Casada Por Error

...En el hospital...

Desperté con un dolor muy agudo del lado de mí costilla. No podía mover mí brazo izquierdo, ya que me dolía mucho.

Estaba en la habitación de un hospital, voltee para los lado pero no había nadie, así que agarre el control remoto que estaba en una mesita al lado de la cama y prendí la televisión, para distraerme. Cuando fui al sector de noticias me sorprendió lo que estaba diciendo una reportera.

..."¡Buenas tardes! El día de hoy, les traigo una noticia impactante....

...Parece que Maria Reyes, una figura enigmática que ha estado en el ojo del huracán, ha sido vinculada a Javier Robert en una trama de traición y venganza....

...Se rumorea que Robert la busca con sed de venganza, mientras que Reyes se...

...ha refugiado en la casa de la...

...*familia Lombardo, tras un ataqu**e*...

...brutal de los hombres de Robert...

...que dejó la residencia en ruinas. Misteriosamente, la familia...

...Lombardo ha desaparecido sin...

...dejar rastro, sin embargo, se ha...

...señalado a Maria Reyes y sus...

...hermanas Jimena, Sarita, y Livia...

...Reyes, junto a su hermano Juan...

...de Dios Pantoja, como los...

...protagonistas de esta intrincada...

...historia. Estaremos actualizando...

...con más detalles."...

—Pero que carajo, lo que me faltaba— Dije cambiando de canal mientras me levantaba un poco de la cama

*Abren la puerta*

—Maria, despertaste— Dice Alex entrado a la habitación —¿Cómo estás?, ¿Cómo te sientes?—Dice acercándose a Maria

—Adolorida, pero bien— Dije —Puedes creer lo que están diciendo

—Llevan asi desde la mañana, no le des importancia

—Como no le voy a dar importancia, no me importaría si decían algo sobre mí, pero de mí familia

—No te preocupes, vamos a arreglar esto

...En la sala de espera...

—Necesito saber dónde se encuentra mí hermano

—¿Quién es su hermano?— Pregunta la recepcionista

—Alejandro Lombardo

—No señorita, aquí no hay ningún paciente registrado con el nombre de, Alejandro Lombardo— Dice la recepcionista revisando su computadora

—Es por qué no es un paciente, no seas tonta, vino con una mujer, que si es paciente de seguro el pagó para que la atendieran

—Me podría decir el nombre de la paciente

—Creo que se llamaba María Reyes

—Si, aquí está

—¿En que habitación?

—Señorita no puedo darle está información

—Claro que puede, soy la hermana de Alejandro Lombardo, el esposo de su paciente, o sea su cuñada, ahora deme el número de la habitación

—Esta bien, es la habitación 502, en el segundo piso

—Asi está mejor, ¿donde esta el ascensor?

—A la derecha señorita

...En la habitación 502 (Donde está Maria)...

—Necesitas descansar— Dice Alex

—Ya lo se, por cierto, ¿donde están Jimena, Sarita, Livia y Juan?

—Fueron a comer

—Me pasas la botella de agua por favor

—Claro que si—Dice mientras va a buscar la botella de agua

—Maldita sorra, me las vas a pagar— Dice la chica gritando, mientras entra a la habitación

De la nada entro una chica a la habitación, me empezó a golpear e insultar, no sabía por qué, no la conocía.

Alex detuvo a la chica que me estaba golpeando, y en eso llegaron las chicas con Juan.

—¿Que esta pasando aqui?— Pregunto Jimena

—¡Maria!— Dijo Livia un poco asustada acercándose a ella

—¿Que te pasa?, estás loca o que— Le dice Alex a la chica que golpeó a Maria

—¿Quien carajo eres?— Le pregunto Jimena mientras la empujaba contra la pared

—Sueltame estupida, Alex ayudame— Dijo la chica

—Jimena, por favor, tranquila— Dijo Alex, logrando que Jimena suelte a la chica

—Maria, ¿está bien?— Pregunto Juan acercándose

—Si estoy bien, no te preocupes, pero si me dolió— Dije poniendo mí mano en la herida que tenía bajo las costillas —¿Se puede saber quién eres?— Pregunté mirando a la chica

