Para escapar de las abrumadoras responsabilidades heredadas de su difunto hermano, Bitte, de 19 años, viaja a un remoto pueblo de Tailandia. Allí conoce a Estoico, un chico de 13 años abandonado por sus padres, quienes lo utilizaron para pagar una deuda de juego. Conmovida, Bitte decide adoptarlo a pesar de la mínima diferencia de edad, cargando así con una nueva responsabilidad. Sin embargo, lo que comenzó como un acto tierno y loable, pronto comenzó a oscurecerse.
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Capítulo 14: Visitas y secretos a la vista de otros.
4:35. PM.
Un grupo de cuatro jóvenes caminaban rumbo al hogar de su compañero de universidad... era la primera vez que todo el grupo asistía por lo que ya se sentía cierto nivel de nervios por parte de uno de ellos (Sora) quien luchaba por sacar aquellas escenas de su mente, mientras este era carcomido por su conciencia los otros tres individuos estaban más contentos y emocionados por conocer un poco más sobre la vida del chico al que visitarán en su casa.
Para ser honesto no eran bienvenidos ese día o más bien, eran los invitados no invitados si se podría decir así. Yenai propuso la idea a la cual los otros le siguieron y allí se encontraban frete aquel gran portón gris con púas afiladas en la sima como las de aquellas cárceles qué veían en la TV.
‐Se ve acogedor el lugar no creen.‐ hablo Sora aligerando el ambiente con un toque de diversión. ‐Vamos gente, ni que nos fueran a morder. Es en serio estas personas son realmente amables. ‐y lo decía con toda sinceridad, en esa casa nadie ni el propio Estoico trataba a nadie mal, podrían tener sus problemas entre familia, pero hasta donde llego a ver no se le trata a nadie de fuera mal allí, solo entre ellos había unos cuantos desacuerdos.
Todos asistieron como si entendían lo que acababa de decir y fue Paul quién decidió hablar por medio del intercomunicador al lado del portón, este dijo unas breves palabras esperando respuesta.
‐Eh, buena tarde, somos de la Universitaria Ölverbrauch. Y queremos, o mejor dicho venimos a visitar a nuestro compañero Estoico.‐su breve divagación en medio le regalo una larga espera de dos minutos antes de escuchar respuesta.
‐… ¿Buscan al joven Estoico Leachten? ‐preguntó extrañada la única mucama que han tenido hasta ahora, la sorpresa en sí misma es ya que sabía que su joven señorito no era o más bien no es la persona más sociable de hogar; de cualquier otro en ese lugar se le podía esperar una visita sin agenda ni aviso, pero de este no... era algo raro en letras mayúsculas con subrayado oscuro.
Todos los presentes quedaron en modo avión sin entender, solo uno de ellos logró captar y tomó el lugar de Paul para afirmar antes que se les viera de mañosos y les negaran el paso.
‐Sí, ese Estoico Leachten es a quién buscamos.‐respondió apresurado Sora, por lo menos de algo le sirvió estar pendiente de los trabajos en grupos al colocar lo nombres y ordenar los márgenes.
‐Oh…‐se escuchó del lado contrario. ‐Esperen un momento y ya les abro, discúlpeme la molestia de hacerles esperar. ‐al terminar de pronunciar las palabras un sonido de clac * sonó y el portón se habría dejando a todos impresionados con "La casa" qué de casa no parecía tener nada, era enorme no tanto pero sí más de lo normal al acostumbrado. ‐Pueden seguir adelante, son bienvenidos.‐les dijo la mujer de al menos unos treinta y cinco o treinta y siete años, traía un uniforme formal en tono blanco, azul con líneas grises qué haciendo contraste parecían ir excelentes con su paleta de colorimetría personal, su tono amable y servicial agregaba más calidez a la acción.
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Ya entonces esperando desde más de quince o veinte minutos largos, pero cortos a la vez gracias a la compañera de Bitte quien estaba en esos instantes en la casa, ella decidió entablar palabras y conversar con los chicos y chica presentes mientras esperaban al chico quien estaba resolviendo un problema con sus hermanos (khris y Backler) quienes se encontraban en medio de un altercado y disputa por razones que al parecer no le importaban nada, pero sí le era posible visualizar el disgusto y la molestia en el temperamento de alguien muy cercana a él.
En un principio la conversación comenzó con ellos presentándose, mientras ella por su parte los dejaba impresionados con su apariencia juvenil y no era como si no lo fuera dado que su edad no es tanta; cosa que ella no llegaría a enterar era para ellos eran cosas muy distintas... una de ellas es verla a través de una cámara de video o de fotos, y otra es verla en vivo, frente a frente. Esos aparatos solo le agregaban unos años más, dos o tres como mucho, pero verla en la realidad era algo muy distinto era algo fantasioso. Su pequeña conversación se llevó a cabo en la sala de estar presentes aparte los chicos estaba Vielen, quién se encontraba quieta sentada a la izquierda de Bitte últimamente había tenido algunos Bajos en su salud. Tuvo una recaída y tenía miedo de estar lejos de ella, sus hermanos le entendían era cuestión de tiempo algunos días despertaba bien, pero otros tan insoportables que los médicos tenían que venir directamente a casa; no era algo a lo que debería acostumbrarse, pero ya se ha vuelto una rutina desde el momento en que llegó al lugar.
