Volver A Amar

Los días transcurrieron con rapidez. Valery se había tomado su papel como profesora de Básica de manera exitosa. Afortunadamente la mayoría de los niños eran obedientes y participativos en las clases, excepto uno que otro más revoltoso. Sin embargo el haber tenido dos hijos pequeños, le brindo de una paciencia casi infinita.

Para el día de mañana convocó una reunión con los padres de sus alumnos, con el fin de comunicarles que sería ella la profesora jefe de sus retoños, y además, darles a conocer las actividades que tenía programadas durante el año escolar.

Con respecto a Aiden, para su tranquilidad, la situación "incómoda" que sucedió en la oficina, no se volvió a repetir. No obstante, las miradas de parte de él eran evidentes. Cada vez que iba a merendar, o salía al patio por recreo, el castaño la buscaba con la vista y le sonreía alegre.

Pero ella lo esquivaba de inmediato. En ningún momento correspondía a su sonrisa. Algo que en cierta parte desiluciono a Aiden, más por otra, daba a entender que no pretendía caer en sus encantos. Ello solo provocaba que el interés por parte de este aumentara.

Si era sincero, el hecho de que una mujer llamara su atención luego de tantos años, significaba una cosa clara e irrefutable: Valery le gusta.

Desde su percepción, ahora mismo, esta preparado para dejar la soltería y la soledad que aquello conllevaba, pues desde que la conoció no ha dejado de pensar en ella.

En estos momentos, en los que el timbre ha sonado, y el receso para que los alumnos descansen ha iniciado, él, apresuradamente se aventuró a tratar de buscar su mirada nuevamente, ya que mantiene la esperanza de que uno de estos días la preciosa pelinegra le sonría de vuelta.

Soltó los papeles que debería haber tenido listo desde el día de ayer, papeles que demoran debido a que no logra concentrarse al cien por ciento.

¿Quién diría que la culpa recaería en unos destellantes ojos verdes?

Caminó por el largo pasillo abarrotado de alumnos, con su mirada barrió cada espacio en busca de ella. De pronto unas manos se aferraron a su brazo y lo apretaron ligeramente.

¿Qué diablos? pensó.

Volteó su rostro y la pesadilla una vez más se hizo presente. La Profesora de Educación Física estaba pegada a su lado como una jodida garrapata. Maldijo el momento que la aceptó como docente. Lamentablemente no podía despedirle sin un justificante válido.

—Señorita Scarlett, le he dicho muchas veces que no haga este tipo de escenas por favor, se puede mal interpretar terriblemente —espetó enfadado.

—¡Ay! jefecito, discúlpeme —fingió estar triste —. Es que hace días que no lo he visto.

—Esta bien, pero ¡Ya suélteme! —masculló desesperado por ser liberado de aquel agarre infernal, si Val lo vería de seguro sería su fin a algo que nisiquiera ha iniciado.

La miró con el ceño fruncido, alzó su rostro y frente a él, unos metros más allá, Valery lo observaba, con una mezcla de enojo y decepción.

~{Es igual a todos, además de pervertido es un mujeriego}~

Aiden abrió los ojos y sacudió su brazo sin importarle nada —. Que sea la última vez que toma atribuciones que no le corresponden. No me obligue a despedirla ¿Entendió?.

Scarlett parpadeó y asintió seguidamente con su cabeza. Suponía que algún día el jefe buenorro caería en sus redes. ¿Quién no lo haría?. Creyó que con sus implantes de busto y trasero falso lo tendría bajo sus pies al igual que Daniel lo estuvo un día. Aunque ese fue solo de una noche, esperaba que Aiden fuera para siempre.

¡Que ingenua resultó ser!

Levantó su pie y pateó el suelo, ¿Cuánto más debería esperar para que fijara sus ojos en ella?

Aiden camino a paso rápido, esquivo a alumnos y profesores con tal de llegar al lado de Valery, quería justificarse, necesitaba decirle que lo vió fue solo un error.

Se detuvo en seco ¿Porqué él quería explicarle la verdad?.

Se pasó la mano por el rostro, y suspiró ¡Estaba más perdido de lo que pensaba!.

Se dió la vuelta y volvió a su oficina. No era quien para hablar con ella, ¿Cómo le haría ver la verdad, si en el proceso debía confesar sus sentimientos?

~{Mierda, mierda, y más mierda, ¿Qué me está pasando?}~

Se sentó en su cómodo sillón de cuero, y se propuso leer los papeles que debía entregar con urgencia.

Sabía que el día Domingo, Valery iría al bar, esa sería la instancia perfecta en la cual poder iniciar una plática como dos personas comunes y corrientes, una donde la relación Jefe—empleada no representaría un obstáculo.

Holaaaaa.. Bueno debo decirles que lamento la demora 😔😢 Generalmente trato de subir diariamente, pero ahora me demore más de lo normal. Les cuento que soy madre de 4 pequeñines, y a pesar de mi anhelo por actualizar, el cuidar de ellos y de la casa me deja, en ocasiones, por no decir todo el día, agotadisima. Además estoy trabajando en la edición de otra novela. Disculpenme por favor. Trataré con todas mis fuerzas de actualizar diariamente. Gracias gracias por estar en este punto de la historia. Espero, realmente, que sea de sus agrado. Gracias por los comentarios ☺️ 💗