Renacer Del Engaño: Pasión Desenfrenada Y Venganza Redentora.

Me desperté en un nuevo día, sintiendo la frescura de la mañana acariciar mi rostro. Las sirvientas, como de costumbre, esperaban para asistirme en mi rutina diaria. El día estaba radiante.

Después de cumplir con las formalidades matutinas, me dirigí al comedor para el desayuno. Mi familia se encontraba reunida, me senté en mi lugar asignado.

En el comedor, mi familia hablaba de problemas políticos . Mi padre, con gesto serio, inició la conversación: "He escuchado rumores sobre el imperio vecino, parece que enfrentan dificultades en sus fronteras. Esto podría afectar nuestras relaciones comerciales y políticas".

Mi hermana Isabelle asintió, "Es crucial mantenernos informados y tomar decisiones sabias. Pero no solo debemos preocuparnos por asuntos externos, también hay cuestiones internas que requieren nuestra atención".

Theo,mi hermana mayor, expresó su preocupación, "Los nobles de nuestro imperio no están exentos de intrigas y conflictos. He oído hablar de disputas territoriales y competencia por influencia en la corte".

Serene, siempre pragmática, añadió, "Deberíamos estar preparados para cualquier eventualidad. Fortalecer nuestras alianzas y mantener una posición firme ante los desafíos que puedan surgir".

Intervine, "Es cierto, pero también debemos ser cautelosos con las alianzas que formamos. No todos los nobles comparten nuestros intereses y valores".

Mi madre, con su sabiduría característica, concluyó, "Mantengamos una mente clara y una unidad fuerte. Los tiempos pueden volverse turbulentos, pero la familia es nuestro mayor apoyo".

Después de la comida, me dirigí hacia la oficina de mi padre.

Entré en la oficina de mi padre, encontrándolo ocupado revisando algunos documentos. "Padre, ¿puedo hablar contigo un momento?" pregunté con respeto.

Él levantó la mirada y asintió. "Claro, Vivianne, ¿qué necesitas?"

Con una sonrisa cuidadosamente elaborada, le expliqué mi deseo de ir a la ciudad. "Padre, he estado pensando en algunas cosas que necesito, y me encantaría tener tu permiso para ir a la ciudad y hacer algunas compras. ¿Puedo?"

Mi padre, siempre considerado, reflexionó un momento y luego asintió. "Por supuesto, hija. Si es algo que necesitas, ve y asegúrate de no demorarte mucho."

Agradecí su permiso y salí de la oficina, sabiendo que este viaje a la ciudad me proporcionaría la oportunidad perfecta para llevar a cabo parte de mi plan de venganza.

Después del permiso de mi padre, me dirigí hacia afuera de la majestuosa mansión, donde un carruaje aguardaba pacientemente. Con la asistencia del lacayo, subí con gracia al carruaje, sintiendo la suavidad de los cojines bajo mí mientras el vehículo se preparaba para llevarme hacia la ciudad.

El carruaje se deslizó por las elegantes calles, llevándome hacia la bulliciosa ciudad. Mientras observaba por la ventanilla, mi mente estaba ocupada en trazar los siguientes pasos de mi plan.

Al llegar al centro de la ciudad, descendí del carruaje, agradecí al conductor y me sumergí en la multitud, lista para llevar a cabo las primeras acciones de mi plan de venganza.

Con determinación, decidí dirigirme hacia la residencia de Lord Archibald, mi objetivo principal en ese momento.

Al llegar a la imponente residencia de Lord Archibald, mis pasos resonaron en la entrada mientras me acercaba a la puerta principal, decidida a confrontar al hombre.

Con un gesto decidido, golpeé la puerta y esperé a que me abrieran. Mi corazón latía con fuerza, pero no permitiría que la ansiedad debilitara mi determinación.

La puerta de la mansión se abrió lentamente, revelando un hall de entrada imponente. Un mayordomo de edad avanzada, con vestimenta elegante, me recibió con una reverencia. Mi mirada exploró el lugar mientras avanzaba por el pasillo, siguiendo al mayordomo hacia una sala de estar lujosamente decorada.

Lord Archibald, un hombre de mediana edad con una expresión serena, se encontraba en la habitación.

