⚠️ Continuación de: Tú, sólo tú... |Trilogía: En las buenas y en las malas #1 ⚠️
🚨 Advertencia 🚨
Si no has leído el primer libro de está Trilogía, te invito a hacerlo para que puedas seguir el hilo de la historia.
Sin más que decir, te dejó con la sinopsis...
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Sinopsis:
No todo matrimonio casi perfecto, empieza como tal.
Sobre todo, si en el primer encuentro uno de los dos, vomita sobre el otro.
¿O tal vez si?
NovelToon tiene autorización de Maria Solis para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 13
—Buenas noches.
Tina levantó la mirada de su maleta hacia la puerta de su habitación.
—Perdón, no te escuche entrar. ¿Acabas de llegar?
Dion, recostó un hombro en el marco de la puerta.
—Hace como cinco minutos, pero observaba como pareces dudar sobre lo que meter a esa maleta.
Tina regresó la mirada a su ropa y asintió.
—Es la primera vez que voy a un evento tan eh...
—¿Exclusivo?
—Sofisticado —le corrigió
—¿Qué te hace creer que lo es? —Dion, levantó una ceja
—Bueno... El evento lo está organizando Dion Park, el soltero millonario más cotizado de New York. —se encogió de hombros —¿No es suficiente con esa presentación?
El peli negro entro a la habitación y se acercó a la trigueña.
—Yo creo que ese largo título ya no va conmigo. ¿No lo crees? —murmuró, tomándola del mentón y deslizando los ojos a sus labios
—¿Por qué? —preguntó la castaña con asombro —¿Ya no eres millonario?
Dion la empujó con su hombro, sacándoles una sonrisa a ambos.
—No, graciosita... Sigo siendo millonario y extremadamente guapo, para que lo anotes en tu revista. —alardeo y Tina rojo los ojos con diversión —Sin embargo, ya no estoy soltero para pesar de las féminas.
Tina asintió y el oji miel aprovecho para besarla.
Había pasado una semana desde que Dion le había confesado que estaba interesado en ella de manera romántica y había prometido esperar. Sin embargo, desde ese día, era más juguetón con ella, más sereno y Tina no sabía si se debía a que se quitó un peso de encima al decirle lo que sentía o a que deseaba que Tina lo eligiera pronto. Aunque siendo sinceros, estaban casados, ¿a dónde huiría?
La castaña estaba tratando de llevar las cosas con normalidad, sin embargo, tener a un hombre sexi viviendo en su casa, sabiendo que eran esposo, que le daba besos que le derretían el alma, no la dejaban del todo indiferente.
Separadose, Dion miró el revoltijo de ropa sobre la cama, tomó un vestido azul oscuro y se lo tendió.
—Este es perfecto para el evento, los adornos serán de color negro y rojo. Llevar algo de ese color te hará ver como parte de la decoración...
Tina sonrió y miró el vestido.
—Gracias por el consejo.
Él le guiño un ojo.
—Para servirle, señora Park. —dicho eso, salió de la habitación —En un momento está la cena.
...[...]...
Los Ángeles.
La interacción de Tina y Andrea con Yolanda fue meramente de frases de máximo cinco palabras.
Cada una por su lado en el avión, Tina se moría de nervios por llegar para hacer su trabajo de una vez.
Dion se había ofrecido para llevarlas en su avión privado, pero ella se había negado, luego, se ofreció a pagarles los boletos de avión, pero nuevamente, se negó.
No quería que Andrea y sobre todo Yolanda sospecharan del milagroso favoritismo que tenían hacía ella.
Así que como una simple mortal viajo con ellas y se hospedarían en el mismo hotel aunque Dion se hubiera ofrecido otra vez a hospedarlas en su hotel.
El evento era de una marca nueva de perfumes donde el peli negro era socio y se haría en un salón cerca de la playa.
Tina sonrió, ahora entendía el porqué Dion le había recomendado el vestido azul. Ligero y útil para el lugar a donde se iban.
—¡Pero que hermosa, Tina! —Andrea le sonrió
—No te quedas atrás. —le devolvió la sonrisa a la rubia quien llevaba un vestido rosa para la ocasión
—¿Tienes todo?
—¡Si! Mi cámara está lista, ¿tienes tu grabadora?
Tina asintió.
Yolanda salió del baño con un vestido negro que le quedaba francamente bien.
—Te ves bien —alago la castaña por cortesía
—¿Algo que no sepa? —se mofó —¿Podemos irnos ya?
Andrea rodó los ojos.
—Si, ya vámonos.
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El viaje en taxi fue igual de silencioso que en el avión. Sin embargo, todas suspiraron de alivio al llegar.
—Bueno... Nos... ¿A dónde vas? —gruñó la rubia
Yolanda se detuvo y las miró con irritación.
—Voy a hacer mi trabajo... Obviamente tenemos que dividirnos y les dejaré algo muy claro, no vayan a hacer algo que me deje en ridículo a mi o a Vanity porque si no, haré que las corran. ¿Escucharon? No sé que pensaba el señor Figueroa al mandarlas conmigo.
Ambas amigas rodaron los ojos.
—Si, si, ya vete. —gruñó Andrea
Cuando estuvo lejos, miró a su amiga.
