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Devon (Editando)

Devon (Editando)

Status: Terminada
Genre:Romance / Comedia / Completas / Dominación / Equilibrio De Poder
Popularitas:9.7k
Nilai: 5
nombre de autor: Enid Lémieux

Aria y Devon son tan diferentes en su vida diaria, pero lo que no saben es que sus deseos son similares, sus fantasías una gota de agua.

Y ahora que Aria tiene a Devon en sus manos, él tiene dos opciones:
1. Denunciarla y alejarse de ella.
2.Dejarse llevar y ver qué sucede.
Y si somos sinceros la segunda opción lo tienta demasiado, sobretodo después de que ella despierta su lado más oscuro y perverso.

Por lo que ahora después de que algo más allá del deseo hizo click entre ellos, ¿Estará dispuesta Aria a aceptar todo de Devon, incluyendo a según él, "su monstruo"? ¿Quién iba a decir que un frío empresario, pudiera ser tan ardiente?

Obra registrada en los derechos de autor.

NovelToon tiene autorización de Enid Lémieux para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 14: Es una hechicera, que me vuelve loco y demente.

~Devon~

 

He conseguido darle lo que me pidió, es una mujer tan receptiva, tanto que me vuelve loco. Ella no tiene ni idea de lo que me ha hecho al concederle el control, ella no tiene ni la más mínima idea de que yo jamás he cedido el control.

— Ve a ducharte. —me pide, y yo obedezco pese a que me cuesta. Me alejo y me meto debajo de la lluvia de agua helada, estoy con una maldita y tortuosa ere**ión. Su sabor todavía lo tengo en mi boca, llevo por inercia una mano a mi dureza.

— No te toques allí, al menos no todavía. —la escucho ordenarme, puedo sentir sus ojos sobre mi cuerpo desnudo, y me quedo quieto— ahora, pon tus manos sobre la baldosa y no levantes la mirada.

Una de sus manos acaricia la piel expuesta y mojada de mi espalda, traza mi piel cual lienzo a su disposición, una palmada llega a mi trasero, luego otra.

— Mmmm así rojizo te ves más apetecible... —otra palmada un poco más fuerte que la anterior, y mis ojos se abren como platos al ver lo que eso comienza a causar en mi despierto y anhelante cuerpo— lleva una de tus manos a tu amigo. —la siento alejarse para ponerse a mi lado, y las ganas que tengo de devolverle este favor me invaden. Toco mi dureza rígida— acariciatela, lentamente... —y como si sus palabras fueran ley, lo hago. Jodidamente lo hago, lentamente, complaciéndola, y se siente bien, malditamente bien— ahora lleva tu mano libre a uno de mis pech*s. Tocalo suavemente mientras te acaricias.

Su piel es suave y tentadora, me enciende aún más y las ganas de venirme como un adolescente me ganan. Pero no lo hago, sigo tocándole y tocándome despacio, siento una de sus manos en mi cuello, en mi boca, en mi pecho, pero las aleja tan rápido que gimo con frustración por ello.

— Para, deja de tocarte. —maldito infierno, esta mujer me volverá loco. Se sale de la ducha y vuelve enseguida con una bata de algodón. Corta la lluvia artificial que cae sobre mi cabeza y cuerpo, y me coloca la bata, no la miro, ¿porqué no sé siente tan mal obedecerle? Incluso podría acostumbrarme a ello, solo... Una vez al mes, o dos— vamos a jugar de nuevo. Sígueme.

Llegamos al dormitorio y me ordena quitarme la bata, me dice que me quede parado cerca del poste de mi gran cama, ella se sube arriba de esta y esposa mis muñecas a un aro que cuelga de uno de los gruesos postes de la cama. Un aro que coloque en caso de que algún día me apeteciera traer a alguien a mi departamento. Lo que por cierto hasta este momento no había sucedido. Que irónica y perr* es la vida, que justo ella los usará en mí como los deseaba usar yo. Siento como termina de cerrar la última esposa, para luego vendar mis ojos y alejarse, mientras yo me quedo allí, parado y sin ver nada, a la espera.