Durante nuestro encuentro, Lord Archibald y yo intercambiamos corteses saludos, sumidos en una atmósfera de elegancia y protocolo.

"Lady Vivianne, es un placer tenerla en mi humilde morada. ¿En qué puedo serle de ayuda hoy?" Dijo cautelosamente

"Lord Archibald, agradezco su hospitalidad. Estaba interesada en discutir algunos asuntos comerciales. He escuchado que sus negocios son prósperos y bien establecidos." Comenté tranquila

Lord Archibald pareció dudar de mis palabras, sus ojos revelaban una mezcla de curiosidad y cautela. Sin embargo, persistí en presentar mis propuestas de negocios y alianzas, destacando los beneficios mutuos que podríamos obtener.

"Lady Vivianne, aprecio su sinceridad. No obstante, necesito tiempo para considerar detenidamente esta propuesta. Las alianzas en la alta sociedad deben ser cuidadosamente evaluadas." Dijo con voz de desconfianza

"Estimado Lord Archibald, comprendo que pueda haber cierta reserva, pero estoy segura de que una colaboración entre nuestras casas podría ser sumamente fructífera. Hay asuntos de interés común que podríamos abordar juntos." Dije decidida

Aunque Lord Archibald mostraba cierta reticencia, no perdí la esperanza. Con perseverancia y astucia, confiaba en que podría ganarme su confianza y asegurar su colaboración en mi plan de venganza.

"Tengo en mente algunas expansiones en el sector comercial, y pensé que sus conocimientos podrían aportar una perspectiva valiosa. Además, me han llegado rumores sobre nuevas alianzas que podrían beneficiar a ambos." Expresé muy confiada

"Ah, es un honor que haya notado mis modestos esfuerzos." Dijo orgullosamente

Con un gesto elegante, le presenté mi oferta. "Tengo un proyecto intrigante, una oportunidad que no solo beneficiará nuestras fortunas individuales, sino que también elevará nuestras casas a nuevas alturas". Detallé con precisión cada aspecto del proyecto, resaltando los beneficios financieros y estratégicos.

"Este proyecto no solo nos brindará riqueza, sino que también consolidará nuestra posición en la sociedad", continué, manteniendo mi mirada fija en sus ojos para evaluar su reacción. Habilidades comerciales, visión a largo plazo y la posibilidad de consolidar su influencia fueron los puntos clave que resalté durante nuestra conversación.

Lord Archibald, un hombre astuto, escuchó con atención, evaluando cada detalle. Observé sus gestos y expresiones para ajustar mi enfoque y enfatizar aquellos aspectos que resonaban más con sus intereses.

"Interesante propuesta, Lady Vivianne. Estoy abierto a discutir detalles y evaluar cómo podríamos fortalecer nuestros lazos comerciales. Pero debo pensarlo un poco" Dijo dudando

Después de una extensa conversación, Lord Archibald accedió a considerar mi propuesta, pero pidió tiempo para evaluar cuidadosamente los términos. Agradecí su disposición y me despedí con cortesía, prometiendo esperar su decisión.

"Por supuesto, Lord Archibald. Entiendo la importancia de la reflexión en asuntos de esta índole. Estoy abierta a cualquier pregunta o aclaración que pueda necesitar." Dije

Lord Archibald me miró con ambición y al despedirnos, con firmeza en su voz, expresó que en quince días conocería su respuesta.

Lord Archibald me dijo con cortesía: "Fue un placer tenerla aquí, mi lady".

Respondí con una sonrisa refinada, "El placer es mutuo, Lord Archibald. Espero que esta colaboración nos brinde beneficios a ambos".

"Espero que esto quede únicamente entre nosotros." Dije y con eso, me retiré del salón, llevando conmigo la satisfacción de haber sembrado las primeras semillas de mi plan de venganza.

Con la esperanza de que mi encuentro con Lord Archibald diera frutos en el futuro, regresé a la mansión en el carruaje que me esperaba. Apenas había llegado cuando me encontré con la mirada curiosa de Isabelle, quien inmediatamente preguntó sobre mi paradero. Con cautela, le dije que estába comprando unas cosas. Olvidando un importante detalle.