Introducción En un mundo donde todo está cambiando, debemos enfrentar nuestras virtudes y debilidades, pero sin olvidar el amor. Esta es la historia de Valeria, una abogada dedicada a ayudar a otras mujeres. Después de su trágico rompimiento, se dedicó enteramente a su profesión. Sin esperarlo, conoció de nuevo el amor, ese amor sincero en el que te da estabilidad. Claro no todo lo que brilla es oro, ya que este caballero viene con una sorpresa que le cambiará por completo la vida. El caballero que conquista a Valeria, es un hombre mayor, viudo, que al vivir en constante conflicto con sus hijos, lo hace huir lejos de todo para buscar la tranquilidad que le han arrebatado, la traición viene de quien menos lo esperas. Pero el destino le tenía preparado una recompensa por todo el dolor que había experimentado. Al mismo tiempo disfrutaría de nuevo del amor y la pasión.
NovelToon tiene autorización de Nay Escoto para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Juntos en Roma
Capítulo 15
⚠️En este capítulo, tiene contenido erótico, etc. No aptos para personas susceptibles a ellos. Si no crees adecuada la lectura estás en libertad de omitirla.⚠️
Ingrid estaba feliz paseando por las calles de Roma en compañía de su padre, Valeria y Clara. Sabía que estaban a unos días de viajar a Toscana para la boda.
Veía a su padre abrazando a Valeria mientras caminaban, él se veía muy feliz. Ni en sus más locos pensamientos, se imaginó que su padre conocería a alguien tan maravillosa. El amor entre ellos no se podía ocultar.
—Es tan lindo verlos juntos.—dijo Clara
—Si, mi padre merece eso y más. Me alegra que se hayan encontrado, aunque haya sido en el lugar menos esperado. Admiro a Valeria, es una gran mujer y la quiero mucho.—respondió Ingrid
—Sus hermanos van a pegar el grito en el cielo cuando se enteren.—dijo Clara
—Si, eso va ser inevitable. Pero mi padre jamás va a permitir, que la ofendan o la quieran humillar.—decía Ingrid
—Van demasiado lento, las vamos a dejar.—les decía Federico
—Ya vamos.—respondieron ambas y los alcanzaron de prisa.
Siguieron explorando museos, tiendas, Valeria estaba maravillada de todo lo que sabía Federico, sobre historia y sobre la ciudad.
—¿Te estoy aburriendo?.—preguntó Federico
—No, al contrario. Me encanta que seas culto, te amo.—respondió Valeria
—Yo te amo más, espero siempre hacerte feliz. No quiero que jamás te arrepientas de estar conmigo.—decía Federico
—Se que no sera así, eres mi todo.—le decía Valeria mientras se abrazaba a él.
Más tarde volvieron al hotel, Valeria se metió a dar una ducha. Ella tenía una sorpresa para Federico, mientras ella se bañaba, él fue a la habitación de su hija para hablar.
—Clara nos permites un momento a solas por favor.—dijo Federico
—Si, señor con permiso.—respondió y los dejo conversar
—Cuanto misterio papá, ¿Qué pasa?.—preguntó Ingrid
—Quería agradecerte todo el apoyo que nos das, tu tío va a llegar directamente a la boda. Cómo sabes, considere no decirles nada a tus hermanos,¿Puedes guardar el secreto?.—preguntó Federico
—Si, ¿por qué no quieres que se enteren?. Papá vas a casarte. Sería bueno que conocieran a Valeria.—preguntó Ingrid
—Por favor mi amor, solo es hasta que regresemos a México, después de la boda planeo quedarme más tiempo en Madrid con mi esposa. No puedo arrancarla de su mundo así, como así. Además quiero ahorrarme la pelea con tus hermanos, para ellos nadie es adecuado a sus ojos, pero honestamente sabemos que es por el dinero y la empresa, lo que los lleva a comportarse de esa manera.—respondió Federico
—Esta bien papá, no permitiremos que arruinen ese día tan especial. Tienes razón mis hermanos son difíciles, aunque sé que Valeria podrá ganarse a ambos, o acaso es ¿por lo que pasó con Damián y la otra mujer, que no quieres decirles?.—preguntó Ingrid
—Tienes mucha imaginación, tu hermano y yo, ya arreglamos el malentendido. Bueno las dejo descansar, Clara debe estar desesperada en el pasillo esperando, pidan algo de cenar.—respondió Federico
—Si papá.—respondió Ingrid, conocía a su padre, él ya no confiaba en su hermano.
