Bajo El Hechizo De La Luna.

La luz de la mañana filtraba suavemente a través de las cortinas de la habitación de Light y Aiden, creando un ambiente cálido y acogedor. Los primeros rayos del sol iluminaban los rostros de ambos, marcando el inicio de un nuevo día lleno de promesas y desafíos. Light, ahora completamente inmerso en su vida en la tierra, se despertó con una sensación de plenitud que nunca había experimentado antes.

Aiden se movía con una energía alegre, preparándose para el día con una destreza que Light encontraba encantadora. La familiaridad de estos momentos compartidos proporcionaba a Light un consuelo profundo, un recordatorio tangible de la vida que había construido con Aiden. Sin embargo, una preocupación persistente seguía rondando en la mente de Light, una sensación de inquietud que no podía ser ignorada.

A pesar de la serenidad que rodeaba su nuevo hogar, Light sabía que había cuestiones que necesitaban atención urgente. La armonía que había trabajado tan arduamente para mantener en el reino celestial parecía estar en peligro. Los problemas que habían comenzado como simples perturbaciones cósmicas se estaban volviendo más graves, y Light se encontraba en una encrucijada entre su amor por Aiden y sus responsabilidades cósmicas.

Mientras Aiden preparaba el desayuno, Light observaba el proceso con una mezcla de fascinación y preocupación. Los aromas de la comida llenaban la cocina, y el sonido de los utensilios de cocina creando un ritmo alegre que contrastaba con la tormenta interna que Light enfrentaba. Aiden, ajeno a la tormenta emocional que Light estaba atravesando, le preguntó con entusiasmo sobre sus planes para el día.

"¿Qué opinas si vamos a ese mercado local que tanto te gusta? Han abierto algunas tiendas nuevas que creo que te encantarán," propuso Aiden con una sonrisa radiante.

Light, forzando una sonrisa, asintió. "Suena genial. Me encantaría pasar el día contigo y explorar un poco."

A medida que se preparaban para salir, Light trató de sumergirse en el momento presente, disfrutando de la compañía de Aiden y la vida que había llegado a amar. Sin embargo, el sentido de responsabilidad que sentía como Portador de la Luz Eterna era una carga constante, una sombra que se proyectaba sobre cada aspecto de su vida. La tranquilidad de la mañana no lograba disipar el sentimiento de que algo importante estaba por suceder.

Al llegar al mercado, el bullicio y la actividad fueron una distracción bienvenida. Las coloridas tiendas, los aromas de alimentos frescos y las risas de la gente creaban una atmósfera vibrante que Light encontraba revitalizante. Aiden lo llevó de tienda en tienda, mostrándole los productos y compartiendo su entusiasmo por cada nueva oferta.

En una tienda de antigüedades, Aiden encontró un antiguo mapa que le pareció fascinante. "Mira esto, Light. ¿No es increíble? Podría ser un gran adorno para nuestro hogar."

Light tomó el mapa con interés, pero sus pensamientos seguían divagando hacia las perturbaciones cósmicas. Aunque intentaba concentrarse en el momento, su mente estaba ocupada con el mensaje urgente que había recibido del reino celestial. Los signos eran inquietantes y, aunque la crisis aún no estaba del todo clara, la gravedad de la situación no podía ser subestimada.

El día pasó en una mezcla de actividades placenteras y preocupaciones constantes. A medida que el sol comenzaba a descender, Light sintió la necesidad de abordar el problema que lo atormentaba. Mientras caminaban de regreso a casa, Light decidió confesarle a Aiden lo que realmente estaba sucediendo.

"Hay algo de lo que necesito hablar contigo," comenzó Light, su tono serio contrastando con la atmósfera ligera del día.

Aiden lo miró con preocupación. "¿Qué pasa? ¿Te sientes bien?"

Light respiró hondo, buscando las palabras adecuadas. "Recibí un mensaje urgente del reino celestial. Hay perturbaciones cósmicas que están afectando el equilibrio entre los mundos. La situación es más grave de lo que imaginaba, y necesito regresar para enfrentar este problema."

Aiden se detuvo, mirándolo con una mezcla de sorpresa y preocupación. "¿Qué tipo de perturbaciones? ¿Y qué significa eso para nosotros?"

Light explicó con detalle lo que sabía, aunque se esforzó por no alarmar demasiado a Aiden. "No estoy completamente seguro de la magnitud del problema, pero parece que hay una disrupción en el equilibrio que está afectando tanto a nuestro mundo como al tuyo. Tengo que regresar al reino celestial para ayudar a resolverlo."