Su tacto es caliente, su palma está toda en mi pecho desnudo, toca y aprieta, baja, y baja hasta llegar allí. Sus manos se mueven lentas y tortuosas, luego se alejan y vuelven. Pero esta vez es la fusta que delinea mi torso, mis caderas, nalgas hasta que roza la punta de mi rigidez. Suspiro para no gemir, no quiero verme desesperado por ordenarle terminar con la tortura, aprieto mis labios y aguanto como un condenado.  Se roza contra mi necesidad, sus labios ahora están besando mi torso, mi cadera, dando pequeños y excitantes mordiscos... Tan cerca de allí, tan cerca de donde la necesito arrodillada obedeciendome, pero no digo nada, la dejo que siga a su antojo. Su lengua lame torturando y llevándome al límite, pero no cede a darme la liberación.

Besa y lame, toca y aprieta, hasta que.... Ay dulce cielo, su afilada lengua está allí, justo donde la necesito, muerdo mi labio inferior mientras ella se da un festín allí abajo. Atacando, dando pequeños golpecitos y chupones, mi respiración está acelerada, mis ganas de explotar son inmensas. Y diablos, ella pareciera deleitarse, y yo solo puedo imaginarmela. No puedo verla y es cuando maldigo la bendita venda sobre mis ojos.

— Mmm... Estas tan.. Tan... —se aleja sin proporcionarme la liberación, jodida mujer, me va a matar porque estoy seguro que mis huevos deben estar azules— todavía no tesorote, si tan solo pudiéramos disfrutar y compartir la dominación, esto sería muy distinto. No sabes las ganas que tengo de descender sobre ti hasta que nuestros cuerpos estén agotados y saciados.

— Si tan solo... —aprieto los dientes, porque me tiene al borde, en este momento aceptaría cualquier cosa que me propusiera. Y esto nunca, jamás me había pasado con otra mujer. Jamás había cedido tanto por tenerlas, deseado tanto enterrarme hasta sus entrañas, pero Aria, es una hechicera que me vuelve loco y demente. Toda ella la siento mía, mi cuerpo ruge por poseerla y dominarla, pero siento que debo ceder si quiero que se quede en mi vida, y jodidamente no me preocupa hacerlo— hazlo.

Ella se aleja y pienso que he cometido un error, pero mis manos son liberadas, la venda sacada, y la observo. No niego que se ve hermosa en su desnudez, una jodida diosa pagana con su pelo suelto y medio mojado.

— Sobre tus piernas y rodillas, en la cama. — es mi turno. Y no es una orden, pero al parecer por su boca a punto de replicar lo pareció. E increíblemente obedece— abre más la piernas, déjame ver lo hermosa que eres aquí abajo. —me obedece de nuevo y malditamente me deleito ante la visión de su piel. Sonrió mientras una de mis manos cae sonrojando su hermosa nalga, y sin darle tiempo a réplica, me sumergo en sus profundidades húmedas de un solo golpe, disfrutando. No soy gentil, no, soy rudo y salvaje, ella gime y gimotea, la siento estremecerse a mi alrededor y es el jodido cielo.

Ambos estamos al límite.

 

...****************...

 

 

 

1
Viviana Yulieth Fernandez Marin
ojalá se acuerde de él amor de su pasado y puedan estar juntos
Viviana Yulieth Fernandez Marin
siiiii
Viviana Yulieth Fernandez Marin
que Devon se la lleve
Viviana Yulieth Fernandez Marin
que recupere la memoria y que ese atenbado no se aproveche de la situación y la secretaria le cuente a Devon
Viviana Yulieth Fernandez Marin
que no se vaya aprovechar de que perdió la memoria que siga con Devon
Annette Yovalka Golindano
Excelente novela, felicitaciones.
Bettzi Iseth Nieto Peralta
deliciosa 😍😍
Bettzi Iseth Nieto Peralta
no se puede, siempre quedan residuos
Bettzi Iseth Nieto Peralta
quizás no lo fué
Bettzi Iseth Nieto Peralta
escribes espectacular 😍😍
Bettzi Iseth Nieto Peralta
pero si de eso vivo, a eso vine 🔥🔥💯😅
Miriam Cuscueta
Excelente
Fatiima Caceres
muy buena historia
Elsa Elena Isasa
*dormido profundamente ?
Elsa Elena Isasa
* Que es la indicada.
Olga Talango
Normal
Olga Talango
Malo
Any Canseco
muy buena la historia,ojalá recupere la memoria pronto y que regrese con Devon
Mariela Blanca
Me encanta esta historia 👏👏👏👏👏
Mariela Blanca
Me encanta 🤭🤭🤭
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