✨ EL DESEO POR RYLER Y LOS LOBOS ALFA ✨
"Cuando el deseo traspasa las barreras de la predestinación, no hay escapatoria. Aunque intentes resistirte, aunque el destino te obligue a huir, terminas cayendo... en sus brazos, en su poder, en su amor o en su condena."
"Soy Ryler Vaspieris, y así fue como conocí a los lobos Alfa.
Draven, Josh y Cauis... mis tesoros o mis verdugos."
🔥 Un amor prohibido, tres almas marcadas y un destino imposible de evitar.
🐺 ¿Hasta dónde llegarías por un deseo que lo consume todo?
➡️ ¿Te atreves a entrar en su mundo?
NovelToon tiene autorización de LUZ A FEDER para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Cap 1. Orígenes.
Caius y Josh Thornfire.
POV Draven
Despierto y, como si esto fuera un ritual, lo primero que hago es buscarla con la mirada. Lyra está a mi lado, su cuerpo desnudo parcialmente cubierto por la sábana que arrastré en sueños.
No es que llevemos muchos días juntos. Hace dos noches se entregó a mí, y disfruté de su piel, de su cuerpo y de su pasión.
No pude ser el dueño de su inocencia; ese lobo, Evan, no solo es el dueño de sus pensamientos, también lo fue de su pureza.
Y aunque estoy feliz porque accedió a mí, a ser mi luna y compañera, me hizo prometerle algo: se casará y cumplirá con todos los mandatos. Pero en su corazón guarda la esperanza de que Evan esté vivo. Nunca hubo un cuerpo, y si esto pasase, si Evan apareciera, no importa los años, le daré su libertad.
Vince lloró, pero lo juré con voz de Alfa. Y bueno, para mi bien "y su desdicha", Evan está con nuestros antepasados y nuestra Diosa Luna.
Sus ojos están cerrados, su respiración tranquila, pero incluso en la quietud de su rostro puedo ver la sombra de su tristeza. Esa tristeza que lleva clavada como una daga desde que perdió a Evan.
Han pasado tres meses, y aunque he hecho todo lo que está en mis manos para verla feliz, ha sido imposible.
Deslizo un dedo con suavidad por la línea de su hombro, deteniéndome en la curva de su cuello. Ella se remueve, pero no abre los ojos. Me quedo así un momento, observándola.
Me levanto con cuidado, dejando que la mañana entre a través de las cortinas entreabiertas. El sol toca su piel, pero ella apenas se inmuta.
Hoy será diferente. Es nuestra boda y nuestro ritual. Seré el Alfa supremo; mi padre me cederá el puesto como lo dicta la tradición.
Subo con las tazas de café y me siento a su lado. Ella abre los ojos lentamente y me regala una sonrisa pequeña, casi forzada, pero suficiente para encender una chispa en mi pecho.
-Buenos días -murmura, su voz ronca por el sueño.
-Buenos días, amor -respondo, acercándole la taza. Ella la toma, pero no dice nada más. Me quedo mirándola, memorizando cada detalle.
La boda será al mediodía, en una cabaña en el bosque, y al atardecer será el ritual de entrega de poder. En un lugar lleno de historia y magia, perfecto para empezar nuestra vida juntos.
Es mediodía, y ahí está ella. Camina hacia mí. Su vestido es hermoso pero sencillo. Veo en su cuello mi marca y sonrío, aunque aún no sana, ni ella me ha marcado a mí...
-Sí, acepto -le contesto al anciano que oficializa nuestras nupcias.
Cuando le pregunta a ella, duda un poco. Mira a su alrededor; sé que lo busca entre los invitados. Yo acaricio su mano
y ella reacciona.
-Acepto. -Sonrío con su respuesta. El anciano concluye la ceremonia, y ahora somos esposos.
Nuestra gala es fenomenal. Al atardecer, recibo mi puesto como Alfa supremo de Eclipse Salvaje ante miles de alfas de manadas amigas.
Se lleva a cabo el ritual de luna, pero me sorprende que mi hermosa luna no haya podido conectarse con la manada. Tal vez sea por su tristeza.
...⋆⋆⋆⋆...
.....Un año después......
Camino de un lado a otro, al borde de abrir un hueco en el pasillo.
-Tranquilízate, hermano, todo saldrá bien -me dice mi Beta y amigo, Ezra.
-No puedo, Ezra. Estoy feliz, pero no dejo de estar nervioso -le contesto, y de inmediato escucho un llanto.
Sin pensarlo, entro en la habitación y no puedo evitar que una sonrisa se forme en mi rostro. Mi primogénito, mi hijo, ha nacido.
-Hola, campeón. Te llamarás Caius Thornfire y serás el siguiente Alfa, pequeño.
Lo cargo con cuidado y le doy un beso en la frente. Luego miro a mi amada esposa, agotada.
Aunque ella no me ame tanto como yo la amo a ella, me ha regalado nuestro primer hijo.
