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" Mi Sucesor, Mí Verdugo"

" Mi Sucesor, Mí Verdugo"

Status: En proceso
Genre:Mujer poderosa
Popularitas:46.3k
Nilai: 5
nombre de autor: Alicia Cardinali

Desde un balcón teñido de rojo, una mujer observa el mundo con la certeza de quien ya lo domina.
No necesita tronos ni coronas. Su reino se construye con secretos, lealtades quebradas y pactos sin retorno.
Quien cruza su camino no sale ileso. Porque esta no es una historia de amor, sino de tentación, herencia y cicatrices que arden en silencio.
En un imperio tejido de sombras, el amor es una debilidad.
La venganza, un motor.
Y el poder… siempre cobra su precio.

NovelToon tiene autorización de Alicia Cardinali para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

CAPITULO 11:"El archivo de los elegidos".

El día pasó con normalidad. 

Se levantó y desayunó.

Le pareció extraño no ver a nadie en la mansión.

Solo, en el escritorio del despacho.

Una nota.

"Abocate a transcribir todo en código las carpetas que están en la esquina de la computadora".

Los códigos le habían sido entregados el día que recibió el reloj en el motel. Comenzó con su trabajo, sin distracción y metódicamente.

A determinada hora la mujer del servicio le traía algo para pasar la mañana y avisarle para almorzar.

Cuando estaba en el comedor, preguntó al mayordomo por la señora.

— Es día jueves, ella se va temprano y regresa a veces muy tarde.

Esto le intrigó; él en estos días había observado que ella no salía normalmente. Después de recibir esa respuesta, solo se vuelve al despacho a terminar su trabajo.

Una vez que termina, comienza a observar todo su entorno. Y algo le llama la atención.

Encuentra una habitación oculta. Dentro de la biblioteca 

Y lo que ve ahí lo marca: "Una galería de rostros".

Nombres, fechas, hombres y mujeres jóvenes como él, todos con una misma etiqueta escrita en tinta negra sobre la foto: “No apto”, “Doble traición”, “Desaparecido”, “Eliminado”.

Él descubre que no es el primero en estar bajo observación, entrenamiento y manipulación dentro de la mansión.  

Allí, en una esquina, hay una foto suya. Vacía. Sin marca. Pero con una nota distinta escrita a mano: 

—"Este, sí puede destruirme o superarme. "Vigilar".

Cuándo de repente escucha "pasos".

Cierra el lugar; no podía quedarse a estudiar, minuciosamente todo. Volvería por la noche.

Vuelve al despacho y se sienta en la silla, haciendo que estaba acomodando todo. 

Era la mucama, que le avisaba que la cena estaba y lo estaban esperando. Diligente y apresurado, dejó todo en orden.

Retirándose al comedor.

Observa cómo ellas lo aguardaban. Él se disculpa por la tardanza. Toma asiento donde el mayordomo le indica.

La tensión se respira en el ambiente, sin una sola palabra, solo elocuentes silencios, miradas cargadas de historia, poder y advertencia. 

La cena, más que un acto social, se convierte en un tablero donde cada gesto es una jugada oculta: 

— La larga mesa de roble oscuro se extiende como una línea divisoria. Sobre ella, los platos están servidos con una precisión impecable, pero casi nadie come. 

Los tres están sentados. Cada una en una punta estratégica. Como si la geometría de la mesa fuera parte del juego.

Ella preside el centro, en la cabecera. 

Lleva un vestido negro de seda que absorbe la luz. 

Su cuello erguido, su espalda recta, sus ojos fríos recorren el lugar. 

No necesita hablar para dominarlo todo. 

Parte lentamente el pan con las manos enguantadas. 

No mira a nadie. Solo escucha el silencio.

A su izquierda, él —Iker—. Impecable en su camisa blanca, con los puños de la camisa sin abrochar del todo. Su mirada se mantiene baja por momentos, pero cada tanto se alza y choca con la de la mujer. 

Un breve cruce de acero. Luego vuelve a bajar la vista. Juega con el cuchillo, trazando líneas sobre la madera de la mesa. Inconsciente. O no.

Frente a él, —la nieta—. Con un vestido borgoña, elegante pero sin ostentar. Su cabello está recogido con presión y delicadeza.