—Se llama Raquel— Dice Alex

—¿La conoces?— Pregunto Sarita

—Si, es...es mí hermana

—Tu hermana!!!— Dijimos todos al mismo tiempo

—Sí, soy su hermana, ¿algún problema?— Pregunto Raquel

—No, no, ninguno, pero, me podrías decir, ¿por qué entraste a golpearme?— Pregunté

—Es lo menos que mereces, cómo aborrezco a esas personas que te dejaron viva, ojalá te hubieran matado

—¡Raquel!— Dijo Alex

—Es la verdad hermano, no sé por qué la defiendes tanto, por su culpa no sabemos dónde esta nuestra madre— Dijo Raquel señalandome

—Raquel, suficiente— Dijo Alex

—Entiendo tu enojo, pero Maria no tiene la culpa de lo que está pasando— Dijo Juan

—No me interesa, voy a refundir a esta estúpida en la cárcel, me voy a encargar de que nunca vuelvas a ver la luz del sol, me escuchaste— Dijo Raquel acercándose a Maria

—En serio, no me digas, que miedo. Mira niña, podrás ser muy hermana de Alex y todo lo que quieras, pero a mí no me vas a venir a amenazar, escuchaste— Dije mirándola fijamente a los ojos, de una manera retadora, haciendo que ella retroceda

—No me importa, te voy a refundir, cueste lo que cueste— Dice Raquel escondiéndose detrás de Alex

*Tocan la puerta*

—Disculpen, Raquel, que haces aquí, te he estado buscando

—¿Tu eres?— Pregunto Livia

—Que descortés de mi parte, yo soy Roberto Castelar, esposo de Raquel

—O sea que eres cuñado de alex— Dijo Jimena totalmente seria

—Sí— Afirmó Roberto

—Perfecto más personas a las que cuidar— Dijo Jimena en vos baja volteando para otro lado

—Tu debes ser la esposa de Alex, mucho gusto— Dice Roberto dándole la mano a Maria

—Mucho gusto— Dije dándole la mano

—¿Como te sientes?— Pregunta Roberto

—Bien, gracias— Dije con una sonrisa pequeña

La habitación se quedó en silencio, era muy incómodo la verdad.

Yo sabía que Alex tenía más familia, y eso no me molesta, pero no es bueno que empiecen a aparecer ahora.

—¿Saben donde está la señora Victoria?— Pregunta Roberto

—La señora Victoria está bien, no se preocupen— Dije

—Señorita Maria— Dice Josué entrando a la habitación agitado

—Que pasa Josué, ¿estás bien?— Pregunto Juan

—Tenemos problemas

—¿Que pasa?— Pregunte

—Me acaban de informar que están atacando la casa de seguridad de Argentina— Dice Josué

—Que!!!— Dijimos todos al mismo tiempo

—¡Carajo!— Dije pasando una de mis manos por mí cara —¿Habia alguien dentro de la casa?

—No señorita

—¿Y la gente de seguridad?— Pregunté

—Estan viajando para acá, el coronel lo ordeno

—Esta bien, consigue una propiedad aquí en Mérida, lo más rápido posible, que esté en un lugar alejado, asi la gente se va para haya

—Entendido, yo me encargo, con permiso

—Ah, Josué, después de comprar la propiedad, necesito que vayas a la casa de los Lombardo a buscar algunos documentos y de paso la computadora— Dije

—Claro que si señorita, ¿que tipos de documentos serían?— Pregunto Josué

—Esos documentos son importantes, son del caso Robert, no pueden caer en las manos equivocadas. Están en un folio, debajo del colchón

—Entendido, con permiso— Dijo Josué retirándose

—Genial, una casa menos— Expresa Sarita suspirando —Y eso que era la más bonita

—Vamos a conseguir otra, no te preocupes— Dijo Juan

—Y la va a comprar Maria— Dijo Jimena

—Bue, ¿yo por qué?— Pregunté

—Por que vos tenes plata— Dijo Jimena sonriendo

—Juan también— Dije mirándolo

—Tienes razón, Juan también la puede comprar, ya que tambien es nuestro hermano— Dijo Sarita acercándose a Juan

