La Luz De Mi Luna.

Su madre me miró y me abrazo.

- Amaris, te ves hermosa cariño, ¿cómo estás?.

- Bien gracias.

- Mamá, le duelen las piernas, decía Cristel.

Me miró asustada.

- Estoy bien.

Creo que Cristel le daba detalles por telepatía.

Ella sonrió y se marchó.

- Siéntate cariño, decía Cristel.

- Estoy bien

La mamá de Leltxu regreso y me entrego una pastilla.

- Tómala cariño, esto te va ayudar.

- Gracias.Por favor no lo regañe, el no tiene la culpa de que mi cuerpo sea débil.

Ellas se reían.

- Vez como lo ama madre, decía Cristel.

Su mamá me abrazo.

- Eres como una hija para mí cariño, me agrada tanto que ames a mi bebé.

No te preocupes, no lo voy a regañar solo le diré que si quiere a su luna entera que no te rompa.

Nos reíamos.

Leltxu y su padre entraban al comedor.

Su padre se servía una copa, el se miraba serio y algo molesto.

- Amor, te presento a mi padre, decía el nervioso.

Yo me levanté y le extendió la mano.

- Mucho gusto señor Worms.

- Es un placer por fin conocerte, decía serio.

- Vamos a sentarnos, ya nos van a servir la cena, decía la madre de Leltxu.

Leltxu se sentó a mi lado y tomó mi mano bajo la mesa.

Mientras cenamos su padre me miró.

- Pensé que ya la habías marcado, decía molesto.

- Papá, por favor.

- Estamos cenando cariño, decía su esposa.

- Ahora entiendo por qué se están revelando los agricultores.

- Sabes que esto va a poner en riesgo toda la empresa.

- ¡Yo creo que no!.

Su papá golpeó la mesa

- ¡Leltxu deja de comportarte como un idiota!, le gritó.

Su madre se levantó y coloco la mano en la mejilla de su esposo.

- ¡Mírame!, el no quería mirarla. ¡Ahora es una orden!, le gritó.

El la miró.

- Deja de molestar, por favor amor.

El cambio su rostro y ella lo besó.

- Disculpame Amaris, decía el señor.

- Se que le preocupa el bienestar de la manada señor, se que su hijo no quiere marcarme, lamento mucho que la diosa de la luna me escogiera para su hijo pero no puedo evitar ser humana.

El comenzó a reír.

- Te dije que era graciosa, decía Cristel.

- Tengo varios proyectos sobre los productos que elaboran los aldeanos, creo que si me dejan hablar con ellos podría interesarles, ellos tendrían grandes ganancias y su empresa también .

Se perfectamente que necesito ser marcada para ser respetada, pero yo no les voy hablar como una luna, si no como una empresaria que está interesada en sus productos.

Se que la manada quiere que el elija a una loba, lamento decirle que eso no lo voy aceptar, tal vez no sea una lobo, pero no me gusta compartir a mi pareja, dije sería.

El miró a Leltxu y sonrió.

- Sabes que ella va a ser de ti lo que quiera, como lo hace tu madre conmigo.

- Sí, decía mirándome y besando mi mano.

- Me agradas Amaris, pues te deseo suerte con tus proyectos, yo hablaré con los viejos de la manada, espero no tengas que compartir a tu pareja.

- Gracias señor. Otra cosa, lo perdono por lo que le hizo a mi padre.

El me miró sorprendido, bebió su copa y me miró con tristeza.

- Me arrepiento mucho de la manera que actúe con tu padre, perdoname pero ya perdí a mi hermano por culpa de una humana y a mi hijo.

- Lo entiendo, solo que no debería de juzgar a las personas sin antes conocerlas, yo sé que mi padre es el único culpable de sus acciones pero creo que si usted le hubiera dado una oportunidad tal vez las circunstancias serían diferentes.

- Tal vez, espero que tú me des una oportunidad.

- Claro que se la estoy dando señor, estoy aquí, hablando con usted por qué me interesa conocerlo y que usted me conozca, muchos me hablan de usted como un hombre autoritario y frío, pero creo que lo entiendo, tanta responsabilidad y la perdida de su hermano Jeant lo volvió desconfiado.

Lamento lo de su hermano.

El me miró asombrado, no pensó que yo supiera lo de su hermano.

- Estuve estudiando estos dos meses sobre la descendencia de Lycaon, sobre usted y sus hermanos, se que el amo a una hermosa mujer humana, pero al marcarla ella no soporto el dolor y murió al instante. Su dolor fue tanto que se convirtió en un lobo salvaje y acabo con parte de su manada, así que su gente le pedía que lo matará pero usted en secreto lo tuvo encerrado atrás de su mansión por más de 200 años, tambien que el día que su manada se enteró puso en riesgo la posición de su familia y casi pierde su empresa, conozco bien la historia de las Mate humanas y de su relación con su familia.

- ¡Vaya, vaya!, decía el mirándome con una sonrisa. Así que sabes todo, bebía su trago.

- ¡No se te ocurra papá!, decía Leltxu

- Tiene que saberlo, decía Cristel.

Yo mire a cristel confundida.

- ¿Qué tengo que saber?

Su mamá lloraba.

- Por todo el daño que causamos siglos atrás, fuimos maldecidos de nuevo por el, nuestro hijo primogénito muere a la edad de 10 años, sabías que el hombre que está a tu lado no es el niño que se enamoró de ti, si no que el es su gemelo.

Yo mire asombrada a Leltxu.

- Si, mi hijo murió a la edad de diez años porque su luna lo había rechazado.

- ¡Pero Leltxu!, ¿tu y yo?, ¡entonces ésto!, grite.

- Amor hablaremos en la casa.

Yo me levanté enojada.

- Gracias por la cena.

Leltxu comenzó a discutir con su padre.

Salí de la mansión alterada, pensaba por qué el y su madre no pudieron decirme, acaso Irina lo sabía y que hay de Walter, entonces yo soy culpable de su muerte, yo mate a un niño de 10 años, mi mente comenzó a girar y de pronto me desmaye.