Al Diablo Tus Reglas

Guadalupe

Voy riendo ante lo que le hice, bien merecido se lo tiene, ¿Será que no puede ser más cortés al hablar? Si habla es para imponer reglas y pavadas...

Es tan molesto pero hacerle la vida imposible será divertido, al menos podré intentar que deje de ser tan estirado o hacer que me trate mejor.

Me cambio de ropa y me tiro a la cama a esperar que sea la hora de la cena. Brandon entra furioso, empapado de pies a cabeza, ya no queda nada de su perfecto peinado y no puedo contener la risa. Lo que hace a continuación no me lo esperaba.

Pone seguro en la puerta y se quita su ropa arrojandola al suelo, primero el saco de su traje, su corbata, camisa, afloja su cinturón, desprende su pantalón y ya mi risa se fue lejos. Estoy inmóvil, no se que pretende pero estoy encerrada con él que está apenas con un bóxer Calvin Klein de color gris frente a mi. Pone una sonrisa y creo que es menos aterrador serio

-¿*Ya no te divierte? Ya no ríes

-¿Que haces? Necesito salir de la habitación y tú cambiarte, con permiso*- me paré y fui hacia la puerta y se acercó más a mi

-¿*Estás apurada?

-¿A que estás jugando? Esto no es divertido

-¿Te pongo nerviosa*?- acortó la cercanía y puso sus brazos a los lados de mi cabeza, su respiración estaba mezclándose con la mía; por un momento creí que me besaría.

-*Ya no eres tan ruda ni tan divertida así ¿Cierto?, no juegues conmigo porque yo también se hacerlo

-Ya entendí, no me provoques entonces. Deja de decir estupideces cada vez que abres la boca, te crees que por tener dinero puedes tratar mal a todo el mundo y que por ser millonario eres mejor que los demás pero déjame decirte una cosa "Yo no nací en una puta cuna de oro y tu dinero no te hace mejor que nadie, solo eres un estúpido con aires de grandeza y si no tuvieras tu fortuna ni siquiera una mujer se acercaría a ti*"- lo empujé, quité el seguro y salí de la habitación

Ahora me amenaza, no sabe con quién habla. Que no se le haga costumbre éste tipo de cosas porque la próxima le pegare y así se le quitará lo arrogante y la estupidez

Llegué a la cocina y Chris estaba sirviendo la comida, el aroma era delicioso y por un momento me sentí en casa.

-*Esto luce delicioso Chris, muchas gracias

-De nada niña, es un placer cocinar para ti

-Ve a descansar, luces agotado yo limpiare luego no te preocupes

-Tu no tienes que limpiar, eres la señora de ésta casa

-Por lavar un plato no se me caerán las uñas descuida. Ve a descansar, yo me ocupo de llamar al ogro y mañana te cuento cuánto me gritó por el menú qué elegí

-Gracias niña buenas noches

-Que descanses Chris, te quiero*- le di un beso en la mejilla y se fue

Me dirigí a la habitación a llamar a mi amargado esposo para que venga a cenar, me puse seria para que no sospeche de mi

-Vamos a cenar, ya está lista la comida- Fuimos juntos al comedor y fui a buscar los platos- cierra los ojos

-¿*Que significa esto?

-Pedi éste menú, espero que no te moleste

-¿Estás bromeando*?- negué- *Le pediré a Christopher que cocine algo para mí

-No lo harás, lo mandé a descansar

-No comeré esto

-Te quedarás con hambre o cocinaras algo*

Yo empecé a comer bajo su atenta mirada de odio, no pude evitar saborear cada bocado, todo era súper delicioso. Él comenzó a comer poco a poco, el primer bocado se lo llevó a la boca con desconfianza, incluso abrió la hamburguesa para ver qué es lo que tenía dentro. Insoportable hasta cuándo come.

-Buen provecho- dije cuando acabé toda la comida de mi plato

-¿*No sé supone que todas las mujeres comen ensalada?

-Con las que tú sales si, yo no pienso morir de hambre*

El dejó de comer luego y llevó su plato a la cocina donde se sorprendió

-¿*Que haces?

-Lavo los platos ¿Acaso estás ciego?

-Eso no te corresponde, hay servidumbre para las tareas del hogar

-No me importa, no perderé una uña ni nada por lavar un plato ni dos ni tres*

Cuando terminé fuimos juntos a dormir y gracias a Dios no volvió a abrir la boca. Desperté y él ya no estaba.