La prestigiosa clínica San Ángel será el escenario donde el apuesto y talentoso residente de medicina Caleb Rossi, conocido por su mirada crítica y exigente, desprecia el amor que le profesa la encantadora también residente de medicina Juliette Di Marco. Atrapado en lo estereotipos superficiales, Caleb subestima el corazón generoso y la inteligencia brillante de Juliette, simplemente por su figura curvilínea.
A medida que los años pasaron, Juliette no solo supera los desafíos profesionales, sino que también florece en su carrera médica, demostrando que el valor de una persona va más allá de las apariencias. A pesar de los diferentes desafíos y el dolor, Juliette encuentra fuerza en su determinación y apoyo en colegas que valoran su verdadero potencial.
El destino les dara una segunda oportunidad cuando ambos se encuentran trabajando juntos en la misma clínica, Caleb, ahora debería afrontar sus propios arrepentimientos al darse cuenta de la increíble mujer que ha estado frente a él
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Capitulo 14
Ya habían pasado un par de días. El sol se filtra a entre las persianas del hospital, iluminando la habitación de Juliette.
Y hoy finalmente llegó la esperada la esperada alta médica. Juliette miraba a través de la ventana, ansiosa por salir de esa habitación.
En la puerta de la habitación, Caleb esperaba con nerviosismo. Vestía una camisa cuidadosamente elegida y llevaba consigo un ramo de flores frescas.
No podía dejar de cuestionarse si Juliette estaría dispuesta a darle una oportunidad para demostrarle que había cambiado.
Él sabía que este era el momento crucial para demostrarle su arrepentimiento y deseo por enmendar sus errores.
Al abrir la puerta de la habitación, Caleb sonrió con ternura al ver a Juliette lista para partir. Su mirada reflejaba una mezcla de emociones: miedo, esperanza y un atisbo de curiosidad.
- ¿Lista para salir de aquí? - preguntó Caleb, intentando ocultar sus propios nervios.
Juliette asintió, pero sus ojos mostraban cautela.
- Gracias por todo lo que has hecho por mi en estos días Caleb. - murmuró Juliette, aceptando el ramo de flores con una sonrisa leve.
Caleb la ayudo a subir en la silla de rueda, para llevarla hasta el auto. Elizabeth, Aaron y Leonardo subieron a la habitación antes de que se fuera.
- Que gusto que ya estás de alta amiga. - le dijo Elizabeth con una gran sonrisa
- Si estamos muy felices - le dijo Aaron.
- Bueno, Juliette debes descansar, así podrás regresar al equipo - le dijo Leonardo
- Si jefe, no se preocupe, me cuidaré muy bien, para regresar lo más pronto posible.
- Bueno, ya debemos irnos. - dijo Caleb mientras empujaba la silla de ruedas. Y salían de la habitación.
El trayecto en el auto fue silencio, roto solo por el suave susurro de la radio. Caleb sentía la tensión en el aire, pero se esforzaba por mantener la calma.
Al llegar a la casa, Caleb ayudo a Juliette a salir del auto. La casa de Caleb era hermosa, con un jardín bien cuidado y su acogedor ambiente, contrastaba con la frialdad del hospital.
Juliette se sorprendió al descubrir el esfuerzo que Caleb había puesto en preparar todo para su llegada.
- ¿Te gustaría descansar un poco? - propuso Caleb, señalando hacia el interior de la casa.
Juliette asintió y lo siguió a la sala de estar. Mientras se acomodaba en el sofá, Caleb se sentó a su lado.
- Juliette, sé que cometí errores en el pasado, pero he cambiado. Estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario para demostrarte que he aprendido de mis errores- declaró Caleb, mirándola directamente a los ojos.
Juliette lo observó con cautela, pero algo en la sinceridad de sus palabras la hizo reconsiderar. Lentamente, empezó a abrir su corazón a la posibilidad de una segunda oportunidad.
- No será fácil, Caleb. Pero estoy dispuesta a intentarlo siempre y cuando demuestres con hechos que realmente has cambiado. - respondió Juliette, dejando entrever una pequeña sonrisa.
Caleb asintió con determinación, sabía que tenía mucho trabajo por delante, pero estaba decidido a ganarse el perdón de Juliette y construir un nuevo capítulo juntos.
- Bien, te prepararé la cena - dijo Caleb y se levantó del sofá para ir a la cocina.
Juliette se recostó un poco en el sofá y mientras esperaba se quedó dormida.