Él pensó que me conoció por casualidad, pero cuando me quemo en la hoguera en 1645 yo jure que volvería para vengarme de su traición. Aunque nunca imaginé terminar envuelta con 4 sugetos al mismo tiempo y uno es peor que el anterior.
NovelToon tiene autorización de yanina para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Complicando las cosas.
Joseph no podía dejar de pensar en la actitud desafiante de Thae, desde que cruzo esa puerta vio a una mujer poderosa y segura de sí misma que no le tenía miedo a nada y se lo demostró con hechos. Justo frente a sus ojos estaba su mejor hombre llorando como niña y con huesos rotos. Era claro que lo que ella decía lo cumplía y eso despertó un deseo incontrolable de tenerla únicamente para él.
- Quien diría que valdría la pena todo el tiempo transcurrido. Mi hermosa mujer es mucho más de lo que jamás imagine y eso me pone como loco. Ya deseo ver hasta donde puede llegar y conmigo a su lado sé que no tendremos límites.
Mientras tanto Thae despertaba acurrucada a Sábila quien se estiraba perezoso entre sus brazos.
- Oye Thae necesito que me prometas algo.
- No me digas que has planeado algo más para mí.
- En realidad quiero que me prometas aprovechar esta oportunidad, no te dejes llevar solo de la venganza. Sé que esa es la razón que te mantuvo con vida todos estos años, pero mírate al espejo ahora puedes hacer lo que quieras, ya no tienes que usar tu magia y pagar el precio. Ahora existen hospitales para sanar a los enfermos, laboratorios para controlar la contaminación en aguas o humanos. Ahora puedes ser tu misma y hacer lo que se te apetezca.
- Bueno tienes razón en eso, al no usar mi magia ya no tendré que pagar con mi propio cuerpo las consecuencias y todo es tan maravilloso que deseo verlo, tocarlo, saber cuan lejos puedo llegar sin tener que esconderme detrás de un árbol.
- Dime por qué ese día no te defendiste, podrías haberte liberado de esos humanos y salvado tú vida.
- No pude hacerlo, todo en mí se apagó y me sentía tan mareada y confundida que no supe que hacer, para cuando volví en sí ya estaba ardiendo y con mis últimas fuerzas lance la maldición que me traería de regreso a esta época.
- Ya veo después de todo un corazón rotó si tiene el poder de matarte.
- Supongo que sí. Gracias por esto Sábila prometo disfrutar esta segunda oportunidad.
- ¿Te volverás loca y cumplirás todos tus oscuros deseos pervertidos?
- De que hablas.
- Ya sabes, ese tal Scott y Joseph no están nada mal, que tiene de malo divertirse y jugar un poco con ellos.
- Que cosas estás diciendo.
- Yo solo digo, no te reprimas y goza de lo que siempre soñaste hacer. ¿Recuerdas ese libro que amabas? El de la reina y su harem.
- No me digas que todavía lo tienes.
- Era tu tesoro más amado.
Escucho la puerta y al ver la hora es tardísimo, salgo corriendo al baño y me alistó para ir al trabajo, no puedo tirar todo ahora que estoy tan cerca.
- Hija si quieres tomarte el día libre y salir de compras con tu madre puedes hacerlo.
- No papá, eso lo podemos hacer el dinero de semana.
- Está bien no hay mucho trabajo.
- ¿Es por ese hombre? Cuando me van a decir lo que está pasando con él y porque se ve tan interesado en mí.
- Lo discutiremos luego.
- Entonces vámonos al trabajo.
Tonia acaricia la mano de su esposo. - Salió idéntica a ti en lo testaruda.
- Yo diría que esa parte es muy parecida a ti querida.
- Cuida a nuestra hija, no permitas que otra vez no nos arrebaten a Thae, cariño.
- Eso no volverá a pasar.
En la empresa todos me miran de una manera demasiado evidente, como si quisieran preguntarme cuál es mi relación con Joseph aunque no sé animan y si lo hicieran no podría responder porque yo tampoco sé la respuesta.
Al abrir mi puerta veo un enorme ramo de rosas rojas sobre mi escritorio y junto a ellas una nota.
Cuento las horas para nuestro próximo encuentro. J.
Veo como la secretaria se asoma por la puerta y me entrega un café. - Lo trajeron a primera hora de la mañana. Son hermosas.
- Me imagino que sabes de quién son.
- No hay nadie aquí que no lo sepa, niña ten mucho mudado y no caigas en su encanto esos son los peores hombres.
- Gracias por el consejo, pero ya aprendí la lección y jamás volveré a caer por algo así de patético. Aunque si son muy bonitas y no tienen la culpa.
Las comienzo a acomodar en un jarrón con agua mientras tarareo para alargar su vida y disfrutarlas un poco más.
- Me alegra ver que si te gustó mi humilde obsequio.
Volteo asustada al escuchar esa voz ronca tan cerca de mi oído, Joseph rápidamente me sujeta de la cintura pegándome aún más a él.
- También me alegra ver que me extrañaste como yo lo hice contigo, querida.
Lo empujo lejos de mí. - Que crees que estás haciendo.
- Vengo a darle los buenos días a mi futura mujer.
- Ja ja es muy gracioso que lo digas de esa forma porque el futuro es impredecible así como nosotros o que tu estúpido deseo se haga realidad.
Joseph camina hasta mí poniéndome extremadamente nerviosa, quedando únicamente a milímetros de mi rostro, puedo sentir su caricia en mi mejilla y su aliento fresco a menta.
- Puede que no me quieras aún, pero yo sé que te gusto, que te atraigo y con eso me basta por el momento.
Su rostro se acerca aún más al mío y antes de besarme una mano lo aleja lejos de mí.
- Thae estás bien, este bastardo te hizo algo.
- ¿Scott?
- Quítame las manos de encima abogado de pacotilla.
- Scott suéltalo, no me hizo nada.
- ¿Segura?
- Si estoy bien únicamente estábamos hablando.
Ellos comienzan una batalla de miradas como dos leones peleando por la carroña, supongo que la carroña soy yo hasta que mi salvación llega.
- Thiago.
- Que está pasando aquí.
- Llévate a Scott por favor, yo estoy hablando con el señor Joseph.
Scott no duda en mirarme de una manera que no me esperaba, pero aquí es el que más va a perder si se enfrenta a Joseph, además necesito que este hombre me diga que se trae conmigo.