En desarrollo
Larry Russo es un CEO italiano que decide comenzar su vida en Nueva York luego que su prometida Aurora muere de un disparo en la cabeza en un asalto.
Años después se cruza con Abigail, una profesora de la universidad donde él impartía una conferencia, donde él queda prendado de ella por el enorme parecido con su novia fallecida. El destino da un tire y jale en la vida de Abigail, cuando la madre de ella necesita un trasplante de hígado para vivir.
Larry y Abigail, entrecruzan sus vidas y el destino les tiene un contrato.
NovelToon tiene autorización de Luna Azul para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
XV.
LARRY RUSSO
Llegando a casa, Abi subió al cuarto e iba tras ella. La abracé desde atrás.
— Abi, perdóname si antes no te conté.No es mi intención mentirte.
— Quiero que me dejes un momento a solas, por favor.
— No pienses en nada. Solo créeme. Yo te amo.
Ella quitó mis manos de su cintura. Salí del cuarto. Ella cerró la puerta poniendo seguro.
ABIGAIL GRUBSTEIN
Tras cerrar la puerta, me senté en el piso. Llevé mi cabeza a las rodillas.
Me sentía frustrada. Nada me resulta bien, es por esto que prefería mi libertad.
Me dolía mi corazón, palpitaba como loco, sentía que la respiración me faltaba, empecé a llorar. Odiaba este sentimiento de dolor. Empecé a tener un cuadro de ansiedad.
Mi cerebro era como una cámara de video, había captado letras y fotos y ahora me la presentaba como una película una y otra vez.
"Te amo Aurora" "Te amo Aurora" "Te amo Aurora" "Aurora esta muerta"
Me levanté del piso. Iba a preparar una maleta, pero nada de lo que había en el clóset era mío.
Me fui a acostar y aunque no quería llorar, era algo imposible. Estuve así unas cuatro horas.Tenia mis ojos hinchados.
— Abi abre la puerta, hablemos— era la voz de Larry.
Siendo honesta no quería verlo. Él insistió tanto que me levanté y abrí la puerta.
— Ya lo pensé un poco. Quiero el divorcio. Me regreso a mi departamento. No creo que deba quedarme aquí.
— No puedes dejarme. No voy a darte el divorcio. Eres mi esposa y yo te amo. Yo sé que tú me amas. Nosotros nos amamos. De eso estoy seguro
Salí del cuarto. Él me sujetó del brazo.
— No quiero hacer más drama contigo. Solo déjame en paz. Quiero estar sola. Necesito estar sola para aclarar mis pensamientos.
— Si te dejo ir, sé que no vas a querer regresar después— Larry tenía sus ojos humedecidos.
Solté su mano. Caminé hasta la puerta de salida.
— Por favor no te vayas. Abi, amor, escucha. No seas terca.
Me giré, lo miré a sus ojos. Apuñé mis manos.
— Crees que es fácil para mí, saber que el hombre que yo me amo me ha usado, pensaste que nunca me iba a dar cuenta, no soy Aurora. Soy Abigaíl Grubstein. Me siento engañada. Me duele aqui— le di una palmada a mi pecho— Ahora entiendo aquella vez en el bar cuando me sacaste a la fuerza y me dijiste que no podía hacer las cosas con esta cara. Era porque siempre me has visto como Aurora. Yo no soy una réplica de ella. NO LO SOY— Grité.
— Es que no lo eres. Yo amo a Abigaíl Grubstein. Ya lo de ella quedó en el pasado. No voy a negar que al inicio si te busqué porque tenías un parecido con ella. Pero no son iguales. Mi amor por Aurora quedó enterrado. Debes entender que estoy siendo lo más sincero contigo.
— Déjame en paz. Quiero estar sola y debes respetar mi decisión. Te agradezco inmensamente todo lo que haz hecho por mi, Pero quiero pensar y calmar mi corazón, mis pensamientos que me están matando.
— Entonces dame la dirección de tu departamento y yo te llevo, solo así te dejaré ir y no pondré trabas. ¿Me prometes que no saldrás de la ciudad?
— Está bien. Llévame a mi departamento— le di la dirección y él me llevó.
Llegando me bajé y sin ver atrás entré a mi departamento.
Todo estaba cubierto de polvo. Me llevó unas seis horas limpiar mi departamento. Pero lo hice porque necesitaba distraer mi mente. Al terminar, me fui a bañar y luego me fui a mi cama
Apagué mi celular.
Me sentí deprimida. Estuve así alrededor de 5 días. Larry venía cada día a golpear la puerta, pero no le abría.
Ya fue suficiente. Mi vida debe continuar. Me levanté, me di un baño y me arreglé. Fui a la universidad a visitar a Ernesto.
— Tanto tiempo sin verte, me alegra que vinieras. Era como si mi mente te llamara.
— Pasaba a saludarte.
— ¿Estás trabajando?
— Aún no he encontrado trabajo.
— Hay disponible una vacante, tu vacante. La profesora no duró mucho y se fue.
— En serio. Y puedo regresar a mi trabajo.
— Si— eso me emocionó tanto que abracé a Ernesto— No sabes cómo alegra escuchar eso.
— ¿Y tu mamá?
— Ella está muy bien, consiguió un donante de hígado— recordar que había sido Larry su donador, me dio un bajón de ánimos.
— Si quieres hoy hacemos el papeleo y mañana empiezas. Organiza tu oficina hoy— Ernesto tomó mi mano— ¿Te has casado y no me has invitado?
Aún llevaba el anillo de bodas.
— Esto no ha ido bien— suspiré con tristeza.
— Hablaremos de eso después, te parece. No te pongas triste. La vida es como un aprendiz de pintura, las primeras obras no siempre son lo que se espera. Pero cuando toma experiencia, puede crear las más bellas obras de arte. Asi que, no te aflijas, todo mejora.
son cortas y sin tanto enredo felicidades y más que agradecida por tan linda labor
felicidades
Exitos Éxitos Éxitos