UNA MISTERIOSA LATINA

(Alessio)

Me quedo en la mesa junto a mi familia, en total silencio, no sé que es lo que siento en este momento; Ella, me llamó Alessandro, Y después de eso; solo me dijo. "Lo siento Alessio te confundí", trataré de memorizar tu nombre. ¡¡Me confundió!! y si eso fuera poco me rechazo, ¡¡no quiso bailar conmigo!!

Como es posible, que una mujer me diga eso a mí.

Que acaso está loca, acaso está ciega... O es que tiene otros gustos, yo soy el hombre más deseado de Italia; pero ella me ignoro todo el tiempo y al final me rechazo.

—¿De donde sacaste a esa Mujer?.—Le pregunto a mí Papá, mientras el está riendo comentando algo con Alonzzo, Y yo solo tengo ganas de salir corriendo a alcanzarla y decirle, que no se crea que es la única en el mundo y que hay miles esperando a que Alessio Ferreira las invite a bailar...

—Alessio, parece que Gracia te cayó muy bien.—Me dice Papá, sin contestar mi pregunta.

—Queee, por supuesto que no, esa mujer me cayó mal, demasiado mal y me alegro de que, trabaje con Alonzzo así no tengo que soportarla todos los días, ahora con el permiso de todos me retiro, tengo algunas personas que deseo saludar y después dejaré el salón.—Es lo último que digo levantándome a despedirme de todos...

Saludo a unas cuantas personas, incluyendo a Antonella que una vez más me busco para coquetear, así que ni modo dice el dicho "es mejor lo viejo conocido".

Dejo que Antonella se salga con el gusto, de salir conmigo de la gala; y que sea ella quien salga en las noticias el día de mañana.

Y más lo hago porque debo sacar de mis pensamientos, a Gracia Castillo.

Llegamos a la habitación presidencial del Holiday Venecia.

Antonella no cabe en la habitación, por su exagerado contoneo de caderas al caminar, sé que se siente en el estado máximo de superioridad, cree que es la mujer más bella de Italia, por la única razón de haber salido conmigo de la gala.

Sin embargo, la mujer más bella de Italia no es Italiana es Latina, y no sólo es la mujer más bella de Italia, es la más bella de la galaxia misma; pero me rechazo, me rechazo descaradamente y eso le va costar muy caro a la susodicha; yo haré que pague por haberme rechazado.

Mientras Antonella entra al baño de mi habitación en el hotel, me quedo sentado en el sillón que está frente a la cama y lo único que hago es pensar en esos hermosos ojos de oro, que me dejaron en un hechizo total.

Me quedo viendo la cama, esa cama donde han estado cientos de mujeres diferentes, todas bellas pero ninguna como ella, veo las sábanas blancas de seda y solo me la puedo imaginar a ella desnuda sobre esas sábanas y bajo mi piel, imagino su cuerpo, hecho uno solo con el mio, imagino sus labios, sus preciosos labios pegados a los míos, y su voz seductora gritando que desea más de mí.

Suspiro profundo, es que no puede ser... quien es esta misteriosa mujer...

Tengo que averiguar cuál es su magia.

En este momento, sale Antonella del cuarto de baño, con una diminuta lencería caminando, seductora y provocativamente, su cabello rubio alisado siempre me habia encantado, sobre todo porque es largo y puedo enrollarlo en mi mano a la hora de tenerla debajo de mi.

Pero por bella que sea Antonella, no es a ella a quien deseo, y no haré eso, no estaré con una mujer deseando a otra, yo no puedo hacer eso, eso no va conmigo, si es cierto que soy un mujeriego, es cierto que tengo muchas amigas con veneficios, a las que las hago disfrutar de mi, pero lo hago pensando en ellas, no porque las ame, eso no; sinceramente no se que es amar a una mujer, lo que me gusta es verlas disfrutar de lo que yo les hago.

Pero no así.

No puedo estar con alguien deseando a otra, no puedo...

—Vístete Antonella, recordé que tengo algo importante que hacer, llamaré al chófer que te lleve a tu departamento. —Le digo mientras veo como su cara de mujer seductora sé convierte en la cara fúrica de una mujer rechazada.

—Tú no puedes hacerme esto, Alessio, tú no vas a rechazarme a mi, mírame soy justo lo que necesitas, mírame Alessio o es que ya no te gusta mi cuerpo.— Me dice Antonella sentándose en mí y poniéndome sus enormes pechos en mi cara, y haciendo esos movimientos que en otro momento me harían devorarla como hombre ambriento, pero no es ella lo que se me apetece.

Antonella trata de besarme y quiero ceder; pero cierro los ojos y pienso en esos increíbles ojos de miel.

Con cuidado levanto a Antonella y le digo.

—Lo siento; pero no puedo quedarme, si quieres quédate aquí y duerme en esta habitación, yo tengo que irme... lo siento.

—Llévame a tu apartamento, allí estarás más relajado, te haré disfrutar Alessio, tú sabes que puedes hacer conmigo lo que quieras querido…—Me dice suplicante.

—No, jamás he llevado a ninguna mujer a mí apartamento, para eso tengo esta habitación, mi apartamento es sagrado y te lo he dicho muchas veces ya...— Le digo tajante.

— Bueno entonces quédate conmigo Alessio, soy lo que necesitas, solo relájate...

—Lo siento Antonella, ya te dije puedes quedarte tú, puedes pedir servicio a la habitación si quieres; yo me voy.

Salgo del hotel, directo a mi apartamento, antes le llamo a Ángelo, para pedirle la dirección a donde llevo a culpable de mi mala noche.

Angelo sin ningún reparo, me dice que lo lamenta; que tiene órdenes de no dar esa dirección a nadie y que no puede desobedecer a la orden y no puede traicionar a la confianza depositada en Él.

Que si quiero saberlo le llame a la misma Gracia, porque ni siquiera mi Padre sabe donde vive ella.

Eso me enfurece aún más, sin embargo se que Angelo es fiel y correcto en lo que hace jamás lograré que me de la dirección si no lo tiene autorizado, así que no me queda más remedio que resignarme a dormir solo.

Llego a mi apartamento y estoy furioso, jamás nadie me había hecho esto.

Ni provocado esto...

¡¡Pero que es lo que pasa!!

Que es lo que ha pasado en este evento...

Se suponía que yo estaría feliz, que me sentiría afortunado de ser el sucesor de Papá, de llevar las riendas de los negocios de toda mi familia; pero todo lo que suponía, se quedó en eso, en suposición, ya que llego una altanera que cree que es la única mujer en el mundo, y lo peor de todo es que tiene a todos encantados.

Es una engreída, insoportable, que por lo que veo piensa que no existe nadie como ella.

Y me cuesta reconocerlo; pero tiene razón, no he conocido a nadie como ella.

Jamás en mi vida, ví a una mujer tan hermosa e inteligente y con esa personalidad.

Pero, es demaciado engreída para mi.

Ni siquiera una tan sola vez se digno en sonreír para mí, lo hizo con todos, hasta con el idiota de Johel, menos conmigo.

Pero es bella la condenada, es realmente bella, tiene los ojos más hermosos que he visto en toda mi vida, y una mirada realmente impactante, su sonrisa es mágica es deslumbrante y la única sonrisa que se me ha negado a mi; la unica sonrisa que he deseado que sea para mi, solamente para mi...