BILOGÍA: OBSESIÓN - II
Tessa Jones, una universitaria estadounidense, con sobre peso, decide viajar a México para empezar una nueva vida después de la muerte de su madre. En su búsqueda de trabajo conoce a Daniel Ferrer, un millonario dedicado a su empresa. Consiguiendo Tessa trabajo como secretaria en la empresa de Daniel, conocerá poco a poco a su jefe, un hombre que en sí mismo, formará una persona obsesiva, posesiva, e impulsiva por su secretaria.
Ambos son totalmente diferentes, mientras que ella es alegre, él es un total amargado.
Daniel la quiere solo para él, pero no sabe cómo enamorarla.
Tessa no está interesada en el obsesivo de su jefe, sino en un hombre que no le conviene.
Daniel siguiendo los consejos de su mejor amiga, hará todo lo posible para enamorarla y tenerla cerca de él.
Tessa no entiende por qué si ella siempre ha sido rechazada por todos los hombres por tener un cuerpo fuera de los estereotipos, su jefe está interesado en ella.
Lo que no entiende Tessa es que Daniel quedó obsesionado con su cuerpo desde que la conoció, convirtiéndose las curvas de la chica en La Debilidad Del Jefe.
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Episode 15
......TESSA ......
Después de una noche de profundo sueño, abro mis ojos y veo a Daniel observandome desde la esquina de su habitación.
-- Buenos días-- sonrío.
-- ¿Qué tal dormiste?-- se puede decir que bien. Perdón por lo de ayer, yo no soy así...
-- Comprendo, te drogaron-- se sentó en el borde de la cama-- Tessa quiero que me escuches claramente-- presté atención a lo que me iba a decir-- No confíes en Taylor.
-- ¿El fué el que me drogó, verdad?-- asintió con la cabeza-- Lo sabía.
-- Mi padre está detrás de esto, lo sé. Lo que te quiero decir Tessa, es que pase lo que pase, hagan lo que hagan, no te alejes de mí.
-- Nunca lo haría.
-- Y si por ejemplo a mi es el que me drogan para llevarme a un hotel y me encuentras con una mujer en la cama, ¿me creerías si te digo que nunca te engañaria?
-- Claro...
-- ¿Segura? Ahora lo dices porque no me has visto con nadie, pero si fuera así, ¿me creerías?
-- Obvio-- lo abracé-- en poco tiempo te he sabido conocer, y sé que me amas como yo te amo a ti, serías incapaz de traicionarme. Y hagan lo que hagan tu padre y Taylor, no me alejare de ti, jamás.
-- ¿Me lo prometes?-- sonrío.
-- Te lo juro.
...▪︎▪︎▪︎...
Después de prepararle el café a Daniel, salgo de la sala de comida y camino hacia su oficina, pero me cruzo con Taylor.
-- Buenas tardes Tessa-- me saluda con una leve sonrisa y solo lo ignoro y sigo caminando, pero me agarró del brazo-- Tessa necesito hablar contigo.
-- Bueno, yo también-- dejo la taza de café en el escritorio de uno de mis compañeros de trabajo. Volteo a ver a Taylor con una sonrisa, y delante de todos le doy una cachetada-- Esto es para que sepas que me sé defender muy bien, no me volverás a engañar nunca más Taylor, y si intentas separarme de Daniel, pierdes tu tiempo.
-- Tessa...
-- ¡Pudrete Taylor!-- vuelvo a agarrar la taza de café y alejandome de todos, alcanzo a escuchar las risas y murmuros de todos-- infeliz.
Entro a la oficina de Daniel y me encuentro con una sonrisa sorprendida en su rostro.
-- Vaya señorita, me dejó con la boca abierta-- me mostró el video en el que salía pegándole a Taylor. Dejó el celular a un lado.
-- No aguanté más, lo siento.
-- No te preocupes, me dá igual lo que tenga que ver con Taylor, me gusta saber que te defiendas-- se levanta y cruzándose de brazos mira por el ventanal-- Hoy es un hermoso día, y por lo que veo, también será una hermosa noche. Pero sería más hermoso si me acompañaras hoy.
-- ¿Acompañar a dónde?
-- A mi casa-- me miró con una sonrisa-- ¿Quieres cenar conmigo esta noche?
-- Bueno...claro, me encanta la idea-- coloco un mechón de cabello detrás de mi oreja.
...▪︎▪︎▪︎...
Me encuentro sentada en la mesa del gran comedor de la mansión de Daniel, cenando con él.
-- Sabes? siempre me he preguntado en por qué teniendo 35 años nunca has tenido una relación sentimental. Una vez por casualidad escuché una conversación entre tu y el Sr. Theo.
-- ¿Y qué escuchaste?-- me pregunta Daniel con una sonrisa.
-- Que hace más de 7 años estuviste enamorado de su esposa, Kendra-- su sonrisa se borra y suspira.
-- Tessa...
-- No te preocupes, no te estoy reclamando nada-- río al verlo nervioso-- Lo que no fué en mi año, no me hace daño.
-- Amé a Kendra, demasiado. Pero cuando te conocí...-- lo miré fijamente--...Digamos que me encantaste desde que te vi por primera vez. Lo que siento por ti-- sonrió-- Jamás lo había sentido por Kendra, ni por nadie.