‐Disculpe la pregunta y si le es muy incómodo puede no responder, tengo la curiosidad de el ¿por qué la niña tiene esas marcas en sus piernas?. ‐preguntó Yenai con su característica por entrometerse en todo aquello que no le competía.
‐Tranquila no tengo ningún inconveniente en hablar sobre el asunto.‐ respondió tranquila ante la pregunta de la joven, ya era algo a lo que se había acostumbrado asta el ahora. Le tranquilizó no ser tachada de maltratos o violencia como otras veces. ‐La verdad es que desde que Vielen era pequeña alrededor de sus primeros años de vida, sus piernas le comenzaron a dar algunas molestias como calambres, las marcas que ven son creadas por la mala circulación de la sangre le llaman arteriopatía periférica; no es tan grande, pero sí le molesta demasiado aún más cuando hace ejercicios en el colegio o a la hora de ir a dormir.
‐verdad... tan chica y ya ha pasado, por tanto. ‐dijo sorprendido Grey levantándose del sofá y acercándose al sofá en el que se encontraba Bitte tomando asiento a su derecha. ‐Y aun así usted... es una gran persona. ‐cambio sus palabras antes de generar algún disgusto en la estancia.
La charla siguió en medio de risas y desacuerdos ante algunos temas. Luego unos zapatos resonaban y eran los pasos de alguien que bajaba de las escaleras tras de este se escuchaban algunos otros pasos eran de personas que corrían detrás del primero, en sala se visualizó bajando la escalera primero a Estoico quién se encontraba vestido con ropa de casa, pero formal; para ser más directos casi toda su ropa era formal; tras del khris y Backler quienes venían vestidos en pijamas a medias se quedaron en shock al mirar a los presentes las emociones de los últimos no eran precisamente por la visita sino por la vestimenta que ellos llevaban puesta en esos momentos, Khris llevaba su camisa de pijama rojo con bordes blancos y dibujos de osos blancos, pero debajo solamente tenía unos calzoncillos blancos de algodón, mientras que Backler tenía un pantalón qué hacía juego con el pijama de khris, ya que estos pijamas eran pijamas familiares... solamente que en la parte de arriba no tenía nada, era su costumbre en casa la mayor parte del tiempo se regodeaba por los pasillos de aquella gran casa enseñando su torso desnudo con toda aquella confianza que lo caracterizaba.
A pesar de todo este espectáculo visual, deciden ignorar a los más jóvenes.
‐Y estos... ¿Qué hacen aquí?.‐preguntó Estoico con expresión seria al ver los presentes.
‐Habla con respeto y controla tus expresiones Estoico.‐dijo Bitte en Ruso para que los presentes no le entendieran. Su semblante asta ahora sereno y armónico se cargó de tensión por el tono de hablar del chico. Aun así con dicho semblante no dejaba de parecer relajada a la vista de los otros.
‐Solo pregunto, a mí no me han notificado ninguna visita. ‐le respondió de vuelta, los demás presentes excepto khris y Backler no entendían nada. ‐Chicos, ¿Cómo han estado?. ¿Podrían haberme avisado antes de venir no creen?.‐esto último solo para sus compañeros de clases.
‐Oh bueno, les convencí a los demás para venir acá a visitarte y conocer más sobre tu familia para poder llevarnos mejor... ¿Creo que así podríamos entenderte más para mejorar la relación de compañerismo?. ‐dijo Yenai bajo la presión de la mirada fija de Estoico sobre ella, esos ojos tan penetrantes eran demasiados para lo que estaba acostumbrada.
‐Okay, bueno ¿qué podemos hacer ahora?, no creen que es demasiado tarde. ¿O prefieren ir a comer algo fuera?. ‐solo estaba esperando que le dijeran que sí, que querían ir fuera porque ya dentro de casa no quería estar y más aún cuando Grey se daba toda la libertad de estar al lado de Bitte como si se tratara de amigos de siempre.
La sala quedó en completo silencio y todos se vieron unos con otros esperando respuesta del lado opuesto, como ninguno de los chicos dice nada al respecto de la propuesta Vielen toma una iniciativa.
‐Madre, ¿Ellos pueden quedarse para la cena?.‐dijo en pregunta pero a la vez en manera de propuesta.
Ante dicha propuesta Estoico llegó a abrir los ojos de par como quién espera que no le den importancia a su hermana. Su supone que está enferma, como puede estar de entrometida en la vida de los demás* pensó el chico.
‐Por mí está bien, por supuesto sí ellos están de acuerdo. ‐dijo desviando la mirada hacia la visita ignorando a Estoico por un momento. Todos aceptaron la propuesta.
‐Pero… Uf.‐su frustración flotaba en el aire y no podía seguir en eso, pero que podía hacer no tenía voz en ese instante. ‐excelente, ¿Qué cenaremos?.‐Preguntó resignado.
‐Nosotros prepararemos la comida para la cena.‐respondió automáticamente en Tai señalando con sus dedos entre ellos dos.
‐¡Gente!.‐ gritó khris para llamar la atención de todos. ‐Estoico preparará la cena hoy.‐luego del aviso procedió adarce la vuelta con todo y elegancia dejando ver sus respectivos glúteos bien formados cubiertos con la fina tela del calzón qué apenas le cubría.