Venciendo El Pasado

Una vez vivido un cumpleaños tan feliz, debían continuar en sus labores diarias, ya que la vida continúa.

La siguiente semana, les tocó hacer la rotación de Clínica intra hospitalaria con alumnos de otra universidad. Ella, quiso darles un recibimiento agradable y caluroso (algo propio de ella), como siempre, pero se encontró con que eran unas personas frías y lejanas, ah, y además mal educados, ya que la dejaron con la mano extendida.

Maried hizo como si nada hubiese pasado. En ese momento, entró al pase de revista el grupo de médicos especialistas y los adjuntos del servicio y se presentaron: el primer Doctor dijo: "Soy el Dr. Larry Méndez, médico adjunto al servicio de Medicina Interna. A mi lado está el Dr. Vinicio Rincón, también adjunto a este servicio y el resto son el grupo de residentes de los diferentes años de Medicina Interna".

El Dr. Larry Méndez inició la revista haciendo una pregunta sobre la patología que refería el paciente de la cama 1.

Maried al escuchar la pregunta, levantó su mano para responder; pero los alumnos de la otra universidad se rieron discretamente. Al observar la burla el Adjunto replicó: "ustedes de qué se están riendo? Si creen que la bachiller no sabe la respuesta porque quizás, ustedes son más inteligentes, está bien. Quién es el mejor promedio de su grupo?" Maried se sintió avergonzada y bajó su mano. Ella sabía la respuesta, pero prefirió callar para que el otro grupo participara.

Ellos respondieron: "Rafael es el mejor promedio".

El Dr. Les dijo: "muy bien Rafael, responde la pregunta". El alumno bajó la mirada y exclamó: "profesor, no sé la respuesta".

Qué vergüenza!!! Se burlaron de Maried porque quería participar y, él no sabía ni donde estaba parado.

El Adjunto abrió muy grande los ojos y respondió: "ok, quién es el segundo mejor promedio?"

A lo que los bachilleres respondieron: "El segundo en promedio es Ángel". El profesor replicó: "muy bien Ángel, adelante, responde la pregunta".

El alumno no cabía de la pena que tenía y respondió: "Dr. Disculpe pero no lo tengo claro ". El profesor le dijo: "así que no lo tienes claro!".

En ese momento Maried levanta de nuevo su mano, ella pensaba que si respondía, el profesor se calmaría, ya que su mirada se estaba tornando bastante molesta.

El Adjunto la miró y le hizo señas para que bajara su mano y preguntó una vez más: "quién es el tercer mejor promedio de su universidad? Y realmente espero que él sepa la respuesta, porque siento que estoy perdiendo mi tiempo con todos ustedes".

Tanto Maried como sus amigas se sintieron muy mal, porque por culpa de aquellos burlones, ellas estaban pasando vergüenza.

Una alumna de la otra universidad levantó su mano y respondió: "profesor yo soy el tercer promedio y de verdad que no lo recuerdo, disculpe".

Para el momento el adjunto tenía sus orejas rojas y su mirada tensa y les gritó: "qué es lo que ustedes creen? Llegaron aquí burlándose de la bachiller de la otra universidad porque claro, como la universidad de ustedes es más costosa, están creyendo que son mejores, pero ya ven, no saben nada; se rieron de la muchacha y ahora yo, me río de cada uno de ustedes. Y quiero que tengan algo claro, no hay universidad mala ni buena, no hay estudiantes más inteligentes que otros, lo que sí hay es alumnos que se esfuerzan por aprender y estudian todos los días. Allí tienen el mejor ejemplo, se jactan de ser los mejores estudiantes de su casa de estudio y están aquí parados, en medio de todos, como los propios payasos. Están aplazados en ésta clase ".

Ante la molestia del Adjunto principal, todos, incluso los demás médicos profesores, se quedaron inmóviles y en silencio.

Él volteó al rincón donde estaba Maried y le preguntó: "crees que realmente sabes la respuesta para darte la palabra? Si no estás segura no me hagas perder el tiempo por favor!".

Ella sorprendida, pero a la vez emocionada le respondió: "Claro que tengo la respuesta profesor".

Él asintió con la cabeza y exclamó: "ésto se está poniendo bueno. En ese instante miró a los mejores estudiantes de la otra universidad y les dijo: si ella responde correctamente, automáticamente pasará al primer lugar. Qué pena por ustedes porque parece que la muchacha está bien ubicada, en tiempo, persona y espacio.- Y añadió: Rafael, tráeme una silla por favor. El Adjunto se sentó y Maried comenzó.

Todos los presentes se maravillaron del dominio que tenía la bachiller sobre el tema. Sus primeras palabras fueron: "Dr. Usted prefiere que clasifique o conceptualice la respuesta". Y él le dijo: "cómo tú quieras, total, nadie sabe del tema. Imagina que ellos están oyendo sobre la Hipertensión Arterial por primera vez".

Ella sonrió, ya que tenía todo el conocimiento sobre dicha patología. Maried con mucha soltura y precisión se paseó por todo lo que sabía acerca de la enfermedad: concepto, clasificación, cuadro clínico, prevención, medicación, dieta requerida y complicaciones.

Fue realmente asombroso. Todos los médicos y adjuntos estaban felices, al ver que aunque sea una alumna, estudiaba y se estaba preparando para medirse con los grandes.

Todo eso sucedió en una habitación múltiple, en la que había seis (6) pacientes masculinos ingresados, e incluso ellos irradiaban alegría, ya que Maried todos los días pasaba a saludarlos, les preguntaba cómo se sentían y les media la tensión arterial.

Cuando terminó de explicar las complicaciones sobre esa patología, le preguntó, "Dr. así está bien o necesita que le responda algo más. Le pido disculpas si no he estado a la altura de su pregunta, realmente estudio mucho, pero sé que debo esmerarme más".

Wow, nadie sabía responder qué era la hipertensión arterial? y ella dijo todo acerca de la enfermedad, incluso los factores de riesgo y aún así estaba preguntando si había respondido bien! Y peor aún, pidió disculpas por no estudiar lo suficiente!.

El Dr. Larry y el Dr. Vinicio se levantaron y la aplaudieron. Larry se dirigió al resto del grupo diciendo: "debería darles pena que se rieron de ella, y ya ven, ella con conocimientos e inteligencia los arrastró a ustedes".

Luego, se acercó a Maried, le extendió la mano y le dijo: "hace tiempo que no me sentía tan orgulloso de un estudiante. Continúa así, eres un gran ejemplo, sobre todo para esta bola de tontos perezosos a quienes no les gusta estudiar ".

Maried sonrió y el Adjunto le dijo, de ahora en adelante, y mientras estés en éste hospital, siempre estarás a mi lado, discutiendo con nosotros, cada caso que aquí se encuentre ingresado.

Qué felicidad y tranquilidad sintió la joven ante aquellas palabras. Se dió cuenta que todo su esfuerzo y dedicación valían la pena. Estudiar cada día desde las 4 am, y a veces, tener que ir a clases sin desayuno estaba siendo recompensado en público.

No sé tú, pero yo estaría brincando sobre un pie y además me sentiría comprometida a ser cada día mejor. Es importante que ante cada obstáculo que se nos pueda presentar en la vida, tengamos la fuerza de superarlo y de seguir adelante, corriendo hacia la meta.