EN OTRA PIEL.

Javier se sentía apenado por lo que había hecho el día anterior, y sí a eso le sumaba que su esposa estaba enojado con él. Debía buscar la manera de disculparse con su hija.

_ Hija, yo te llevaré.- se ofreció Javier.

_ No gracias, si no les molesta quisiera irme sola.- le contestó violeta.

_ Hija, por favor debemos hablar.- insistió él.

_ Si tan solo hubieses pensado igual ayer.- dijo ella antes de levantarse e irse.

Margaret miró con enojo a su esposo.

Juan ve y lleva a tu hermana.- le ordeno Margaret a su hijo mayor. Tu Diego acompáñalo.

Juan y Diego obedecieron sin protestar, pues sabían que su madre lo que quería era quedar a solas con su esposo.

_ Te diré esto una sola vez, así que escucha con atención, no vuelvas a hablarle a mi hija de esa manera Javier, porque te juro que te sacaré todos los diente, no sé con qué derecho le dices eso, o a caso olvidas todo lo que hicimos cuando ella tenía su edad.- Margaret está enojada.

Cariño lo siento, sé que cometí un error, los celos de imaginar a mi hija.- Javier guardó silencio, pues aún le costaba aceptar que su hija ya no era una niña. De verdad lo siento.

_ No es conmigo con quien debes disculparte.- Margaret se levantó y lo dejo solo.

Javier estuvo meditando un largo rato, pues sabia que su reacción había sido exagerada, ahora lo que necesitaba era que su hija lo disculpara.

_ Qué idiota, lo único que debía hacer era darte mi apoyo, lo siento tanto, princesa.- se dijo a sí mismo.

Después de estar solo un rato más en el comedor, Javier se levantó y salió rumbo a su trabajo.

                                                                            …

                                                                     MANUEL.

Todos estos días han sido un completo desastre, todo me ha salido mal, todo por estar pensando en quién no debo.

Después de pasar días pensando que hacer, decidí en ir a ver a Violeta, así sea de lejos, iría después de salir de clase. Cuando el profesor dio aviso que la clase había terminado, empecé a empacar mis cosas.

_ Tienes prisa.- escuché que me hablaron.

Al voltearme me encontré con la mirada de Catalina.

_ Un poco.- le respondí sin dejar de empacar.

_ Que harás.- me pregunto.

Un encargo de mi padre.- le respondí.- te veo mañana.

Salí casi corriendo, de lo contrario ella seguiría con sus preguntas, sé que estoy haciendo las cosas de manera incorrecta, pero de verdad aún no tengo claros mis sentimientos, Catalina es una hermosa mujer, no lo digo solo por su físico, sino por sus sentimientos, así que no quiero lastimarla.

Pero también está Violeta, que aunque es prácticamente una aparecida en mi vida, se ha adueñado de mis pensamientos.

Por eso debo verla y averiguar que estos que siento, durante el camino a su escuela me sentí nervioso y muy ansioso, mi padre me contó que había regresado a clase, pero que había ocurrido un problema, él no me quiso dar detalle, y yo tampoco quise indagar más.

Al llegar, veo que ya estaban saliendo, así que me parquee a una distancia prudente y observe con atención.

Unos minutos después la vi salir, se veía tan hermosa como siempre, ella de verdad que era una maravillosa de mujer, cualquier hombre se deleitaría con su presencia.

Sin darme cuenta estaba sonriendo, de verdad verla me hacía feliz, pero esa sonrisa se borró cuando vi que un tipo se acercó a ella.

_ Quién es ese imbécil.- susurre apretando mis dientes.

El muy estúpido acaricio su mejilla, cosa que me hizo apretara el volante, quería bajar y partirle la mano, no quería que nadie la tocara.

                                                                   …

Violeta había tenido un día de escuela tranquilo, Eduardo no había, asistido a la escuela, cosa que la alegro, porque así no tendría que verle la cara.

Aunque Brenda no perdía oportunidad de molestarla, pero la diferencia esta vez era que ella se defendería sin importar qué.

Al salir de clase, ella se dirigió a la salida, Juan había quedo de pasar por ella, así que dispuso a esperarlo.

_ Hola Violeta.- le dijo Eduardo.

Ella no le respondió, solo lo ignoró.

_ Violeta podemos hablar.- volvió a hablar el chico acercándose a ella.

Violeta siguió en silencio, pues aún se le aceleraba el corazón al tenerlo cerca “estúpido sentimiento” pensó ella. Eduardo se acercó tanto a ella, qué solos los separaba un par de centímetro, él acarició la mejilla de ella.

_ Violeta, lo siento.- le dijo.

Esas palabras la hicieron regresar a la realidad, esa realidad en la que él se había burlado del amor que ella le tenía. Violeta quito la mano de Eduardo de su rostro de manera brusca.

_ No te atrevas a volver a tocarme.- ella lo miro directo a los ojos.

_ Lo siento, de verdad lo siento.- repitió él.

_ Esas palabras no sirven de nada, así que no las digas, ahora mantén tu distancia.- la voz de violeta estaba cargada de resentimiento.

Ella se giró para alejarse de él, pero este corrió y la abrazo por la espalda.

_ Violeta, yo te amo, no sabes como me duele, lo que hice, tarde me di cuenta del daño que te había hecho, sé que es difícil, pero podrías darme una oportunidad.- le dijo él.

Todos sus compañeros, estaban viendo la escena, y entre ellos estaba Manuel, quien no aguanto las ganas y bajo de su coche.

No me hagas reír Eduardo, de verdad piensas que lo que me hiciste es algo que puedo dejar pasar.- Violeta se soltó de su agarre. Haber te recuerdo, que fuiste tú quien me grabo mientas teníamos intimida y después la divulgo a cambio de dinero, de verdad crees que después de eso podría darte una oportunidad.

Manuel se tensó al escuchar a Violeta, ella se había acostado con él, el enojo se hizo presentan y sin pensarlo, se acercó a ella y la tomo de la mano y alejo de Eduardo.

_ No te vuelvas a acercar a mi chica.- dijo con voz amenazante.

Violeta estaba en completo shock, siendo incapaz de articular palabra.