RESILIENCIA

Llegando a Guatemala las cosas se pusieron frías, si, literalmente frías.

Y es que mi pulgarcito es un país costeño, calientito y para variar yo he vivido toda mi vida a escasos 200 metros de la orilla del mar, así que como se imaginarán, tengo demasiado frío.

Nos bajamos del bus casi a media noche, a la mayoría de personas ya las están esperando, para llevarlas a sus hogares u hospedajes, pero a la pelinegra y a mí, no hay quien nos espere, ni siquiera sabemos a donde ir, así que nos sentamos en un sofá que está en la sala de espera y nos quedamos allí, haciéndonos las dormidas jajajaja.

Un guardia de seguridad, se nos acerca y nos dice.

—Señoritas disculpen, si ustedes necesitan que les llamemos un taxi, podemos hacerlo aquí.— Nos quedamos calladas, ante el ofrecimiento, yo la verdad pienso en decirle al hombre que no tenemos a donde ir, pero Anzi como siempre sabe que hacer.

—Muchas gracias por su amabilidad, fíjese que una amiga quedo que vendría por nosotras, pero parece que nos olvidó, o paso algo pues no nos contesta ni el teléfono, así que le quiero pedir, si usted nos permite quedarnos aquí unas horas, hasta el amanecer, para buscar un lugar donde hospedarnos.— Le dice Anzi con una preciosa sonrisa y con su voz muy serena y amable, de nuevo cambió su tono de voz al hablar con el hombre, pero esta vez no fue coqueteo, fue solo la pasividad con la que le hablo, también su mirada fija en los ojos del pobre hombre que está totalmente hipnotizado.

—Claro pueden quedarse a esperar aquí, y si su amiga no viene a recogerlas, les puedo recomendar un lugar donde hospedarse, ¿cuanto tiempo se quedarán?.—Le dice el guardia de seguridad a la Pelinegra.

—Pues nos vamos a quedar un mes, en este lindo país, nos encanta y queremos conocerlo y disfrutarlo, tiene tanta riqueza cultural y el clima que por el momento nos esta haciendo sufrir, es de lo mejor...dicen que es el país de la eterna primavera, y la verdad es evidente, Guatemala es hermoso.—Veo al hombre encantado conversando, con mi Anzi.

Después de conversar un momento, el hombre se aleja, pero va a traernos un chocolate caliente a cada una, nosotros lo tomamos felices y muy agradecidas.

Luego el hombre se retira...

—Anzi, como es qué haces para saber que hacer y que decir...y como haces para que la gente te escuche con tal atencion y sean amables.—Le digo y ella sonríe.

—Mira mi niña, aveces la seguridad en ti misma ayuda, ser amable ayuda mucho mas, pero el arma mas poderosa es tu sonrisa y tu mirada, eso si que es letal, jajajajaja.

Saber que eres bella, y no hablo de la belleza física, el cuerpo es el cajón donde se guarda la verdadera belleza o la verdadera fealdad.

Y me refiero a que el cuerpo solo es el envoltorio de lo que realmente somos.

Si tenemos un Alma noble, bondadosa, generosa, solidaria y tolerante eres realmente bella y se refleja en tú rostro, tus miradas y tus sonrisas.

Pero así, hay gente horrorosa, con los sentimientos más negros, egoístas y malintencionados, esa gente aunque tengan un rostro con bonitas facciones o un cuerpo perfecto, de nada les sirve, porque sus ojos reflejan la fealdad que llevan dentro, los monstruos que son, y si sonrien sus risas no son agradables, son insípidas, superficiales y sin brillo.

Así que Tú y Yo debemos aprender a tener seguridad en nosotras misma, pero sobretodo debemos embellecer nuestra alma, llenarnos de buenas cosas y sacar lo que nos hace daño.

Sintámonos seguras, pues la belleza del alma se nota cariño y se nota a leguas.

Y quizá por eso, nos han querido hacer sentir feas, porque hay gente de tan malos sentimientos, que no soporta ver a otra persona brillar, la envidia les carcome el alma y por eso tratan de dañar a costa de lo que sea.

Pero Tú y Yo nos levantaremos, somos Resilientes.

Nos levantaremos de las cenizas y lo haremos para Brillar...

Quizá las cosas malas que la vida no ha traído, nos hayan bajado nuestra autoestima, pero Brillemos Mar.

Brillemos como el Sol, brillemos y hagamos que la gente se quede atónita con nuestras sonrisas, con nuestras miradas y con las cosas buenas que hagamos.

Y si nos toca coquetear un poco, hagamoslo sin dañar a nadie.

Si deseamos divertirnos, primero veamos si con nuestra diversion no dañamos a terceros, seamos empaticas con las demas personas y veras como las cosas buenas nos perseguiran...

Seamos coquetas, pero no para dañar a alguien más, seamos coquetas para impresionar con nuestra belleza, la belleza de nuestra alma.—Me quedo pensando en todo lo lindo que Anzi me dice.

—Anzi, ¿quién te enseñó todo esto, si tus padres no fueron buenos contigo y tu marido fue igual?.—Le pregunto curiosa.

—Mira Cariño, la bondad es una decisión que cada quién toma, somos libres, cada uno decide como ser, como comportarnos, como actuar, tenemos libertad de ser quien queremos ser, cada quien decide, solo debemos recordar que de todo hay un efecto o una consecuencia.

Y claro que aprendí de alguien, fue mi hermano José, Él era él hombre más bondadoso que conozco, me rescato dél maltrato y me enseñó a no odiar a nadie y a perdonar al que hacia daño, me enseñó que la religión de mis Padres nos los hacía buenos, y que aunque Él decía no ser religioso, no lo convertía en malo.

Jose mi hermano me aconsejaba y enseñaba cosas sorprendentes y sabes él no era religioso.

Si creía en Dios y amaba a Jesús y creo que eso hacía la diferencia en Él.

El decía, <>

Y con toda razón, porque míra mís padres; hacen cuantas obras de caridad en su iglesia les piden y a mí y a mi hermano nos maltrataron nos abusaron y abandonaron, crees que las obras de caridad los hacen buenos Padres? por supuesto que no.

Así que mi niña aprendamos, y vivamos felices, disfrutemos...

Yo voy a coquetear... si encuentro un galan guapo y fortachon; coquetearé con El, pero me aseguraré de no hacerle daño a nadie y menos a mi misma.

Pero me divertiré por todos esos años de soledad, tristeza y abandono. Si ves que mi coqueteo se está pasando de límites me avisas por favor...

Y a Tí, te quiero ver segura de ti misma, quiero que sanes tu alma y que esa belleza física que tienes, sea el complemento, de esa Preciosidad de mujer que eres y te haga resplandecer como la más hermosa de las estrellas.