Tormenta Del Corazón

Por la noche Gibran llegaba a casa, Silvana, Kevin y Samuel lo esperaban en el comedor.

Estaban a punto de comenzar a cenar.

Gibran: Veo que está vez, no han esperado por mí.

Samuel: Que bueno que llegas papá, pensé que no vendrías, le decía a mami que estoy acostumbrado a que no llegues, pero ella dice que confíe en ti.

Silvana sonrió y le dijo al pequeño, que comenzará a comer.

Silvana: Y como te fue, todo bien?

Gibran: Todo bien, hermosa. Y tú Kevin, ¿cómo te va?, y tu novia Danna?

Kevin: Hemos tenido algunas diferencias, ella va a regresar pronto a México.

Gibran: Es una pena, y no te irás con ella?

Kevin: No, no puedo, también tengo sueños y anhelos, si me voy creo que no podré cumplirlos.

Gibran: Si es importante, cumplir tus sueños y ante todo un buen ser humano, mejor y más responsable.

Kevin: Creo que la dejaré ir, la quiero, pero también quiero que cumpla sueños.

Se miraron con complicidad, y Silvana pidió que cenarán, ya que tenían que subir a dormir al pequeño Samuel.

Al terminar se retiraron a dejar los platos a la cocina y subieron a sus habitaciones, Kevin volvió al pequeño departamento.

Silvana y Gibrán fueron a dar las buenas noches al pequeño Samuel. Y se retiraron a su recámara,

 Silvana le dijo a Gibrán:

Silvana: Cómo te fue en la oficina?, no te regañaron por salir temprano?.

Gibran: Bien cariño, y respecto a salir temprano, no me importa lo que digan, es mi tiempo y lo que digan sale sobrando.

Silvana sonrió de nuevo, sabía que podía confiar en él, siguieron hablando y le comento lo de Sharon, no le dijo lo de los papeles, ni del dinero, solo quería, que ella estuviera feliz.

No toleraba la idea de perderla, Silvana era muy importante para él, perderla significa no obtener nunca su amor. Y lucharía por ganarlo.

Al día siguiente llegó él nuevo, personal, recomendado por el señor Carlo y su linda esposa.

Eran la señora María amiga de muchos años del matrimonio, Ana sobrina de doña María, y Don José primo de don Carlo. Las 2 mujeres serían del servicio y el señor sería el mayordomo.

Los días pasaron y Gibrán, salió de viaje varias veces, en algunos viajo con su secretaria Miley.

Miley aprovecho todos esos viajes para tratar de conquistar a Gibran, solo que son éxito, el llamaba a su esposa cada cierto tiempo, una noche en uno de esos viajes aprovecho y llevo a Gibrán a un bar donde pidió dos bebidas y en el vaso de él, le pone una pastilla para dormir efervescente.

Gibran se sintió con sueño y se fue a su habitación, Miley aprovecho y se metió a su cuarto con la excusa de unos documentos para firmar.

Noto que Gibrán estaba profundamente dormido y lo desnudo, ella también se quitó la ropa, se metió a su cama, se sacó fotos y se las envió a Silvana.

( Saco el número, usando el pulgar de Gibran y entrando a su agenda, de su teléfono móvil.)

Cuando Silvana escucho el sonido de mensajes, su corazón se alegró, nadie más le enviaba mensajes, solo Gibrán.

Tomo el aparato, sonrió, comenzó a abrirlos y de pronto imágenes de Gibrán, con una mujer en la cama de un hotel.

Su corazón se entristeció y sintió sus mejillas llenas de lágrimas, se enojo consigo misma por lo estúpida que era, ese no era un matrimonio real, era un convenio.

Lloró durante muchas horas, no cerró los ojos esa noche, cómo no era un matrimonio real ella se mantendria al margen, decidió dormir en la recámara de aún lado, Por la mañana, paso sus cosas a esa recamara, a partir de ahora solo sería llevar a cabo el contrato.

( El contrato estipula que debe estar casada 1 año entero, antes de solicitar el divorcio, si no no podrá recibir los beneficios del mismo y si lo solicita antes de la fecha acordada el contrato se reinicia de nueva cuenta hasta cumplir el año. )

Estaba acorralada en un matrimonio, dónde solo ella respetaba los votos, se dijo así misma ser fuerte, no podía reclamar nada, no era por amor.

Cuando Gibran volvió del viaje, se sentía raro, no recordaba, haberse desnudado para dormir, supuso que la bebida estaba fuerte, se sintió tranquilo, con ello.

Llegando a casa, noto los cambios, Silvana estaba distante y poco cariñosa supuso que Kevin la haría enojar.

Al entrar a su dormitorio, noto que no estaban sus cosas, y fue directo a ella y le dijo:

Gibran: Cariño que pasa? ¿Por qué tus cosas no están en la recámara?

Silvana: He decidido medir mi distancia contigo, No quiero enamorarme de ti y que tú me termines lastimado.

Esas palabras hirieron el ego de Gibran, no soporto que ella no quisiera enamorarse de el, cuando el estaba profundamente enamorado de ella.

Gibran: Si eso quieres, respeto tu decisión, ahora sí me disculpas iré a ver a mi hijo.

A Silvana esa fácil aceptación la lastimó, sabía que solo era deseo lo que sentía por ella.

Las nubes del horizonte se acercan peligrosamente, trayendo consigo una lluvia torrencial, pero como en toda lluvia, pasa y trae consigo un día soleado y un arcoiris tan brillante como el mismo sol.