El está enamorado de su mejor amiga. Ella está a punto de casarse. El día de su boda tiene un accidente y "muere" un año después el se encuentra con una chica que es idéntica a ella.
¿Será la misma mujer o una prima lejada muy parecida.?
NovelToon tiene autorización de Regina Cruz C. para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Te elijo.
Terminamos viniendonos el uno en el otro y yo quise más. Aún no me sentía satisfecha. Quería sentirlo de nuevo.
— Por favor sigamos.
— Sabía que te gustaría. — Sonrió y empezó a moverse de nuevo, luego se levantó conmigo en brazos y me pegó contra la pared. Se ayudó de ella para darme en**stidas más fuertes.
— Más. Por favor dame más. — Suplicaba, ésa sensación era algo increíble, no se cómo me iba a morir sin probar está delicia.
— Te amo.
— También yo. — Nos vinimos juntos y me sentí plena.
— ¿Quieres más.? — Preguntó con una sonrisa.
— Si pero en la casa. — Me puse las bragas y salí del baño, unos minutos después salió el.
— ¿Te gustó.? — No se ni para que me preguntó. ¿Acaso no vio mi en mi rostro lo mucho que estaba disfrutando.?
— Fue de lo mejor. — Aunque nada de compará con mi primera vez, fue dolorosa pero esa vez sentí mucho amor, creo que es por eso que me gustó tanto.
— Podemos repetirlo algún día.
— No sé. Tal vez si, tal vez no. — Sonreí y volvimos a la casa. Llegamos directo a dormir, me acosté en su brazo, ya se me hizo costumbre.
— Dijiste que querías más aquí.
— Tengo sueño.
— Eres muy dormilona.
— Lo se. — El se colocó sobre mi y empezó a desnudarme. — Amor estoy cansada.
— Esto te quitará el cansancio. — Me dejó cómo Dios me trajo al mundo y se metió entre mis piernas.
— Aaaaa, aaamm. — Gemí y empecé a mover mis caderas, se sentía más increíble si lo hacía. El aumentó el ritmo de sus en**stidas y me sentí en la gloria. — Aaaaaaaa, AAAAA. — Ya no eran gemidos, ahora eran gritos de placer. Nicolás sabe cómo volverme loca, sabe cómo llevarme a mi límite. Casi estaba en el cuando paró. — ¿Porqué te detienes.? Sigue por favor.
— No.
— ¿Porqué.?
— No quiero que termine tan rápido.
— Me hiciste perder un orgasmo.
— Te haré sentir uno muy increíble. — Se empezó a mover más y más, y yo le ayudé moviendo mis caderas. Nos vinimos juntos y en verdad fue un orgasmo increíble.
— Te amo. — Uni mis labios a los de el. — No pensé que en tan poco tiempo podría amar a alguien cómo te amo a ti. — Volví a besarlo y el me giró poniéndome en cuatro, me dió en**stidas increíblemente fuertes. — AAAA, AAAAAAAA. — Seguí gritando de placer hasta que nos vinimos juntos.
El salió de mi y nos acostamos en la cama, yo empecé a quedarme dormida.
— Eres muy especial para mí Cristina. Creó que también me estoy enamorado de tí.
No sé si soñé eso o realmente lo dijo. Creó que lo soñé, ¿porqué me diría eso.? Si el me ama desde antes de casarnos.
Al día siguiente me levanté temprano para bañarme e ir al trabajo.
— ¿A dónde vas tan temprano.? — Me Preguntó el cuándo salí del baño.
— A mí trabajo. Después iré a la escuela y también quiero ver a mis padres.
— No quiero que trabajes.
— ¿Qué.? — Eso me había sorprendido.
— Pensé que habías renunciado. No te visto ir desde que nos casamos.
— Pedí unos días libres. Pero no renuncié. Quiero seguir en el.
— No quiero que vayas. Por favor.
— Lo siento si te molesta, pero de todos modos iré.
— Cristina. — Sonó enojado.
— No digas mi nombre en ese tono. No me gusta.
— Si no te gusta has lo que te digo.
— No. No quiero. Mi trabajo me gusta mucho y no lo voy a dejar. — Terminé de peinarme y antes de tomar mi mochila el me la arrebató. Intenté quitarsela pero tiene brazos largos y yo piernas un poco cortas. — Dame éso Nicolás, no tengo tiempo de jugar contigo.
— Yo tengo muchas ganas de jugar contigo. — Me empujó a la cama y se puso sobre mi.
— Nicolás.
— Shhhh. — Puso su dedo sobre mis labios. — No me gusta que uses pantalones. — Empezó a bajarlos.
— Amor tengo que... — Sentí su lengua entre mis piernas. Eso me hizo temblar. Y al mismo tiempo relajarme y llenarme de placer.
— Tienes el mejor sabor que he probado. — Siguió dándome placer hasta que me vine en su boca. El se colocó entre mis piernas y me en**stio. Ojalá no me estuviera cuidando, así ya estaría embarazada. Me hace mucha ilusión tener un bebé con el.
— AAA. AAAA. — No pude parar de gemir. — Más por favor. Más. — Suplicaba. El se detuvo un momento. ¿Qué pasa.?
— Si vuelves al trabajo no tendremos intimidad por un buen tiempo.
— ¿Qué.? No hablas enserio.
— Decide. Es ésto o tú trabajo.
— No se vale. Amo hacer amabas cosas. ¿Cómo podría elegir.?
— Elige. — Me estaba obligando a responder.
— No me gusta que me amenaces. — Dije enojada.
— Tampoco me gusta hacerlo. Pero te quiero sólo para mí.
— Don José no me va hacer nada.
— A esa tienda van muchos tipos. Ellos son los que me preocupan.
— Eres muy celoso.
— Tú eres mía. Jamás permitiré que te aparten de mi lado.
— ¿Cómo podría.? Yo sólo te amó a ti.
— Pero más adelante puedes amar a alguien más. Y no voy a permitir que eso pasé.
— Amor no me hagas renunciar. Te prometo que todo va estar bien. ¿Si.?
Empezó a salir de mi.
— ¿Qué haces.? — Lo jale un poco.
— Elige. ¿Tú trabajó o yo.?
— Eres malo.
— No lo soy. Por favor dame una respuesta.
Lo pensé y llegué a la conclusión más acertada.
— Te amo. Claro que te elijo. Por favor sigue. — El sonrió con satisfacción y me dió placer hasta dejarme satisfecha. — ¿A la escuela si puedo ir verdad.?
— Si pero en el día. Haré que te cambien de turno.
— ¿Me quieres toda la noche para ti.? — Sonreí.
— Así es. — Se colocó sobre mi de nuevo. — Toda, toda la noche. — Se metió entre mis piernas. — Ésto es lo que quiero hacerte toda la noche. — Empezó a moverse. Me estaba dejando sin aliento. Y con ganas de experimentar de todo con el. Absolutamente de todo.
— Aaaa. Aaaaaa. Te amo.
— Y yo a ti. — Me en**stio más duro. Ésto en verdad no lo cambió por nada. No podría estar más de tres días sin hacer el amor con el.