—No, yo no soy su hermano niñas, soy un conocido nada más— Dijo alejando a Sarita

—Pendejo— Dijo Sarita dándole un golpe leve a Juan en la cabeza

—Na, es mentira, claro que son mis hermanas, y si, les voy a comprar la casa que quieran—Dijo acercándose a las chicas

—Que bien que quieras comprar la casa, pero ya es muy tarde— Dije

—¿Por que?— Pregunta Juan

—Por que ya la está comprando Josué—Dije

—Ojala tenga buen gusto— Dijo Sarita

—Mirá quien habla— Dijo Livia mirandola

—Envidiosas— Dijo Sarita

—No me digas, ¿envidiosa de que?, por favor no me hagas reír — Expreso Jimena

—De mí, podrás ser la mayor, pero no conoces de moda, mira como te vistes, pareces vagabunda, no eres igual que yo— Dijo Sarita mirando a Jimena de arriba a abajo

—¿Que dijiste?— Pregunto Jimena acercándose a Sarita

—Chicas por favor— Dijo Juan, agarrando a Jimena

—Quítate— Dijo Jimena alejando a Juan de un empujón

—Jimena, Sarita, suficiente— Dice Livia

—No te metas Livia— Dice Sarita

—Que, me vas a dar con tu bolso, señora— Dice Jimena

—Chicas— Dije calmada, pero no me escucharon

—No necesito de un bolso para partirte la madre— Dice Sarita tirando su bolso en dirección a Maria, haciendo que caiga sobre ella

—Carajo— Dije entre dientes, por el dolor. —Suficiente, ya, no son unas niñas, compórtense, tenemos problemas más serios de los cuales ocuparnos— Dije en voz alta, haciendo que ellas se calmen

—Tienes razón, perdón, ¿te dolió?— Pregunta Sarita, apartando si bolso

—No, no me dolió— Dije sarcásticamente

—Ni siendo hermanas se tienen respeto, que nacas— Dice Raquel

—Bien lo dijiste, son hermanas, eso significa que siempre van a haber peleas, por cualquier cosa, por lo tanto, esto es normal

—Señorita, ¿cómo se encuentra?— Pregunto el doctor entrando a la habitación

—Hay vamos doctor, si no me mataron estás heridas, me van a matar ellas— Dije haciendo que el doctor se ría un poco

—Me imagino, permítame señorita— Dijo acercándose a Maria y sacando una jeringa

—¿Que es eso?— Pregunto a Alex

—Es un poco de suero, además de reponer la cantidad de electrolitos perdidos, restablece el agua y los volúmenes de otros líquidos necesarios para el correcto funcionamiento del cuerpo. Y lo más importante, contiene vitaminas, las cuales te hacen falta— Dijo el doctor

—Tan mal estoy, que necesito vitaminas— Dije

—No tanto, pero necesitas permanecer en el hospital durante unos días, para que las heridas puedan sanar

—O sea que voy a tener que soportar la comida que dan aquí unos días más, verdad

—Correcto— Afirmó el doctor, soltando una risa —No es la más rica, pero es saludable, bueno nos vemos, con permiso — Dijo retirándose

—Bueno, ya escuchaste al doctor, te tienes que quedar unos más— Dijo Juan en tono burlón

—Síguele, síguele nomás. Chicas váyanse con Juan a la casa, bañense y descansen

Sí, tenemos una casa aquí en Mérida. Cuando Josué llego, le pedí que comprara un casa, que se encargará de comprar los muebles y todo, por si en algún momento la llegáramos a necesitar, la tendríamos a mano.