Aiden asimiló la información, su rostro mostrando una mezcla de comprensión y tristeza. "Entiendo que tienes responsabilidades que no puedes ignorar, pero me preocupa lo que esto pueda significar para nosotros. ¿Cuánto tiempo estarás ausente?"

Light se acercó a Aiden, tomando su mano con ternura. "No estoy seguro de cuánto tiempo tomará. Haré todo lo posible para resolverlo lo más rápido posible. Pero mientras esté allí, quiero que sepas que te llevo en mi corazón y que todo esto no cambia lo que siento por ti."

La conversación dejó a ambos con un sentimiento agridulce. Aunque Aiden aceptó la situación con madurez, la preocupación por el futuro y la incertidumbre sobre la duración de la ausencia de Light pesaban en sus corazones. La despedida era inevitable, pero ambos sabían que era necesaria para proteger el equilibrio que tanto valoraban.

Esa noche, mientras Light preparaba su regreso al reino celestial, Aiden preparó una cena especial como una forma de despedida. La mesa estaba llena de los platos favoritos de Light, y la atmósfera estaba cargada de emociones. Aiden se esforzó por mantener el ambiente alegre, pero la tristeza era evidente en sus ojos.

"Quiero que recuerdes esta noche como un momento feliz," dijo Aiden mientras servía la comida. "No importa lo que pase, quiero que sepas que estoy aquí para ti y que te esperaré."

Light lo miró con gratitud, su corazón lleno de amor y preocupación. "Gracias, Aiden. Esto significa más para mí de lo que puedes imaginar. Prometo que volveré tan pronto como pueda."

La cena transcurrió en un ambiente melancólico pero cálido. Ambos compartieron recuerdos y risas, tratando de aferrarse a la normalidad de su vida juntos antes de la partida de Light. La noche avanzó lentamente, y el momento de la despedida se acercó.

Antes de partir, Light se tomó un momento para contemplar la ciudad desde su ventana. Las luces parpadeantes y la serenidad de la noche eran un contraste con la tormenta que sentía en su interior. Se sentía dividido entre su amor por Aiden y la responsabilidad de restaurar el equilibrio en el reino celestial.

Con un último abrazo y una promesa de regresar, Light emprendió su viaje de regreso al reino celestial. La transición de vuelta fue un torbellino de emociones, y Light se encontró meditando sobre las decisiones que debía tomar y las acciones que debía emprender.

Al llegar al reino celestial, el caos y el desorden eran evidentes. Las perturbaciones cósmicas habían comenzado a afectar el equilibrio de manera más severa, y el consejo de sabios había convocado una reunión de emergencia. Light se dirigió rápidamente a la sala del consejo, donde el aire estaba cargado de tensión.

El consejo de sabios estaba reunido alrededor de una mesa, discutiendo acaloradamente sobre los problemas actuales. Al ver a Light, el silencio se hizo en la sala. Los sabios sabían que su regreso era crucial para resolver la crisis que enfrentaban.

"Portador de la Luz Eterna," dijo el líder del consejo, su voz llena de preocupación. "Estamos enfrentando una disrupción sin precedentes en el equilibrio cósmico. Las perturbaciones están afectando tanto el reino celestial como el mundo humano. Necesitamos tu ayuda para restaurar la armonía."

Light asintió, sintiendo el peso de la responsabilidad sobre sus hombros. "Haré lo que sea necesario para resolver esta situación. Debemos trabajar juntos para entender la causa de estas perturbaciones y encontrar una solución."

La reunión continuó con un enfoque en la evaluación de la crisis y la planificación de acciones concretas. Light se sumergió en la discusión, su mente trabajando rápidamente para abordar el problema. Sabía que el tiempo era crucial y que cada decisión que tomara podría tener un impacto significativo en el equilibrio entre los mundos.

Mientras el consejo trabajaba en estrategias y soluciones, Light no podía evitar pensar en Aiden y en cómo su vida estaba en juego. La misión de restaurar el equilibrio era esencial, pero también era consciente de que debía encontrar una manera de equilibrar su amor por Aiden con sus deberes cósmicos. La tensión entre estos dos aspectos de su vida era palpable, y Light estaba decidido a encontrar una solución que no solo restaurara el equilibrio, sino que también protegiera lo que había encontrado en la tierra.