-Gracias, amor. Gracias por nuestro hijo. Te amo tanto.
Ella solo sonríe débilmente antes de quedarse dormida. El tiempo ha pasado, pero no he logrado alejar los fantasmas de su mente.
Evan sigue ahí, atormentándonos. Ella no ha podido conectar con la naturaleza, y aunque la Diosa Luna me dijo en un sueño que eso no sería posible hasta que me ame y me marque, no dejo de intentarlo.
Mi marca siempre desaparece de su cuello, aunque yo siempre vuelvo a hacerla.
Mi padre y mi madre entran a felicitarnos y acarician a Caius. Es un pequeño de cabellos castaños y ojos azules como los de su madre.
...⋆⋆⋆⋆...
Caius da sus primeros pasos mientras yo estoy en la sala, y el sonido de sus risitas resuena en todo el lugar.
Me inclino para recibirlo, y sus pequeñas manos se aferran a mi pantalón mientras se tambalea, pero no deja de intentarlo.
Lo levanto y lo hago volar en el aire, arrancándole una carcajada que me derrite por completo.
-Muy bien, campeón. Eres más fuerte cada día. -Le sonrío mientras lo abrazo.
Amo a mi hijo. Su risa, su energía y esa chispa que lo hace tan especial iluminan mi mundo.
Pero incluso en medio de esta alegría, siento un vacío que no puedo ignorar. Lyra está sentada al otro lado de la habitación, observándolo, pero su mirada es distante. Ella sonríe, pero no con el corazón.
Por las noches, cuando Caius duerme, me quedo mirándola. A veces intento hablarle, recordarle que estamos juntos, que no importa el pasado, que yo la amo. Pero ella siempre evade el tema o simplemente se queda en silencio.
Mi felicidad con Caius es inmensa, pero al mismo tiempo se siente incompleta. Con cada día que pasa, mi alegría se achica un poco más, como si algo dentro de mí estuviera siendo consumido.
Intento no culparla, pero es difícil. He entregado todo lo que soy, y aun así no logro ganarme su amor.
......Cuatro años después......
La casa está más ruidosa que nunca. Caius corre por los pasillos, lleno de energía, mientras Ezra intenta detenerlo para que no despierte a su hermano recién nacido. Yo estoy en la habitación con Lyra, sosteniendo a Josh en mis brazos.
El pequeño me mira con esos ojos grises tan profundos que me dejan sin palabras. Es una mezcla perfecta entre Lyra y yo: su cabello oscuro con reflejos dorados y esos ojos que parecen esconder secretos.
-Hola, mi pequeño alfa. -Le susurro mientras acaricio su mejilla. Él se agita un poco, pero sigue tranquilo.
Lyra está recostada, agotada, pero no puedo evitar mirarla. A pesar de todo, sigue siendo hermosa. Le sonrío, pero ella apenas responde con un gesto débil.
-Gracias, Lyra. Por otro regalo tan maravilloso. -Le digo, intentando que vea cuánto la valoro, cuánto la Amo.
Ella asiente y cierra los ojos. Esa distancia entre nosotros sigue ahí, y aunque intento ignorarla, no puedo evitar que duela. Han pasado años, y los fantasmas de Evan todavía nos persiguen. Él sigue siendo una sombra que habita en su corazón, un recuerdo que no he podido borrar.
Caius entra corriendo en ese momento, deteniéndose al ver a Josh en mis brazos. Se acerca con cuidado, mirándolo con curiosidad.
-¿Es mi hermano? -Pregunta, y yo asiento.
-Sí, campeón. Es tu hermano, Josh. -Le sonrío mientras lo acerco para que pueda verlo.
Caius toca suavemente la pequeña mano de Josh y sonríe con esa pureza que solo un niño puede tener.
-Yo lo voy a cuidar, papá. -Dice con determinación, y algo en mi pecho se aligera por un momento.
Josh trae una nueva chispa a nuestra vida, una que creí perdida. Sus primeros días están llenos de risas y cuidado, y aunque sé que Lyra sigue distante, parece encontrar algo de calma al verlo.
Pero yo... yo no puedo evitar sentir cómo la amargura sigue creciendo en mi interior.
Han pasado años, y todavía no he logrado que Lyra me ame. He dado todo de mí, pero su corazón sigue atado a alguien más.
Mis padres ya no están; el peso de ser Alfa Supremo y sostener a mi familia recae completamente en mí.
Y aunque miro a mis hijos y siento orgullo y amor infinito, no puedo evitar preguntarme cuánto más podré soportar.
Porque por mucho que la ame, por mucho que intente, no sé si alguna vez seré suficiente para ella.
...⋆⋆⋆✾ ⋆✪⋆ ✾ ⋆⋆⋆...
^^^ǝl pǝsǝo doɹ ɹʎlǝɹ ʎ sns loqos ɐlɟɐ.^^^
a la fuerzas