El Ceo Misterioso

Todavía en el parque, Maya decidió subir a la montaña rusa.

Maya Salvatore

-Diana, ¿quieres ir conmigo a la noria?

Diana

-Maya si fuera cualquier otro juguete iría, pero tengo miedo a las alturas.

Maya Salvatore

-Está bien, y tú Renato, que sé que no tienes miedo a las alturas, ¿vienes conmigo?

Renato

-Maya esta vez te la voy a deber, quiero quedarme con mi hijo y Diana, ya he perdido demasiado tiempo lejos de ellos.

Gael Bennet

-No crees que eres lo suficientemente mayor para una noria, ¿verdad?

Maya Salvatore

-¿Eres realmente mayor para divertirte, Gael?

Gael Bennet

-Entonces iré contigo, ¿puedo?

Maya Salvatore

-¿Y te gusta divertirte?

Gael Bennet

-Si voy a estar a tu lado, más vale que me divierta.

Fuimos a la noria y nos sentamos. Cuando empezó a subir, me quedé mirando.

-Maya, ¿qué puedo hacer para que me des una oportunidad?

Maya Salvatore

Le miro y le digo:

- "¿Qué tal si empiezas por decirme qué escondes tanto?

Gael Bennet

-Está bien, Sara es mi hija.

Maya Salvatore

-¿Así que has estado involucrado con Diana?

Gael Bennet

-No, Diana era la mejor amiga de la madre de Sara.

Maya Salvatore

-¿Y dónde está la madre de Sara?

Gael Bennet

-Está muerta, de hecho yo soy el culpable de su muerte.

Maya Salvatore

-¿Qué has hecho?

Gael Bennet

-Hay gente que me quiere muerto, así que pusieron una bomba en mi coche, y ese día, ella cogió mi coche y desgraciadamente murió en mi lugar.

Maya Salvatore

-No es tu culpa, no podías saberlo.

Le toco la mano.

Gael Bennet

-Por mi miedo a perder a quien amo de nuevo, no he querido involucrarme con nadie, pero desde que te besé en tu cumpleaños hace años, me ha costado sacarte de mis pensamientos.

Maya Salvatore

-Me vuelves loca Gael, cómo quieres luchar para alejarme de ti y ahora dices que no puedes sacarme de tus pensamientos, después de todo ¿qué quieres realmente de mí?

Gael Bennet

Acerco mi cara a ella y le susurro al oído:

-Te dije que no te enamoraras de mí, pero estoy enamorado de ti.

La miro, nuestros rostros están cerca, y luego la beso.

Maya Salvatore

Después de nuestro beso, ya era hora de salir de la noria, me dirigí hacia Diana y Renato que estaban mirando a Sara en un juguete.

Diana

-Maya, ¿te gustaría cenar con nosotros esta noche?

Maya Salvatore

-Agradezco la invitación, pero tengo una cita hoy.

Gael Bennet

La oigo negar la invitación a cenar con nosotros, diciendo que tiene una cita y hablo:

-¿Qué cita?

Maya Salvatore

-¡Es algo privado!

Respondo mirando a Gael, queriendo saber sobre mi cita.

Renato

-Noto que Gael se ha enfurecido con la respuesta de Maya, y hablo:

-Tendrá que cenar con sus padres, que han llegado.

Maya Salvatore

Lancé una mirada a Renato, como si no le hubiera pedido que dijera lo que iba a hacer, pero él habló.

Gael Bennet

-Entonces invita a tus padres y a tu hermana y a Caio a cenar con nosotros.

Dije, mirándola.

Diana

-Buena idea, Gael, ¿qué te parece, Maya?

Maya Salvatore

-Agradezco la invitación, pero creo que es mejor no hacerlo.

Gael Bennet

Me acerco a Sara y le digo:

-Hija, ¿quieres que Maya cene con nosotros?

Sara Bennet

-¡Quiero a papá!

Gael Bennet

-Dile entonces.

Maya Salvatore

-Gael, no está hecho.

Sara se acerca a mí.

Sara

-Por favor, Maya, cena conmigo.

Maya Salvatore

-Muy bien princesa, cenaré contigo.

Miro a Renato, que se ríe, y luego a Gael con una mirada de suficiencia, de quien consigue lo que quiere.

Renato

-¿Podemos irnos entonces?

Diana

-Sí, podemos.

Yo iré en el coche con Renato y nuestro hijo y Sara irá en el coche de Gael con Maya.

Maya Salvatore

Me subo al coche de Gael y me siento en la parte de atrás, junto a Sara, que acaba dormitando en el camino.

Gael Bennet

Mientras me alejo, miro a Maya por el espejo retrovisor y lo único que deseo es tenerla.

-Maya, ¿sientes algo por mí?

Pregunto de una vez por todas mientras sigo conduciendo.

Maya Salvatore

-Gael, no hablemos de eso ahora.

Vaya, qué ciegos son los hombres, cómo no puede ver lo que siento por él.

Gael Bennet

Permanezco el resto del camino en silencio.

Dejo a Maya frente a su piso y hablo:

-Te recogeré con tu familia a las 7:30.

Maya Salvatore

-Todavía voy a hablar con ellos, así que no puedo decírtelo con seguridad.

Gael Bennet

-Te llamaré en diez minutos.

Maya Salvatore

Se va y me quedo pensando cómo va a llamarme si ni siquiera tiene mi numero.

**Continua**...