¿Morir así de miserable? Esta novela es una mierda. Todos son unos lunáticos.
‹El villano maldito›, era una popular novela histórica sangrienta y con un romance un poco torcido. Leí el libro hasta que mi cuerpo enfermizo no pudo ni siquiera sostener el libro, y quedé ciega. No debí tener siquiera una pizca de lástima por el final miserable de la protagonista de la historia, ¡Entonces no habría reencarnado en su cuerpo! La princesa heredera y, el personaje más lamentable del libro. Murió tratando de dar a luz al heredero del frío y despreciable príncipe maldito, a quien amó sinceramente. El feto ni siquiera esperó 9 meses, como un monstruo, desgarró el vientre de su madre. No sé que pensaba esa princesa, pero no tendré una muerte tan lamentable otra vez. “En primer lugar, debo cancelar ese maldito compromiso”—Pero, ese desgraciado príncipe me tomó de la mandíbula y frunció el ceño atractivamente —“¿No me amas?—¿Estás tratando de escapar de mí?”.
原创故事。
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Capítulo 12 : Abuso.
El sonido metálico resonó cuando las horquillas encima del tocador se cayeron las piso.
Magullé el maldito tocador con las uñas y, me mordí los labios. Ni siquiera dolió, pero ya tenía todos los labios manchados con sangre.
Mierda.
Tiré lo poco que quedaba encima del tocador. Todo se rompió.
No conseguí el favor de Runhui.
Siguió tosiendo y tosiendo hasta que los curanderos llegaron. Ni siquiera pude terminar de hablar con él.
Agh.
Según la novela, Runhui debería morir hoy, ¡pero el anciano es tan terco!
Tiré otra maldita horquilla que se me atravesó.
Debo reunirme con él otra vez. Si llega a morir antes de cambiar las escrituras, entonces estoy muerta.
Rechiné los dientes.
Entonces, una voz chillona me hizo irritarme aún más.
—Mei.
Odette, esa maldita perra seguía entrando como perro por su casa.
Se me acercó con una sonrisa asquerosa en los labios. Me acarició la cara como si tratara de limpiarme, entonces su aliento maloliente se estampó en mi oreja.
—Tienes un invitado —susurró.
Noté la maldita sonrisa maliciosa que se le dibujó a través del espejo que tenía en frente.
—Te tratará bien.
Moví mis ojos hacia la izquierda. Una figura mediana estaba parada ahí, vistiendo una túnica holgada y un velo que me impedía verle la cara. Supuse que por su figura, era un hombre.
La vieja soltó una risita antes de salir.
El hombre se agachó, reuniendo todas las horquillas que tiré al suelo, con una sola mano.
Lo vi levantarse cuando terminó. Caminó hasta mí y, me extendió las horquillas con ambas manos.
Hice una mueca asqueada cuando le vi las manos arrugadas.
Agarré las horquillas del otro extremo sin tocarlo. Pero, movió una de sus manos y tocó la mía, la deslizó acariciando mi brazo asquerosamente. Soltó todas las horquillas al suelo y entrelazó nuestras manos. Entonces, se quitó el velo, dejándome ver su asqueroso rostro.
—Sobrina, ¿Has estado bien?
Rodé los ojos.
Esta escena de la novela...
Bufé.
Runhui ya colmó mi paciencia, y ahora este malnacido.
—¿Cuándo regresaste a Gwshan? Este tío, te ha extrañado mucho.
Dejó un beso mojado en el dorso de mi mano.
—Ha pasado un tiempo desde que no te dejas ver por tu tío. Eres —me analizó el cuerpo desde abajo a arriba —toda una mujer ahora.
Se lamió toda la boca asquerosamente, mientras no disimulaba al mirar mi cuerpo.
Este viejo.
Ni siquiera tengo piel desnuda a la vista. Sin embargo, ya está tan excitado.
En la novela original, Odette le dio un afrodisíaco, para que su hermano abusara de su propia hija.
Fue uno de los capítulos más lamentables para Mei.
El autor fue despiadado hasta el final.
¿Quieres leer un poco?
⟨“—Mi linda sobrina, no tienes que abatirte por la partida de tu padre —dijo su tío; la abrazó con una sonrisa maliciosa en los labios.
Le agarró los dos brazos y la miró después de acabar el abrazo.
Sus ojos rojos, se dirigieron a su pecho. Entonces, el viejo volvió a reírse mientras se mordía los labios.
Cuando esa se dio cuenta de la malicia en viejo, forcejeó con él, para soltarse de su agarre, pero él tenía mucha más fuerza que el pequeño y débil cuerpo de ella, así que fracasó miserablemente. Pero siguió moviéndose como forma de protesta.
—Perra, ¡quédate quieta de una vez! —su mano dura, no titubeó para pegarle.
Mei sobó su mejilla, mientras lo veía con terror. Pero él no se detuvo.
Volvió a cachetearla con más fuerza haciendo que ella se quejara.
Él disfrutaba escuchar sus quejidos y gritos de súplica, entonces eso lo motivaba a seguirle abofeteando.
Lo hizo tanto, que la cara de Mei comenzó a sangrar.
—P-Para —una voz baja, que suplicaba a aquel perverso —P-Por favor.
El hombre sonrió maliciosamente. Fue hasta el tocador que estaba en la habitación y de entre los cajones sacó una pequeña pastilla.
La agarró y volvió su cuerpo a Mei, enseñándosela con una sonrisa.
—¿Qué crees que es esto? ¡Ajá! Un afrodisíaco. ¿No piensas que es genial? Me lo dio tu madre. Seguramente debe quererme mucho.
Volvió en cuerpo al tocador y echó la píldora en un vaso de cerámica que contenía agua. Se lo tomó enseguida y sin respirar.
Entonces, la cargó, la cargó bruscamente para echarla a la cama.
Su tío, que estada drogado, abusó de ella de la forma más cruel, en mismo día que velaban el cuerpo de su padre.
Ella logró ver la cabeza de su madre asomarse a la habitación. Odette solo le sonrió de manera burlona, y entonces se fue”⟩.
Esto es solo un resumen no explícito de la desgracia por la que Mei tuvo que pasar.
Este maldito pervertido que tengo en frente, es un enfermo desgraciado.
Recuerdo que cuando se publicó este capítulo y luego otro en el que se confirmó en el embarazo de Mei, la gente comenzó a especular acerca de que si el niño era Hwan o de este parásito.
Pero este enfermo ni siquiera tiene las fuerzas para hacer hijos. Solo es un viejo pervertido que deseaba a su sobrina, y que, su madre no dudó en dársela. Como un león hambriento al que le lanzaron carne.
Odette, se está volviendo más molesta de los que pensé que podía ser. De haber sabido de esto, entonces la habría matado aquel día.
—¿No quieres darle un abrazo de bienvenida a este tío que tanto te quiere? —babeó de manera asquerosa, acercándoseme.
Le mostré los dientes cuando reír, se me salieron carcajadas sin parar.
Sí, es bueno que hayas venido aquí, estoy molesta hasta la mierda, y no tenía a nadie con quien volverme una maldita psicópata.