Federico entró de nuevo a la habitación, Valeria lo estaba esperando con velas, vino y flores. Ella estaba usando lencería provocativa, se acercó a él lentamente para entregarle una copa de vino.
—Pensé que podríamos adelantar la luna de miel.—le decía Valeria, acercándose a sus labios, el la abrazo a él para besarla.
Federico la besaba y acariciaba apasionadamente, ella le mordió los labios, eso hacía que el jugueteo se volviera más intenso. El se quitó la camisa, las manos de ella acariciaban su espalda.
—Eres hermosa.—le decía Federico mientras su respiración se agitaba.
—Hazme tuya.—le suplico Valeria
La llevó hasta la cama, estando ahí con una rosa recorrió cada centímetro de su piel, ella se estremecía y gemía de placer. Era tan placentero que no quería que se detuviera. Después él besó cada parte de ella, se podía ver como su piel se erizaba. Ya no podía más, sentía urgencia por sentir a su hombre.
Él se colocó encima de ella para quitarle la lencería, la comenzó a besar tiernamente, se posó entre sus piernas mientras la llenaba de besos. Era tan tierno, el olfateaba el embriagante aroma que tenía. Sin más espera se unió a ella, el se movía lento, pero logró provocar una gran intensidad. Era un momento muy romántico y lleno de pasión. Él la besaba, Valeria se veía feliz y satisfecha por el momento que estaban teniendo. Así permanecieron hasta saciar sus deseos.
Más tarde estaban los dos abrazados, pensando en el momento tan maravilloso que habían vivido.
—Me encantó.—le decía Valeria
—A mi también amor mío.—respondió Federico
—Después de que hayamos vuelto de la luna de miel, he pensado que sería bueno poner pausa a mi profesión, llegue a la conclusión de que sería bueno que tengamos hijos.—le contaba sus planes Valeria
—Mi amor pero si aún eres muy joven.—respondió Federico
—Ni tanto, en pocos meses cumpliré treinta años. ¿Tú ya no quieres hijos?.—preguntó Valeria
—Claro que sí, ¿sabes quién perdería la cabeza por el bebé?.—preguntó Federico
—Ingrid!.—dijeron ambos al mismo tiempo, ambos rieron.
—Es una niña grandiosa, la adoro.—decía Valeria
Federico se sentía feliz al escucharla expresarse así de su pequeña hija, él no había contemplado la posibilidad de tener otro hijo. Después de todo era comprensible, ya que su futura esposa era joven, y era totalmente normal que ella quisiera tenerlos.
Al día siguiente durante el desayuno, ellos estaban muy acaramelados. Ingrid y Clara estaban contentas al verlos.
—Mi amor, ¿A qué hora van a llegar tus hijos? ¿O también piensan llegar al lugar de la boda?.—preguntó Valeria, el guardó silencio
—Señora Valeria quedaron de llegar a la boda, pero aún no confirman nada.—respondió Clara
—Entiendo, no me digas señora solo Valeria.—respondió
Federico e Ingrid se miraron, no les gustaba mentir. Pero no quería que Valeria se sintiera rechazada, con el tiempo se conocerían. No querían que nada arruinara la felicidad que estaban viviendo.
*******************************************
Chicas las invito a seguir nuestra página en Instagram somos un grupo de autoras amigas y compartimos nuestras historias finalizadas y en emisión.
También tenemos spoiler y aviso de capítulos o maratones
Nos vemos en nuestra página: *AutorasBandidas*
https://instagram.com/autorasbandidas?igshid\=NzZlODBkYWE4Ng\=\=