—Si, yo creo que es lo mejor, aquí ya huele un poco jajaja— Dijo Juan riendo

—Ese serás vos— Dijo Livia

—Sí cómo no, bueno, te dejamos, cuídate, y no te escapes, no te quiero buscar— Dijo Juan agarrándome de la mano

—Sí, sí, está bien, tengan mucho cuidado por favor— Dije

—No te preocupes, vamos a estar bien, bueno ellas, por qué yo siempre estoy bien— Dijo sonriendo

—Y nosotros donde nos vamos a quedar Alex, la casa fue destruida, no podemos quedarnos en ese lugar— Dijo Raquel

—Nos podemos quedar en un hotel Raquel— Dijo Roberto

—No claro que no, yo jamás me quedaría en un hotel, Alex, escuchaste eso, que vergüenza que vean a Raquel Lombardo en un hotel— Dijo agarrando del brazo a Alex

—Raquel, por favor, solo ve a un hotel con Roberto, toda tu vida te la has pasas en hoteles, no habría ninguna diferencia

—Si, pero no quiero quedarme en un hotel esta vez, Alex por favor

—Se pueden quedar en nuestra casa— Dije

—Encerio?— Pregunta Raquel

—Si, no hay problema— Dije

—Esta bien, y ni creas que te voy a agradecer, es lo menos que puedes hacer, después de que destruiste nuestra casa— Dijo Raquel mirandome

—Muchas gracias, por dejar que nos quedemos en su casa, no le hagan caso a Raquel, ella es asi

—Juan, llévalos por favor

—Ok— Dijo Juan sonando un poco incómodo

No sabía si era buena idea dejar que se quedarán en la casa, pero bueno, ojalá no haya broncas.

Yo me quedé con Alex, el se sentó al lado mío, mientras yo seguía mirando las noticias.

—Por qué no descansas un rato, te va a hacer bien— Dijo Alex

—Lo que menos tengo en este momento, es sueño, cómo voy a dormir con tremendo problema encima, eso es imposible— Exprese

—Si te puedo ayudar en algo, solo dímelo— Dijo agarrando mí mano

—Ayúdame manteniéndote, y manteniendo a tu hermana, con vida, y de paso a tu cuñado, claro si se puede— Dije mirándolo a los ojos

—Claro que se puede, por Raquel y Roberto no te preocupes, ellos van a estar bien, y sobre eso, no era necesario que los mandaras a tu casa

—Na, tranquilo, eso es lo de menos, ellos van a estar más seguros ahí, que en cualquier otro lugar. Javier ya te debió de haber investigado, ya sabe que tienes familia, sabe sus nombres, etc, etc, ese tipo es de cuidado

—Por cierto, Maria, donde está mí madre

—Esta en un lugar seguro, no te preocupes, en unos días la van a traer

*Tocan la puerta*

—Señorita, permiso— Dijo Josué entrando a la habitación

—Dime Josué

—La nueva casa de seguridad ya fue comprada, con un total de 300 millones de peso

—Ish, está bien, gracias Josué

—No hay de que señorita

—Ahora solo quedaría comprar los muebles— Dije

—Si quiere, yo me encargo de comprar los muebles

—Mmm, no, no te preocupes, eso lo vamos a hacer con las chicas, para que luego no se anden quejando del color, de la madera, que se yo

—Como diga señorita, voy a estar afuera por si me necesita

—Te puedes ir a la casa Josué, ve y descansa, no es necesario que te quedes

—Mi deber es cuidarla señorita, no puedo irme

—No va a pasar nada Josué, ve a descansar

—¿Segura señorita?

—Sí, segura, además, que me podría pasar estando en el hospital

—De todos modos señorita, voy a llamar a Mateo para que venga y los acompañe

—Esta bien, si con eso vas a estar más tranquilo

—Sí, voy a estar más tranquilo con eso, permiso— Dijo Josué saliendo de la habitación

—¿Vos no te vas a ir a descansar?— Le pregunté a Alex

—Como me voy a ir, si mí esposa está hospitalizada— Dijo miránda a Maria a los ojos

No sé por qué, pero me le quede viendo a los ojos y no pude evitar soltar una sonrisa. Eso nunca me avía pasado con alguien, no sé que me estaba pasando.