Entre Venganza Y Amor

La cena pasaba en silencio, alguno que otro comentario de algo no importante pero parecían limitarse por mi, yo sólo comía sin levantar la vista.

-Marc, recuerda que mañana tienes que ir al evento de la familia Rosenffel- habló Annia

Esas palabras me llamaron la atención, la familia Rosenffel es una de las familias que están en el mismo círculo que nosotros, una de las más importantes. De las 5 familias, la mía estaba segunda y ellos en el puesto cuatro. Sabía lo del evento, hace semanas atrás en una reunión exclusiva de las 5 familias dijeron que estaban en planes de comprar tierras y mejorar otras en las afueras del centro del reino, darle mejores herramientas a los campesinos. Mañana sería una especie de inauguración.

-Disculpen la intromisión pero ¿yo podría ir?- hablé por primera vez desde el inicio de la cena

Todos giraron a verme con sorpresa pero sólo me fijé de manera disimulada en Marc, tenía una ceja levantada demostrando curiosidad y no tanta sorpresa.

-Quiero decir... necesito despejarme y eso sería ideal pero si no puedo...- bajé mi tono de voz intentando dar lástima y adueñarme más de la posición de víctima.

- Si puedes ir, obvio que puedes. Será un lindo evento para que vayas- contestó rápidamente Annia con una sonrisa intentando levantar el ánimo

- Si quieres puedes ir con Neyén- continuó la reina

Asentí con una pequeña sonrisa, si no aceptaba eso quedaría mal y comenzarían a sospechar. Será difícil hacer lo que quiero si estoy junto a él, pero buscaré la forma para que no interfiera.

Los rayos del sol mañanero pasaban por la ventana y daban justo en mi rostro, las manos de Innia recorrían mi cabello mientras hacía un peinado sencillo.

-Innia, ¿qué serías capaz de hacer por amor?- rompí el silencio con la pregunta que rondaba por mi cabeza desde que desperté

-Oh, es una pregunta un poco difícil- contestó frunciendo sus labios en una mueca tierna

-Sería capaz de doblarle la ropa todos los días a pesar de que hago eso aquí y me cansa- soltó una risita

Reí junto a ella, su idea de amor y sacrificio es muy tierna e inocente. No sé para qué le pregunté si era obvio que no escucharía la respuesta que yo pienso, no compartimos eso.

Cuando dejé de sentir sus manos sobre mí supe que terminó de peinarme. Murmuré un gracias y me puse de pié, tenía puesto un vestido gris con detalles negros.

-¿Me podrías esperar un momento afuera?- pregunté

Innia asintió y salió de la habitación. Con apuro saqué el diario de Mar del escondite que le asigné, pasé las páginas con normalidad leyendo pequeños fragmentos de cada una.

-El amor...- susurré afligida

Puede ser lo mejor de la vida o lo peor, hay personas que lo viven con total intensidad y otras no. Lamentablemente, para Mar, el amor fue su perdición.

"He caído tan bajo como para suplicarte que vengas a mí, cuando tú eres la razón por la que sufro, pero aun así eres dueño de mi pobre corazón"

¿Por qué te hizo tanto daño si eras una hermosa chica?

Cerré el diario, lo guardé, alisé mi falda y salí lista de mi habitación.

En el evento no había tanta gente, pude distinguir a algunos integrantes de las demás familias pero nada más. De reojo pude ver como Marc hablaba con Liana, hija mayor de la familia Lenz. Esa familia era la más cercana a la familia real.

-Voy a caminar un poco sola- avisé a Neyén que estaba a mi lado

-Bueno, cualquier cosa yo estaré cerca- recordó

Comencé a caminar de forma lenta hasta acercarme a Marc y Liana, quería saber de qué hablaban. Ella reía de manera exagerada ante cualquier palabra de él, sé que ella no es tan querida por la gente por su horrible personalidad.

Cuando pasaba al lado de ella, volteó hacía mi y tiró su copa sobre mi vestido. Hizo una mueca falsa de sorpresa, miró a todos lados.

-Disculpa, no te vi- dijo con su voz chillona

¿No me viste? Entonces eres ciega, pero como no lo eres solo queda la opción de que eres una víbora.

-De igual manera, no hay que hacer tanto lío por manchar ese vestido tan horrendo- habló por lo bajo

Miré de reojo, todos los presentes estaban presentando atención a nuestra escena, es mi momento.

-¿Cómo vas a decir que mi vestido es horrendo? Este vestido...- logré quebrar mi voz

- me lo regaló mi hermana- terminé de hablar a la vez que fingía secar lágrimas de mis ojos. Era mentira, Mar nunca me regaló un vestido.

Se escucharon exclamaciones de sorpresa ante mi declaración, comenzaron a murmurar y solo se escuchaba "¿cómo le pudo decir eso?, "pobre Tanea", "que insensible es la señorita Liana"

Lo logré.

Después de unos segundos lágrimas comenzaron a empapar mi rostro, siempre tuve la facilidad de llorar en cualquier momento. A pasos apurados salí de allí, no me fui muy lejos porque no conocía muy bien el lugar, pero le pregunté a un sirviente la dirección del baño y me encerré allí.

Okay, logré dos cosas con solo una acción. Logré que los demás me vieran con una mirada más amable, menos dura e hice quedar mal a Liana.

Apoyé la espalda contra la pared, justo arriba de mí había una ventana pequeña. Iba a abrirla, pero escuché voces afuera, me quedé en mi lugar.

-¿Cómo vas a hacer eso? ¿Estás loca?- él murmuro lleno de enojo venía de Marc

-No pensé que sería así, yo...- intentó defenderse la pelirroja

-No me importa tus tontas excusas. Quedamos en que tienes que limpiar tu imagen, no puedes tener estos escándalos si quieres ser mi esposa- interrumpió

Mi boca se abrió inconsciente ante tal sorpresa. ¿Así que jugaste con Mar solo para quedarte con Liana? que elección tan mala, Marc.