas cargadas de emoción. Daniel acarició suavemente la mejilla de Valeria, inclinándose hacia ella.
—Te he extrañado tanto, Valeria —susurró Daniel, antes de besarla apasionadamente.
El beso fue como un fuego encendido, liberando semanas de tensión y añoranza. Valeria respondió con la misma intensidad, sintiendo cómo las barreras que había levantado se desmoronaban. Sus manos se entrelazaron, y Daniel la levantó en brazos, llevándola al dormitorio.
En el dormitorio, la pasión se desató completamente. Daniel la recostó con cuidado en la cama, sus labios nunca dejando los de ella. La ropa fue desapareciendo en un frenesí de deseo y necesidad. Los cuerpos de ambos se unieron en un baile de pasión, explorándose y redescubriéndose.
—Te amo, Valeria —murmuró Daniel entre besos, sus manos recorriendo cada centímetro de su piel.
Valeria respondió con un gemido de placer, sintiendo cómo la conexión entre ellos se hacía más profunda y poderosa. Las caricias de Daniel eran como una promesa de devoción y amor eterno. Cada movimiento, cada suspiro, reforzaba el vínculo que compartían.
La noche se volvió inolvidable, una mezcla de pasión, ternura y reconciliación. Sus cuerpos se movían al unísono, sincronizados en una danza de amor y deseo. Valeria se entregó por completo, sintiendo cómo el amor de Daniel la envolvía y la elevaba.
Horas después, exhaustos pero satisfechos, se quedaron abrazados, disfrutando del calor de sus cuerpos y la paz que seguía a la tormenta.
—Gracias por darme otra oportunidad, Valeria. Prometo que no te arrepentirás —dijo Daniel, acariciando su cabello.
—Yo también te amo, Daniel. Sé que podemos superar esto juntos —respondió Valeria, con una sonrisa de esperanza.
El reencuentro apasionado había renovado su amor y su compromiso mutuo. Esta noche había sido un recordatorio de lo que compartían y lo que podían lograr si permanecían unidos.
voy a dormir mejor.