Casi no parpadea. Sus ojos, afilados como una daga, van de él a su abuela, y de su abuela a él. 

Una esquina de su boca parece estar a punto de curvarse, pero no lo hace. Se detiene antes de que la sonrisa se vuelva delatora.

Los cubiertos suenan cuando uno de ellos se mueve. 

Es Iker. Toma un sorbo de vino. 

La mujer gira apenas el rostro. Lo observa con un gesto contenido, más inquisitivo que reprobatorio. 

Él lo nota. Traga despacio.

Un leve crujido rompe el aire: el roce de las uñas de la joven sobre la copa. Ella no lo mira. Pero sabe que la están mirando. 

Deja la copa y entrelaza las manos con delicadeza. Como quien espera un disparo.

La tensión no estalla, pero se asienta. 

Como una niebla densa. Se huele. Se arrastra entre los candelabros y las sombras proyectadas en las paredes. 

Nadie dice nada. Nadie necesita decir nada. Pero todos saben que algo se está gestando. 

Y que después de esa cena… ya nada será igual.

En la noche, ya instalado en su habitación, decide recorrer sus pasillos como quien mide un enemigo invisible. 

La casa, aunque silenciosa, parece viva. 

Cruza una puerta vieja, semioculta tras una estantería de libros falsos en la biblioteca. 

Que en la tarde había descubierto. Necesitaba saber todo lo que ahí existía.

Al empujarla, un pasillo angosto lo lleva a un cuarto archivado, sin ventanas, con olor a humedad y cuero viejo.

Ahí, en las paredes, fotos y fichas, que no tuvo la oportunidad de ver con detenimiento. Algunos nombres los recuerda de rumores. Otros, de desapariciones sin explicación. 

Todos fueron “candidatos”. Y entre las fichas, notas con caligrafía firme y obsesiva. Evaluaciones psicológicas, seguimientos, transcripciones de grabaciones. 

Al leer una, reconoce la voz de la mujer, analizando a un joven que terminó suicidándose.

Entonces, ve la suya, solo una foto reciente, clavada con una chinche plateada. 

Mientras miraba las carpetas, encuentro su expediente. Una carpeta blanca con una frase en tinta roja:

—"Este no vino por ambición, vino por hambre. "Cuidado con los que no temen perder".

En ese momento, escucha una voz detrás.

—Curioso lo que despierta la noche, ¿no?

Es la nieta.

No lo delató. Solo sonríe.—¿Quieres saber cuántos cadáveres construyeron esta casa? Yo también. Por eso me quedé.

Ella no lo guía, pero lo acompaña. Solo le marca que su abuela lo considera su posible igual o amenaza.

Y así, como apareció, se retiró, dejándolo con más preguntas sin respuestas.

Decide retirarse antes de alertar a alguien más.

Se retira a su habitación y abre la ventana.

El viento soplaba más fuerte que la noche anterior. 

Y esto le recuerda lo acontecido en la terraza.

Esta vez, Iker llegó puntual. No hubo nota. No hubo cita. Solo una sensación interna que lo arrastró hasta ahí, como si la verdad misma lo llamara.

Al subir y abrir la puerta.

Ella ya estaba. Sentada en el muro bajo, de piedra, mirando el jardín oscuro.

—Volviste —dijo sin girarse. —Quería respuestas.—¿O querías confirmación?

Él se acercó sin decir nada. Se paró frente a ella.

—Vos sabés quién me infiltró.

Ella levantó la mirada. El cabello le rozó la mejilla por el viento, pero no lo apartó.—Sí. Lo sé. Y también sé lo que te dijeron.

Él frunció el ceño. —¿Cómo?

—Porque ellos también me buscaron a mí, Iker.  

Hace tiempo. Antes que ti. Con voz de desilusión: 

—Querían lo mismo: que me metiera, que "hiciera justicia". —"Hizo comillas con los dedos". —Pero no querían justicia. Querían información. Posiciones de poder. Romper estructuras desde adentro.

—Me dijeron que...

—¿Que podías vengarte? —interrumpió ella, con una sonrisa amarga. Claro. Es la mejor carnada para alguien como tú.

Se produce un silencio que invita a pensar.

—¿Sabés por qué no acepté? —continuó ella— Porque entendí que no les importa lo que te hicieron.  Ni tu historia. Solo les importas lo útil que puedas ser.

