Prólogo
Cuando sentí que su mano acariciaba mi pelo, cómo lo había hecho hacía más de una semana.
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La Encerrona
Cuando se despidió de mí. Tomé su mano y la acaricié con delicadeza. Sentí un estremecimiento por mi cuerpo. Que nunca había sentido. Vuelvo y lo repito esa mujer es una hechicera. Algo me hizo.
Lamenté que el tío haya retirado el dinero. No por la perdida económica. Si no porqué ese era un motivo para verla. Y ahora como lo haría?
Ya lo tenía!!!, contratar un investigador privado. Teníamos una empresa que nos hacía trabajos, cuando algún cliente quería pasarse de listo. Le dí los datos, ni siquiera sabía su apellido, pero sabía dónde vivía. Con esos datos, quedaron de informarme durante el día de mañana.
Maldito Parra, lo que ocasionaste con tus aires de don Juan, queriendo pagar por una mujer. Valiente hombrecito saliste. Quizás de dónde te sacó mi papá.
Llamé a mi secretario para ver si tenía alguna información del caso de mi hermano. Me contó que estaba difícil, algunos archivos se habían borrado y otros estaban extraviados. Le dije que el oficial de dónde fuí a buscar a mi hermano tenía más información. Que le dijera que era yo el que estaba averiguando.
Quedó de tenerme lo antes posible la información. Algo me sonaba mal aquí.
En la noche tenía una cena en la casa de mis padres. No quería asistir pero me llamó mi mamá, que quería verme. Ella también era una Vanderbick. Era una línea lejana de papá. Se conocieron y se casaron. Mi mamá era una mujer muy especial. Se veía como débil y despreocupada de la vida. Pero no era mala, solo un poco snob. De seguro si yo le presentara a una mujer como Gabriela, no le gustaría. Las mujeres deben ser de la casa y estar hermosas para sus maridos. Menos mal que no tuve una hermana, creo que con una mujer en la familia con la mentalidad como ella me bastaba.
Pensaba de esa forma así con mi gatita? Realmente esa mujer me mueve el piso.
De que sería capaz de presentarla a mis padres, como una relación seria?.
Sería romper con todo....
Me tranquilize solo. No debía apresurarme. Ella no pertenecía a mi mundo. Era una mujer común y hasta corriente. Pero era bonita y yo la deseaba, como nunca deseé a una mujer.
La sorpresa que tenía mamá era a Tatiana, muy intalada en el salón. Ella era todo lo opuesto por lo que me gusta Gabriela. Tatiana era hermosa, demasiado perfecta, demasiado correcta, educada en Europa, hablaba varios idiomas. Era la mujer perfecta para un Banquero como yo.
Pero no me seducía. era muy buena en la cama. Pero era como si todo lo aprendió de memoria. Las posiciones, como dar gusto, yo creo que hasta fingir los orgasmos. Era una muñeca.
En cambio mi Gabriela era un torbellino...nada de suave, hosca, malhumorada. Sin maquillaje, hasta una pequeña cicatriz en su mejilla que ella lucía con garbo. La toque un momento y eso fue como mil orgasmos en mi cuerpo. Era perfecta para mí.
Hablaría hoy con Tatiana, no era justo que ella creyera que podía haber algo entre nosotros. Porqué no sería así.
La cena transcurrió cómo siempre, aburrida. No me había dado cuenta que sosa era la vida en la casa de mis padres. Cerraba los ojos y la veía bailar y la escuchaba cantar con su voz ronca.
Siento un toque en mi brazo. era mi mamá que me hablaba y yo abstraído en mis pensamientos.
--Cuando nos darán la sorpresa? dice mamá
--Yo también espero el anillo...dice la pseudo novia.
-- Podrían ponerse las argollas en Navidad, no falta tanto. dice mamá
--Yo les regalo la luna de miel, dice papá.
--Vamos mi amor, estoy esperando...
Me di cuenta que ésto era una encerrona, y yo no me voy a prestar para este juego.
Tratando de ser lo más correcto posible, ésto ya no da para más. A mí nadie me obliga.
--Lo lamento, pero yo no me voy a casar obligado. Tatiana a ti yo nunca te he ofrecido matrimonio. Si creíste que ésto era algo serio, fue solo en tu imaginación. Mamá, Papá, busquen a su otro hijo para casarlo con la mujer que ustedes le elijan.
--Yo cuando elija a una mujer será por amor y no por conveniencia. Lo lamento soy un romántico, no lo sabía, pero parece que hay alguien que me tiene así.
Me levanté, agradecí la cena y me marché. Escuchando los sollozos de Tati. Y los gritos de mamá que me disculpara.
Me doy cuenta ahora que estoy en el auto, lo que dije....😱 . Ósea éste corazón tiene dueña?