—¡No la soportó! Deberíamos tirarla por el balcón... —suspiró —Pero tiene razón, cubrimos más terreno si nos separamos. ¿Podrás estar sola? Tomaré todas las fotos que pueda mientras tú entrevistas al señor Park y a algunos invitados del evento. Nos reunimos después para ver que tanto tenemos y si es suficiente o continuamos.
—Me parece bien...
La rubia se despidió de ella y se perdió entre la multitud.
Tina miró a la gente y mordiéndose el labio inferior, se adentró entre ellos.
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Recorrió el lugar con admiración, todo estaba ordenado de manera elegante y glamurosa. Si bien, Dion era socio, parecía que se tomó el tiempo de ver que todo se organizará perfectamente.
Sin perder tiempo, empezó a tomar fotos y a uno que otro invitado, les hizo unas preguntas sobre su expectativa del evento.
Recorrió el lugar en silencio, evitando ser vista. El salón de eventos era de dos pisos, escaleras al segundo piso te dejaban tener una vista exquisita del mar. El atardecer pintaba el cielo de rosa con naranja y la castaña no dudo en tomar fotos del paisaje.
—Mis ojos no pueden con tanta belleza.
Tina se tensó y girando sobre sus talones, observó al hombre de traje gris que se acercaba a ella con una copa en las manos.
—¿Gusta? —preguntó, extendiéndole el vino
—No, gracias.
Ambos, miraron el paisaje.
—Es hermoso. ¿No lo cree?
—Si, definitivamente una de las vistas más bellas que he visto. —asintió la oji aceituna
..."Bienvenidos a todos..."...
—Bueno, supongo que el evento va a empezar. —murmuró el hombre —¿Viene?
—Eh... Si, si, claro.
Ambos se dirigieron al balcón que daba hacia el interior del salón de eventos y desde ahí, observaron a todos los invitados. Dion, apareció en el escenario y tomó la palabra.
—El lugar es hermoso. —murmuró la trigueña
—Si, mis padres se tomaron la molestia de pensar en cada detalle, ahora que no están, me enorgullece decir que conservo todo como a ellos les gustaría.
Tina miro al hombre, moreno, de ojos verdes y sonrisa coqueta.
—¿Señor Lucas Smith?
—Solo Lucas. ¿Usted es..?
—Oh, Tina Buller.
—Señorita Buller, Dion me dijo que cubriría el reportaje del evento.
—Así es. ¿También es socio de "Harmoy"?
—No, yo solo preste el salón para que se hiciera el evento como parte de un favor que le debo a Dion.
Tina asintió.
—Quedo todo perfectamente bien organizado.
El hombre sonrió.
—Dion es un maniático del orden, así que... Soy afortunado de seguir con vida.
Tina rio y el hombre la observó unos segundos.
—¿Todo bien? —le pregunto ella
El hombre la miró unos segundos más hasta que asintió lentamente.
..."Y no podríamos hacer esto posible si no fuese gracias a Lucas Smith"....
Tina se sobresaltó cuando las luces los enfocaron y todos los presentes los miraron.
Un escalofrío recorrió el cuerpo entero de la castaña al sentir el brazo del hombre rodear su cintura, pegarse a ella y levantar su copa hacia la multitud de abajo.
Todos estallaron en aplausos a modo de gratitud hacia uno de los anfitriones del evento.
Un revoltijo en el estómago y ella se obligó a no salir corriendo mientras las luces y la gente seguían aplaudiendo.
Tomando el barandal, trato de respirar con facilidad. Odiaba ser el centro de atención y ahora... Todos la miraban.
—Sonría, señorita. —él se acercó a su oído y le susurro con una voz que le enchinaron la piel —Solo será un momento, lo prometo.
Ella le miró sin saber que decir, aunque, tuvo que admitir que sonrió por nerviosismo.
Dion, los observaba desde su posición. Una ola inexplicable de celos lo golpeó en el estómago. Debía ser el quién estuviera con ella, abrazándola.
Cuando la luz regresó a él, le tomó unos segundos en recuperar la compostura y seguir con su discurso.
Tina se apartó del hombre con rapidez.
—Lamento haberla incomodado señorita. —Lucas, levantó una mano en señal de rendición —Aún no llega mi compañera y no quería ser el centro completo de la atención.
—Genial, ahora saldré en el reporte de la revista como la mujer misteriosa.
—Tranquila, yo me encargué de decir que nos conocemos por Dion y que somos amigos que se reencuentran después de mucho. Así no tendrá problema... Además... —sonrió —Usted es la que edita todo y sé que eso es ventajoso, ya que puede eliminarse del resultado final
Tina no había pensado en eso.
—¿Gusta acompañarme en la velada? Puedo presentarle a gente interesante a la que puede entrevistar para su reportaje.
—¿De verdad? —sus ojos se iluminaron
—Claro —le extendió el brazo —Y sería para mi un honor estar con una mujer de su hermosura.
Tina dudó enseguida si era correcto, pero luego alejo esos pensamientos, él podía decirle cosas sobre el lugar y detalles que justo se requerían para el reporte.
—Gracias. —lo tomó del brazo y juntos bajaron al primer piso