Y el día que dejes de servirles, te van a dejar caer.

Iker bajó la mirada. Sus palabras le dolían más de lo que quería admitir.

—¿Y vos? —preguntó, alzando la voz. ¿Qué quieres?

Ella se bajó del muro y se puso frente a él. No estaba enojada. Tampoco es desafiante. 

Estaba siendo sincera.—Quiero terminar con todo esto. Pero a mi manera.  —Decidida, — no soy parte de sus redes ni de sus juegos. Y si vos seguís atado a ellos, nunca vas a poder hacer lo que realmente viniste a hacer.

—¿Y qué se supone que es eso?

—No vengarte —dijo con firmeza. —Liberarte.

La palabra quedó flotando entre ambos como una revelación.

Con afirmación en su voz.—Te dieron una misión —agregó—, pero no te dieron libertad. Y ahora, tienes que decidir de quién quieres ser prisionero.

Iker se quedó en silencio.

Y por primera vez, supo que todo lo que lo había traído hasta allí era solo la superficie de algo mucho más profundo.

Que ahora quiere descubrir.

Continuará...

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Giovanna Vásquez Medina
Que bello capítulo ❤️ realmente la Red tiene que cambiar desde adentro como dice Alyrens con Esperanza que sea la imagen y Erick el equilibrio entre ambas !!!
Gracias 😊 querida escritora @Λlι Cαя∂ιηαlι✨ ♥️ por actualizar 😌 sigamos apoyando con me gusta publicidad comentarios y regalos ☺️🌻
Giovanna Vásquez Medina
El comienzo de un nuevo legado en la red tres jóvenes que se aman 💕 cómo hermanos Iker y Esperanza🌻 y cómo pareja ❤️ Iker y Alyrens
Gracias 😊 querida escritora @Λlι Cαя∂ιηαlι✨ ♥️ por actualizar 😌 sigamos apoyando con me gusta publicidad comentarios y regalos 🙂❤️
Giovanna Vásquez Medina
Hermoso capitulo 😍 gracias 😃 querida escritora @Λlι Cαя∂ιηαlι✨ ♥️ por actualizar 😌 sigamos apoyando con me gusta publicidad comentarios y regalos ☺️
orquídea
la unión de ellos tres harán de la red algo mejor
orquídea
ellos se encargarán de que nada se salga de control
Anonymous
Que suspenso
Delia
Espero que me sigas sorprendiendo autora. Cada capítulo te hace sentir la alegría y la preocupación de ellos. Ojalá que puedan con la carga del bebé. Felicidades autora por su lenguaje fluido y casi perfecto en la ortografía. Da gustó leer.
Delia
Al fin vamos viendo la luz de todo lo que la red a ocultado 🥺🥺🥺
🪼 βE𝕋Ť¥ 🦋
son los hijos de los hombres y mujeres que mataste
🪼 βE𝕋Ť¥ 🦋
un hombre muy astuto Renzo, al ganar voluntades y manipular mentes
🪼 βE𝕋Ť¥ 🦋
pero esa corte será los que te jusgaran aunque no lo quieras
🪼 βE𝕋Ť¥ 🦋
el es un monstruo, pero tu no eres la indicada para quitarle la vida, tu no mereces llevar eso en tus hombros
Delia
Que bello gesto y sentimiento 😍😍
Nancy Parraga
Ella lleva una carga pesada sobre sus hombros y no confiar en nadie para poder hacerlo más llevadero que complicado
Vanessa ✨
Nos daremos cuenta cuánto mal hizo ese monstruo 😭😭😭😭
Vanessa ✨
/CoolGuy//CoolGuy//CoolGuy//CoolGuy/ es tu hija HDP 🤮🤮🤮🤮🤮
Tormenta 💨💨
Se muestran el amor que los une. Y Elyrah podrá descansar después de años cargando tanto peso 🥺🥺🥺
Tormenta 💨💨
Esmeralda puede elegir quien ser. Y que horror tener adelante quien mato a tu madre yo lo mato /Cleaver//Cleaver//Cleaver//Cleaver//Cleaver/
Tormenta 💨💨
Eso les quiso mostrar.🥺
Tormenta 💨💨
Ya mata la intriga 😁😁😁
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