Herencia De Un Frío Amor

El bar estaba sumido en la penumbra, iluminado por destellos intermitentes de luces de neón. Nicolas se sentaba en la barra, con una botella de whisky casi vacía frente a él. La amargura llenaba su corazón, pero la compañía no deseada de Irina, su antigua amante, estaba a punto de complicar las cosas aún más.

Irina: *(Con una sonrisa seductora)* ¿Nicolas, cariño, te he estado buscando?

Nicolas levantó la mirada con desdén, sintiendo la furia y la confusión mezclándose en su interior.

Nicolas: *(Fríamente)* Irina, no es el momento.

Pero Irina no se dejó disuadir tan fácilmente. Se acercó a él, su perfume embriagador llenando el aire a su alrededor.

Irina: *(Insistente)* Pero, cariño, ¿no te gustaría un poco de compañía esta noche?

Justo cuando Nicolas estaba a punto de rechazarla, un hombre corpulento se interpuso entre ellos, su rostro contorsionado por la ira.

Guardia de Rafaello: *(Con voz amenazante)* ¿Quién crees que eres, interfiriendo con los asuntos de Rafaello?

La situación se volvió tensa de inmediato, y antes de que Nicolas pudiera reaccionar, los golpes comenzaron a llover sobre él. El sonido de los puños chocando contra su cuerpo resonaba en sus oídos mientras luchaba por mantenerse en pie.

Nicolas: *(Gritando)* ¡Basta ya!

Pero era demasiado tarde. La pelea estaba en pleno apogeo cuando la policía irrumpió en el bar, poniendo fin a la violencia con un estruendo ensordecedor.

Policía: *(Ordenando)* ¡Todos quietos! ¡Manos arriba!

Nicolas se vio obligado a rendirse, su rostro marcado por los golpes y la vergüenza. Al día siguiente, en la tranquila mañana, la casa de Sofía estaba llena de una tensión palpable. Jerónimo estaba en la escuela, pero Nicolas aún no había regresado a casa.

Sofía: *(Preocupada)* ¿Dónde estás, Nicolás?

El sonido del teléfono rompió el silencio, y Sofía se apresuró a responder, su corazón latiendo con fuerza en su pecho.

Sofía: *(Con urgencia)* ¿Sí, quién es?

Abogado: *(Por teléfono)* Soy el abogado de Nicolás. Necesito que vengas a la comisaría de inmediato. Tu esposo ha sido detenido.

Mientras Sofía se apresuraba hacia la comisaría, su mente estaba llena de pensamientos tumultuosos. La idea de Nicolás involucrado en una pelea por otra mujer la llenaba de rabia y dolor. ¿Cómo podía él, su esposo, poner en riesgo todo lo que tenían juntos por un capricho pasajero?

Al llegar a la comisaría, se encontró con Nicolás sentado en una sala de interrogatorios, con una mirada sombría en su rostro. La rabia ardía en los ojos de Sofía mientras se acercaba a él.

Sofía: *(Con voz cargada de furia)* ¿Qué demonios estabas pensando, Nicolás? ¿Peleando por otra mujer?

Nicolás bajó la mirada, sintiéndose avergonzado por su comportamiento imprudente.

Nicolas: *(Con pesar)* Lo siento, Sofía. No sé qué me pasó.

Sofía luchaba por contener las lágrimas de frustración y decepción. La confianza que había construido con Nicolás se tambaleaba peligrosamente en ese momento.

Sofía: *(Con voz temblorosa)* No sé si puedo seguir así, Nicolás. Esta no es la vida que quiero para mí ni para Jerónimo.

Nicolás la miró con desesperación, dándose cuenta del daño que había causado. Sabía que tenía mucho que hacer para reparar su relación, si es que alguna vez podía.

Nicolas: *(Suplicante)* Por favor, Sofía. Déjame arreglar las cosas. Te prometo que haré todo lo posible para enmendar mis errores.

Sofía se sintió abrumada por una mezcla de emociones mientras escuchaba las palabras de Nicolás. La furia que había sentido inicialmente se mezclaba ahora con una profunda tristeza y decepción. Sabía que no podía simplemente ignorar lo que había sucedido, pero tampoco podía evitar sentirse herida por la confesión de Nicolás.

Sofía: *(Con voz temblorosa)* ¿Por qué, Nicolás? ¿Por qué arriesgarías todo lo que tenemos por alguien más?

Nicolás bajó la mirada, incapaz de soportar la decepción en los ojos de Sofía.

Nicolas: *(Con sinceridad)* No lo sé, Sofía. No tengo excusas para mi comportamiento imprudente. Pero quiero que sepas que lo lamento profundamente y haré todo lo posible para enmendar mis errores.

Sofía luchó por contener las lágrimas, sintiendo una mezcla de dolor y deseo de creer en las palabras de Nicolás. Sin embargo, la semilla de la duda había sido sembrada en su mente, y no podía evitar cuestionar la sinceridad de sus promesas.

Sofía: *(Con voz entrecortada)* No sé si puedo seguir adelante, Nicolás. Me has herido profundamente.

Nicolás se acercó a ella, su expresión llena de angustia y arrepentimiento.

Nicolas: *(Con voz suave)* Por favor, Sofía, dame otra oportunidad. Te amo más de lo que puedo expresar con palabras.

Las palabras de Nicolás resonaron en el aire, cargadas de emoción y sinceridad. Por primera vez desde que se conocieron, había pronunciado esas tres palabras mágicas. Sin embargo, Sofía no pudo evitar sentir una punzada de ira y frustración ante la ironía de la situación.

Sofía: *(Con amargura)* ¿Ahora me dices que me amas? Después de todo lo que ha sucedido, ¿ahora decides decírmelo?

Nicolás se sintió abrumado por el dolor en la voz de Sofía, pero sabía que no podía ocultar la verdad por más tiempo.

Nicolas: *(Con sinceridad fingida)* Lo siento, Sofía. Fue un error, un momento de debilidad. No volverá a suceder.

Sofía lo miró fijamente, buscando la verdad en los ojos de Nicolás, pero lo único que encontró fue evasión y decepción.

Sofía: *(Con frialdad)* No sé si puedo creerte, Nicolás. Has perdido mi confianza.

Nicolás sintió un nudo en la garganta al darse cuenta de que había perdido la confianza de Sofía, quizás para siempre. Sabía que tenía mucho que hacer para reparar su relación, pero también sabía que la verdad sobre Irina era un obstáculo que no podía superar fácilmente.

Nicolás: *(Con resignación)* Entiendo, Sofía. Haré lo que sea necesario para ganarme tu confianza de nuevo.

Sofía asintió, su corazón aún lleno de dolor y duda. Sabía que el camino por delante sería difícil, pero también sabía que no podía rendirse fácilmente. Con el tiempo, esperaba encontrar la claridad y la paz que tanto ansiaba, pero por ahora, solo podía esperar y ver qué deparaba el futuro para ella y Nicolás.