-- ¿De verdad?
-- Jamás te engañaria-- sonrío.
Se levanta de la mesa y yo también lo hago.
-- ¿Quieres hacer algo?
-- ¿Como qué?
-- Ver películas-- sonrío y agarro su brazo.
-- ¿De terror o romance?
-- Cualquiera.
Subimos hasta su habitación y sentandome en el sillón esperé a que pusiera una película romántica.
Se sentó a mi lado cuando la película dió inicio y me recosté en su pecho.
Su compañía no la cambiaría por nada del mundo, en sus brazos siento una paz inimaginable, estos son los efectos del amor, no?
Unas ganas de besarlo me provocaron a hacer eso; a darle un beso.
-- ¿Pasa algo?-- sonríe confundido después de besarlo.
-- Tiene que pasar algo para poder besarte.
-- No. Me encanta que tomes la iniciativa-- río y vuelvo a besarlo, pero esta vez no me separé de él luego de diez segundos.
No sé cuanto tiempo llevo besandolo, solo sé que no quiero parar. Toco su pecho y quito el primer botón de su camiseta.
-- Tessa...
-- Esta vez ya no estoy drogada, Daniel.
-- ¿Segura que lo quieres hacer?
-- Sabía que este día llegaría. Nunca he estado tan segura-- vuelvo a besarlo y me agarra entre sus brazos.
Me lleva hasta la cama y me acuesto lo más despacio posible sin separarnos.
Con una leve sonrisa de confianza, empiezo a quitar los botones de su camisa y la dejo a un lado. No sé si es demasiado pronto para esto, recién llevamos dos meses de relación, pero lo quiero hacer, quiero entregarle mi cuerpo a Daniel, y que el sea el primero y el último en conocerme en la intimidad.
...DANIEL...
Empiezo quitando su blusa y observo sus pechos que aún están cubiertos por su brasier. No puedo evitar ponerme nervioso, no pensé que Tessa daría la iniciativa. La miro fijamente y quito su falda. Cuando la tengo en ropa interior, noto que sus nervios aparecen, pero ahora soy yo el que lo quiere hacer.
-- Daniel...
-- No hay que hacerlo si no quieres.
-- No es eso, solo que...
-- Eres vírgen, lo sé.
Vuelvo a besarla y aprovecho quitando su brasier. Observo sus senos, tan blancos, no tan grandes, pero para nada pequeños. Me sobresalto un poco cuando siento sus delicadas manos bajando el cierre de mi pantalón. La ayudo bajandome el pantalón, junto con el bóxer y sin disimular mira mi pene y traga grueso.
-- No te pongas nerviosa, dejamelo todo a mí.
Deslizo sus bragas por sus piernas y ahora sí la tengo totalmente desnuda. Nunca en mi vida había contemplado tanta perfección. Justo como le imaginé la primera vez que la vi, tenerla solo para mí. Entre besos me coloco en medio de sus piernas.
-- Tranquila, te va a doler un poco-- acaricio su mejilla mientras me acomodo-- Pero va a pasar rápido.
Después de un largo suspiro, entro en ella de la forma más lenta posible, y veo como se aferra de las sábanas. La beso y veo como eso alivia un poco su dolor. Entro completamente en ella de una estocada y suelta un grito.
-- Shu, te pueden escuchar los sirvientes.
-- Me importa un carajo si me escuchan. Duele-- se queja.
-- Ya va a pasar. Avisarme cuando puedo moverme.
Llevó varios segundos en que se acostumbrara, y después de dos minutos me dió el aviso. Empiezo con lentos momentos para no lastimarla. Sus gemidos van haciéndose audibles y gratificantes para mis oídos.
-- Daniel...
Al escuchar mi nombre salir de sus labios, mis movimientos se vuelven más intensos, y algo rápidos.
-- Daniel...
Bajo hasta le valle de sus senos donde beso y chupo.
Mis embestidas se vuelven más rápidas y empiezo un mete y saca. Tessa solo se arquea y disfruta del momento.
-- Más rápido...
¿Más rápido? Wow no sabía que sería tan pícara en el acto. Beso su cuello sin dejar de moverme y clava sus uñas en mi espalda.
-- Mmm...-- Sus ojos se cristalizan pero no deja de morder su labio inferior.
Al cabo de 30 minutos, sus piernas se tensa y se aferra más fuerte a las sábanas mojadas.
-- Sígue...sigue...-- echa su cabeza para atrás-- Daniel...-- su respiración se vuelve más agitada-- Ya no aguanto...-- nuestras miradas se encuentran y gemimos nuestros nombres al unísono cuando llegamos al clímax.
Me acuesto a su lado y nos arropamos con las sábanas.
Pone su cabeza sobre mi pecho mientras me abraza.
-- No sabes cuantas veces eh soñado con este momento-- logro captar su mirada.
-- Que pervertido jefe-- sonríe-- Para serle sincera-- se acerca a mis labios-- yo también-- susurra en un beso-- si esto es un sueño, no quisiera caerme y despertar. A tu lado es donde siempre quiero estar, pase lo que pase-- antes de que hable me da un tierno.
Sinceramente cuando le hice la invitación, ni siquiera tenía pensado en hacer esto, no imaginaba que terminaría haciendo el amor con Tessa.