¿Eres víctima del destino? Quizás si, quizás no. Te convertiste en alguien que no reconoces y ahora solo buscas placer en lugares equivocados, tratando de cubrir tu dolor emocional con placer temporal, convirtiéndote en una mujer insaciable.
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Capítulo 15
Ambos iban en total silencio en el auto, Luciano manejaba constante por toda la carretera
-No conozco el camino ¿A dónde vamos?-
-Te gustará...-
-¿Cómo sabes?-
-Lo asumo... He visto el tiempo que dedicas a decorar y arreglar tu Boutique-
Anne no dijo más nada, se sentía aún más confundida de ver al hombre arrogante y prepotente decir esas dulces palabras que desprendían atención en casa sílaba
Luego de 45 minutos había aparcado delante de un gran portón negro. Desabrocharon sus cinturones de seguridad y él bajo con prisa para abrir la puerta y tender su mano
-Vamos- Agradecida Anne sujetó su mano y camino a su lado
-Bienvenido mi querido amigo Rozzi- Beso ambas mejillas de él y se acercó a la pelirroja para saludarla también
-Anne él es Ruperto, un viejo amigo de la familia- El anciano se veía de unos 70 años quizás más o menos, con una actitud jovial y amigable. Está devolvió el saludo con una sonrisa
-Vamos, vengan por acá-
El gran portón se abrió unos 2 metros y estos continuaron caminando, los ojos de Anne no podían creer lo que veían
Al menos 20 mujeres bordaban a mano telas haciendo hermosos y delicados patrones mientras que al otro lado, pintaban y dibujaban sobre largos telones
-Es impresionante- Luciano miraba satisfecho, los ojos de Anne brillaban intensamente mientras detallaba todo el lugar
Pasaron las siguientes 2 horas hablando, recorriendo y aprendiendo en aquel lugar. Anne estaba maravillada, hacía mucho tiempo que no distraía su mente en algo que realmente le gustaba.
En el auto pensativa, Anne busco las palabras para hablar con Luciano
-¿Crees que a ese hombre le gustaría vender algunos productos para mí boutique?-
-No lo sé... Podríamos averiguar, él siempre ha sido exclusivo, sus productos son únicos, diseños personalizados no lo he visto en tiendas-
La pelirroja mordió su labio interior y suspiró
-Entiendo...- Luciano la miró a los ojos, tenía una expresión de ternura, en sus labios había un ligero puchero, quería besarla en ese momento pero no quería arruinar la tarde juntos, aunque no entendía qué sentía por esa mujer, quería hacer las cosas de la mejor manera para ella
El camino de regreso fue silencioso y Luciano llevó a Anne hasta el edificio donde vivía. Está desabrochó su cinturón de seguridad y cuando iba a abrir la puerta Luciano sostuvo su mano
-¿Disfrutaste el paseo?-
-Mucho Luciano, gracias por llevarme a ese lugar maravilloso- La pelirroja se giró hacia él y besó su mejilla, dedico una sonrisa y bajó del auto. Luciano bajó el vidrio del copiloto
-Descansa...- Anne asintió y extendió su mano
-Dame tu teléfono- Él obedeció sin preguntar. Ella guardó su número privado y lo devolvió -Nos vemos -
Ese gesto coqueto hizo que las mejillas de An se ruborizaran. No era la primera vez en coquetear con alguien ni mucho menos, pero si era la primera vez que lo hacía sin intención de agendar cita sexual. Luciano no dijo nada, sonrió para An y se marchó.
A unos cuantos metros, el ex de Anne había captado toda la escena, maldijo por lo bajo y arrancó para seguir a Luciano con la distancia prudente para no ser visto
Descubriría quién es el maldito hombre que ahora tiene a su mujer.
°°°°
Los días pasaban uno tras otro sin mucha novedad. Luciano había estado realmente ocupado en la empresa, tanto que había olvidado sus salidas nocturnas con Marcos
Por otro lado, Anne se concentraba en su boutique, había llegado nueva mercancía de temporada y estaba emocionada seleccionando y clasificando las prendas y accesorios
-Aaaah Carol estoy tan cansada pero satisfecha... Quiero toda esta ropa para mi- Anne hacia ojitos de alegría y puchero con sus labios, estaba recostada encima de los bultos que organizaba, su cabello enmarañado, llevaba unos jeans ceñidos y una camiseta rosa con brillos
El tono de llamada de su celular la sacó de su fantasía de moda y rápidamente buscando entre las bolsas, contestó
-¿Bueno?
-Anne... ¿Estás ocupada?
-Luciano! No... Bueno si, organizo nueva mercancía ¿Y tú?
-Acabo de terminar y viendo la hora aposté que no haz almorzado si quiera
Era la verdad, llevaba desde las 11a.m metida en el almacén y no había tenido tiempo ni de merendar
-¿Qué te parece si salimos a comer?
-Luciano de verdad preferiría terminar aquí
La decepción lo embargó
-Entiendo... No te quito más tiempo- Sin esperar respuesta colgó el teléfono
40 minutos más tarde escuchó sonar el teléfono de la tienda. Carol se puso de pie y contestó, Anne solamente alcanzó a escuchar -Ya le abro- y próximo a ello sonó la puerta de entrada
Curiosa se puso de pie y se asomó, la figura masculina e imponente de Luciano se abría paso por la tienda, en sus manos llevaba algunas bolsas
-¿Ahora sí aceptas comer conmigo?- El estómago de Anne se volcó y sintió revolotear
-Hola... - La pelirroja lucía atontada, desde que la había llevado al taller de diseño, tenía detalles con ella, se tomaba al menos 10 minutos al día para verla. Sonrió acercándose a Luciano y tomó las bolsas -Comamos por acá...- Se acercó caminando hacia una mesa
Carol se sintió apenada y con un gritó "Vuelvo en 1 hora" salió disparada de la tienda
Ambos cuerpos se tensaron, el ambiente se podría tocar entre ellos, An mordió su labio inferior y lo miró de arriba abajo, era tan apuesto como siempre
Agitó su cabeza y sacó el pensamiento de su mente, empezó a servir la comida
-Ven siéntate, todo se ve y huele delicioso ¿Cómo sabes que me gustan los mariscos?- Él se encogió de hombros y mintió
-Adivine- Jacson había soplado el dato acerca de sus gustos
Todo lucía riquísimo, ceviche, paella y cazuela de mariscos. Se sentó frente a él y empezó a servirse mientras comía de todo un poco
-Uff está muy bueno -An relamia sus labios de lado a lado y ese gesto para Luciano era excitante. Todos los días en cada visita se incrementaba el deseo por arrancarle la boca y la ropa. Bajó su mano al pantalón acomodando su erección disimuladamente
-Que bueno que te haya gustado, ya sé que puedo traerte más- Empezó a comer también
La hora de la comida transcurrió tranquila, ahora estaban sentados en el sofá del almacén mientras está no paraba de hablar sobre su nueva mercancía
Había invertido gran parte de sus ahorros para traer la nueva temporada, le encantaba innovar para sus clientes. Desde que había ido al taller se le había metido la idea en la cabeza de que podría empezar a personalizar algunas prendas con pequeños detalles que las hicieran ver especiales
Luciano la escuchaba atentamente, miraba sus labios moverse, esos carnosos y rosados labios. Sin poder resistirlo más pasó su mano por su nuca arrastrándola hacia él y reposando la otra en su cintura para afirmar el agarre, la besó
Al principio el beso fue tierno y delicado, pero a medida que Anne le correspondía éste intensificaba los movimientos de sus labios, comía la boca de la pelirroja con pasión y desesperación, era un acto salvaje.