Luego de vivir una vida de forma sumisa, pensando que de esa forma todo era mejor, Luna muere en manos de un asesino, fuera de un supermercado a sus treinta años, arrepentida por no vivir de la forma en que quería, pide fervientemente una segunda oportunidad. ¡Que luna tan hermosa la de esta noche, lástima que no la podre ver más! piensa antes de morir desangrada. ¿Qué ocurrió?, desperté en un hospital, pero este no es mi cuerpo y ¿porque tengo orejas de conejo? Reencarnada en otro mundo, ocupando otro cuerpo, descubre que la chica tambien se llama Luna y la dificil vida que llevaba, ademas de que la intentaton asesinar y el principal sospechozo es un hombre que aparece en sus sueños, como un recuerdo de lo ocurrio, quien ademas es uno de sus compañeros de clase y un lobo blanco, uno de los principales peligros para los conejos. Asi comienza esta trama dondd Luna buscara al culpable para tomar venganza
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Capitulo 7: Juro que me vengare de ti.
Luego del terminar su terrible primer día, un tanto molesta por ser quien tuviera que limpiar, aunque fue ella quien trajo la basura, únicamente lo hizo para defenderse, aunque debía agradecer que por lo menos el director no fue cruel con su castigo. Cansada sintiendo su cuerpo pesado Luna solamente quería estar en su habitación, cubierta por las sabanas de su cama, disfrutar de un largo sueño y que por una simple noche solo cerrar sus ojos y no soñar.
Antes de eso debía darse un baño, su ropa aún tenía mal olor y su piel había tomado ese mismo aroma, así que debía ir a la habitación, tomar su ropa limpia e ir al baño del gimnasio, ya que la habitación de Luna, a diferencia de las otras habitaciones de lujo, no tiene baño propio, por lo que debe utilizar el más cercano y ese es el del edificio de gimnasia.
Pasaban de las seis de la tarde, llego a la habitación, los colores del atardecer entraban por la ventana, plasmándose en las paredes del lugar, brindándole una imagen cálida, se sentía bien tener ese pequeño espacio en el que podían tener ese tipo de vistas.
Fue al armario y tomo un conjunto, quería estar lo más cómoda posible para un mayor descanso, así que su elección fue un mono color rosa pálido, la textura de la tela era afelpada y muy suave, acompañado por una camiseta color blanca de algodón. Luego de escoger la ropa, busco su pequeño bolso de baño, donde guardaba: Jabón de baño, Champú, Crema capilar y otros tantos productos de baño. Por último tomo una toalla de baño y salió de la habitación.
De camino al gimnasio vio a muchos de sus compañeros de clase, al verla, reían de su situación. Ignorándolos, Luna siguió su camino hasta llegar al lugar, paso por la cancha de básquetbol, visualizo los baños se encontraban al lado de los vestidores al final de la pared.
Los baños eran cabinas separadas por vidrios difuminados, paredes blancas con lozas decorativas en las paredes y en suelo, duchas con calentador y una caída de agua relajante.
Se quitó la ropa, la doblo y dejo sus cosas en el gabinete fuera de las duchas, tomo las cosas de baño, coloco la toalla en el gancho a un lado de la ducha y entro, al abrir el agua comenzó a salir fría, abrió el lado de agua caliente hasta encontrar el punto perfecto entre las dos, espero a climatizarse hasta poder mojarse por completo, dejando correr el torrente de agua por todo su cuerpo, como una terapia sanadora, cerro los ojos relajándose, escuchando la caída del agua. Luego de unos minutos lavo su cuerpo y luego su cabello, tallando muy bien para sacar toda la suciedad y el olor de la basura.
Se escuchan unos pasos
-¡¿Hay alguien allí?! - grita, pero no recibe respuesta y se hizo un silencio total. Luego de unos segundos, decide salir a ver que sucede, agarra la toalla y se la coloca cubriendo su cuerpo, sale de la ducha asomando primero la cabeza, para ver si lograba visualizar de quien se trataba, pero no había nadie allí, así que decide terminar de salir, llego hasta el gabinete.
¡Mi ropa! - grita, al darse cuenta de que su ropa limpia o la sucia, no se encontraban allí donde las había dejado. El pánico se apoderó de ella, ¿ahora que podría hacer?, no podía simplemente salir hasta su habitación, la distancia era muy larga y además, todo el camino estaba lleno de personas por todos lados - Dios, ahora ¿qué hago?.
De seguro esto lo hizo Isabela, esa mujer es tan mala como vengativa, además parece que todos en este lugar tienen un tipo de problema conmigo, ¿Qué pudo haber hecho la Luna de este mundo para ser odiada de esa forma?, lo peor es que yo tengo que lidiar con todo esto - suspira - Esto va a ser más difícil de lo que pensé seria, bueno, por ahora solo debo pensar en como puedo salir de esta situación.
Sin más remedio, Luna tuvo que esperar hasta que anocheciera lo suficiente como para poder salir y no conseguir personas caminando por afuera, y eso significaba esperar allí unas tres horas tal vez, quizás menos, para su suerte el gimnasio siempre estaba abierto para el uso de los deportistas y para su uso quien era la única que no poseía baño propio en su habitación. Algo con lo que no contaba era que al no tener teléfono o alguna otra cosa con la que pudiera distraerse, el tedio de pasar tantas horas a solas y en un total silencio, se apoderaría el sueño de ella, cediendo ante toda la presión que había tenido durante todo el día, cayó dormida sobre el banco de los vestidores.
Los largos pasillos estaban oscuros, todo estaba en un total silencio, solo se lograban escuchar sus pasos corriendo, su respiración agitada y la risa del perseguidor, mientras sus garras llenas de sangre rasgaban las paredes para producirle más miedo a su cuerpo, haciéndole saber que estaba allí tras ella. Siguió corriendo hasta llegar a la azotea, al llegar allí corrió hasta llegar a la baranda, no había escapatoria, la única forma era, subió el muro y miro hacia abajo, la caída sería larga y doloroso el golpe. Mientras dudaba en saltar, sintió un gran golpe en su espalda que la obligo a caer, pero antes de eso lo pudo ver claramente, era él, tenía sus manos extendidas hacia ella, ese hombre, fue quien la empujo.
neja... - comenzó a escuchar mientras despertaba - ¡Coneja!- le grito, Luna abrió sus ojos, su respiración era agitada, justo como el rostro que había visto en sus sueños, allí estaba él.
¡kaelTh!- grita al verlo, levantándose de un salto. Ask que eso fue lo que sucedió, este hombre frente a mi, ahora estoy totalmente segura, este hombre es un asesino, quien intento matar a la Luna de este mundo. - Lo mira con odio y desprecio- Juro que me vengare de este mal nacido, por haber atacado a una chica inocente hasta el punto de intentar matarla, lo hare pagar por todas las cosas que Luna sufrió.